7 hayedos sorprendentes de España
Los Cameros, La Rioja
Camero Nuevo es pura exuberancia de hayedos y robledales. Allí se encuentra el Parque Natural de la Sierra Cebollera que, junto a las sierras de la Demanda y Urbión, forma el meollo del Sistema Ibérico. En Villoslada está el Centro de Interpretación del parque, inmejorable comienzo para adentrarse en los senderos de la cuenca alta del río Iregua en busca de colores otoñales.
Urbasa, Navarra
En algún momento de la historia, en el borde del balcón de Pilatos se detuvo el tiempo. Caminar por Urbasa es abrirse paso entre una frondosa vegetación donde dominan las hayas. Durante siglos, este bosque fue explotado para la obtención de leña, carbón y pastos. Aquí, entre los bloques de rocas calizas desprendidos del acantilado crecen hayas centenarias. Y el haya sobre la piedra, es una imagen única.
Montejo de la Sierra, Madrid
Las tierras de la conocida como Sierra Pobre, antaño utilizadas por los nobles para la caza, hoy protegen el hayedo de Montejo. Esta joya trepa por la parte umbría de El Chaparral, un monte de 250 hectáreas llamado así por sus chaparros. Se dice, que si se recorre al amanecer o al atardecer, puede verse a los duendes y a las hadas que lo habitan. Es Patrimonio Mundial y está integrado en la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón.
Saja Besaya, Cantabria
El Cantábrico esconde algunas de las masas forestales mejor conservadas de la península Ibérica. El Parque Natural Saja-Besaya, flanqueado por las cuencas de los ríos a los que debe su nombre, ostenta un bosque de ensueño, representado por el haya y su compañero inseparable, el roble. Para saborear este bosque, es interesante visitar antes el Centro de Interpretación situado en la aldea de Saja.
Selva de Irati, Navarra
A esta selva se accede por Orbaizeta, en su zona occidental, y por Ochagavía, en la oriental. La Selva de Irati es el reino de las hadas, el rincón de la magia, el icono de la belleza. Con más de 17.000 hectáreas, es el bosque más extenso de Europa, tras la Selva Negra .Su hojarasca de hayas y abetos componen una sinfonía de amarillos, rojos y cobrizos que haría palidecer de envidia al pintor más afamado.
La Pedrosa, Segovia
También conocido como el hayedo de Riofrío de Riaza, forma, junto con el de Montejo y el de Tejera Negra, una legendaria tríada de rarezas en el centro de la península. De los tres, este es el menos conocido, y al que se llega por carreteras más secundarias. El hayedo trepa por fuertes pendientes acompañado por robles, serbales, acebos, abedules y tejos. Cerca, interesante el santuario de Hontanares.