Cádiz para principiantes: 7 rincones no muy conocidos que debes visitar

Más allá de los rincones imprescindibles de la Tacita de Plata, existen otros enclaves menos conocidos, pero igual de bellos y sorprendentes. ¿Nos acompañas a descubrirlos?

Descubre 7 rincones de Cádiz que no suelen frecuentar los turistas.
Descubre 7 rincones de Cádiz que no suelen frecuentar los turistas. / Istock / horstgerlach

Medio isla, medio península, Cádiz se une a tierra por una estrecha franja arenosa. Su enclave ha determinado su clara vocación marinera y su dedicación al mar desde su fundación. Considerada la ciudad más antigua de occidente, por aquí­ pasaron los fenicios, los griegos, los romanos, los árabes… y hoy descubrimos 7 rincones no muy conocidos que debes visitar.

Más allá del barrio del Pópulo, la catedral, el Teatro Falla, el Castillo de Santa Catalina, la Plaza de España o la playa de La Caleta, Cádiz es en sí misma un monumento. Andar por sus calles encaladas de blanco, disfrutar de su gastronomía y dejarse seducir por el acento de los gaditanos es ya un placer único que hará que te enamores de la Tacita de Plata y quieras volver una y otra vez.

Pasear por las calles gaditanas es un auténtico placer.

Pasear por las calles gaditanas es un auténtico placer.

/ Istock / Marc Dufresne

Cuevas de María Moco

Arrancamos este recorrido acercándonos hasta una de las construcciones más singulares de Cádiz, las Cuevas de María Moco, un conjunto de galerías y pasadizos subterráneos que se encuentran en el subsuelo de las actuales Puertas de Tierra. Estas galerías (que desgraciadamente están cerradas al público, debido al peligro que supone que alguien se puede perder allí dentro) tenían como finalidad dificultar el avance de las fuerzas enemigas haciendo estallar la pólvora que se acumulaba en diversos pozos distribuidos a lo largo de las galerías.

Bajo esta Puerta de Tierra se encuentran infinidad de grutas subterráneas.

Bajo la Puerta de Tierra se encuentran infinidad de grutas subterráneas.

/ Istock / Antonio Lopez Velasco

Dicen que el nombre de estas cuevas se debe a una mujer gitana que elaboraba pócimas y diversos ungüentos a la que llamaban María Mocos por los resfriados que tenía de forma continua. Al parecer, un día desapareció sin dejar rastro y, desde entonces, los pasadizos llevan su nombre. Leyenda o no, lo cierto es que cuando estas cuevas perdieron su función militar fueron hogar de forajidos y contrabandistas que vivían de forma clandestina en la ciudad.

La casa de los espejos

Ahora damos un paseo por uno de los lugares más aterradores de Cádiz, la conocida como Casa de los Espejos, situada frente al monumento del Marqués de Comillas en la Alameda Apodaca. Cuenta la leyenda que en la casa vivía un almirante de la flota gaditana que cada vez que volvía de un viaje, le traía como regalo a su hija un espejo. La niña creció y se convirtió en una bella joven por la que su padre sentía verdadera devoción. Y la casa se fue llenando de espejos…

Siempre resulta muy agradable dar un paseo por el parque Alameda Apodaca.

Siempre resulta muy agradable dar un paseo por el parque Alameda Apodaca.

/ Istock / Wirestock

La mujer del almirante empezó a sentir cada vez más celos de su propia hija y aprovechó uno de los viajes de su esposo para envenenarla. Tras el asesinato, la casa quedó abandonada y, aunque con el paso de los años se acabó reformando, se dice que aún se siguen escuchando los gritos y el llanto de la hija del almirante. No se puede visitar por dentro, pero acercarnos hasta la fachada (que suele pasar inadvertida entre los viajeros) puede resultar interesante.

Casa Aramburu

Y seguimos con fenómenos paranormales, pero ahora en la Casa Palacio Aramburu, que se encuentra en la Plaza de San Antonio y durante más de medio siglo fue la sede de la Banca Aramburu Hermanos. El palacio lo compró don Juan Aramburu y Echezarreta, caballero de la orden de Santiago y coronel en América latina. Tras su muerte, dos de sus hijos crearon un banco que tenía como sede la planta principal de la casa. Un negocio que, con el paso de los años, se consideró fraudulento pues emitieron billetes sin contar con los permisos oportunos.

Casa Palacio Aramburu en la gaditana plaza de San Antonio.

Casa Palacio Aramburu en la gaditana plaza de San Antonio.

/ Istock / photooiasson

Hoy en día es posible visitar la planta baja, ya que una compañía teatral de la ciudad se encarga de realizar diversos espectáculos teatralizados. También se celebran exposiciones y muestras de distinta temática. Y la leyenda se sigue extendiendo, ya que hay quien dice que si se presta atención se pueden escuchar ruidos de ultratumba, así como diversas apariciones fantasmagóricas en las ventanas.

Redacción Viajar

Barrio de la Viña

El barrio de La Viña es, con permiso del barrio del Pópulo, uno de los más interesantes de la ciudad. Debe su nombre a los cultivos de vid que existían en la antigüedad hasta que empezó a edificarse en torno al siglo XVIII para las clases populares que se dedicaban a la pesca en la cercana playa de La Caleta. En las inmediaciones hay que descubrir el castillo de San Sebastián, el baluarte de los Mártires, el balneario de Nuestra Señora de la Palma y del Real, el antiguo Hospicio Provincial o la iglesia de la Palma.

Imprescindible la tortillita de camarones en la calle Virgen de la Palma.

Imprescindible la tortillita de camarones en la calle Virgen de la Palma.

/ Istock / sanniely

Ahora bien, lo que hace de este barrio un enclave único es su ambiente carnavalesco y su gastronomía, con infinidad de bares y restaurantes en los que hay que probar delicias de la tierra como la caballa con piriñaca (un picadillo de tomate, pimiento verde y cebolla, con aceite y vinagre). También puede el viajero acercarse hasta La Caleta para descubrir las timbas de bingo que se montan cuando cae el sol sobre las típicas mesas y sillas plegables. Un espectáculo único que conviene ver y, si los protagonistas no ponen inconvenientes, fotografiar. Si necesitas algunos consejos de experto para tomar las mejores instantáneas, puedes leerlos aquí.

Mercado Central de Abastos

También se puede descubrir el verdadero ambiente local en el Mercado Central de Abastos. Justo al lado de la Plaza de las Flores encontramos este mercado construido sobre el terreno que en su día ocupó el convento de Los Descalzos y que en la actualidad cuenta con 150 puestos que ofrecen los mejores productos de la tierra.

El pulso de una ciudad siempre se toma en el mercado de abastos. Aquí, el de Cádiz.

El pulso de una ciudad siempre se toma en el mercado de abastos. Aquí, el de Cádiz.

/ Istock / diegograndi

El mercado es de estilo neoclásico y, además de ser el mejor lugar para descubrir los pescados y mariscos más frescos, ofrece también un rincón gastronómico. Este espacio ocupa una de las alas a cielo abierto y en sus diferentes puestos se puede degustar in situ lo mejor de la gastronomía típica gaditana.

Torre Tavira y su cámara oscura

En Cádiz destacan en el horizonte sus torres miradores, testigos del comercio y la prosperidad que vivió la ciudad en el siglo XVIII. La Torre Tavira fue la torre vigía oficial del puerto de Cádiz, por ser la más alta de la ciudad, a 45 metros sobre el nivel del mar y en pleno centro histórico. Debe su nombre a don Antonio Tavira, vigía de la torre y, por suerte para los viajeros, está abierta al público.

Disfruta de una panorámica única de Cádiz desde la cámara oscura de la Torre Tavira.

Disfruta de una panorámica única de Cádiz desde la cámara oscura de la Torre Tavira.

/ Istock / Julia Chan

Más allá de las impresionantes vistas que ofrece, aquel que visite la Torre Tavira disfrutará de su cámara oscura, una habitación sin luz en la que se reproduce sobre una pantalla blanca curva a modo de mesa el reflejo del exterior de la torre y lo que sucede a tiempo real. Sin duda, una perspectiva única de la ciudad.

Parque Genovés

Y el último rincón que recomendamos para aquellos que viajan a Cádiz por primera vez es el parque Genovés. En muchas ocasiones, cuando se visita una ciudad, nos centramos en su arquitectura, sus barrios, las playas más bellas y dejamos para otra ocasión su pulmón verde. Gran error en el caso de una visita a Cádiz, puesto que este parque constituye la mayor zona verde del centro histórico.

¿Qué mejor plan que disfrutar de estas bellas cascadas en el parque Genovés?

¿Qué mejor plan que disfrutar de estas bellas cascadas en el parque Genovés?

/ Istock / diegograndi

Lo que en su día, allá por finales del siglo XVIII, era conocido como el paseo del perejil es hoy un bonito muestrario de botánica ideado por el jardinero valenciano Eduardo genovés a finales del siglo XIX. Dedicar unas horas a pasear para descubrir los diferentes monumentos y estatuas (por ejemplo, el monumento al naturalista Félix Rodríguez de la Fuente o la estatua memorial a la muerte perinatal y neonatal) es un plan perfecto que puede culminar disfrutando de una rica limonada junto a su bello lago con cascada incluida.

En definitiva, si es tu primera vez en Cádiz, estos 7 rincones no muy conocidos son perfectos para que disfrutes de la Tacita de Plata como un auténtico local.

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