El plan definitivo para fanáticos del roquefort: degustación de quesos en el corazón de Francia

Explorando el corazón de la tradición quesera francesa.

El queso más famoso e irresistible
El queso más famoso e irresistible / Istock / jeangill

En las profundidades de las cuevas de Roquefort, el sabor y el tiempo se destilan: un viaje al cielo de nuestro paladar, a los sabores más conocidos, al ilustrísimo queso. Ubicadas en lo más profundo de las montañas de Aveyron, estas cavernas ancestrales son el hogar de uno de los quesos más célebres del mundo. Aquí, entre las sombras y la frescura de la piedra, el queso Roquefort alcanza su máxima expresión, desarrollando su distintivo carácter y aroma. Mientras tecleo, no puedo imaginar un viaje más especial, más gustativo. Y me imagino los sabores, las texturas: la ensalada de peras con Roquefort; la tarta de Roquefort con cebolla caramelizada; el solomillo al Roquefort, y demás iconos gastronómicos relacionados con la suavidad e intensidad de este queso.

Un viaje a este pueblo de Francia es un viaje a la suavidad del buen queso

Un viaje a este pueblo de Francia es un viaje a la suavidad del buen queso

/ Istock / MEDITERRANEAN

La experiencia sensorial definitiva

La cata de queso en las cuevas de Roquefort es un deleite para los sentidos. Guiados por expertos afinadores, los visitantes tienen la oportunidad de explorar una gama de quesos en diferentes etapas de maduración, desde los más jóvenes y cremosos hasta los más añejos y robustos. Cada bocado es una obra maestra de sabor, una sinfonía de texturas y aromas que narran la historia del arte quesero en la región.

Historia y tradición del queso más famoso del mundo

Además de su excepcional sabor, los quesos de Roquefort también tienen una rica historia y tradición. Desde la cuidadosa selección de la leche de oveja hasta el proceso de maduración en las cuevas de piedra caliza, cada paso en la elaboración de estos quesos se lleva a cabo con meticulosa atención al detalle. Degustar estos quesos en su lugar de origen es como hacer un viaje en el tiempo, conectando con siglos de herencia gastronómica y artesanal.

Los visitantes pueden explorar los intrincados pasillos de las cuevas, admirar las formaciones rocosas naturales y aprender sobre el proceso de elaboración del queso. Además, pueden disfrutar de vistas impresionantes de los alrededores de Roquefort-sur-Soulzon, un encantador pueblo medieval que ha sido el centro de la industria quesera desde tiempos inmemoriales.

El pueblo más quesero de Francia

El pueblo más quesero de Francia

/ Istock / tupungato

Una cata de queso en las cuevas de Roquefort es mucho más que una experiencia culinaria; es un viaje sensorial y cultural que permite a los visitantes sumergirse en la riqueza y la tradición de uno de los productos más emblemáticos de Francia. Uno nunca puede cansarse de comer Roquefort, ¿o sí? No hay mejor lugar para ponerlo a prueba que en estas cuevas. ¡Vámonos!

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