150 años de impresionismo: un recorrido por los lugares más inspiradores

Después de un siglo y medio, el impresionismo sigue resultando moderno y deslumbrante.

Unos cuantos lugares que gritan impresionismo por todos sus poros.
Unos cuantos lugares que gritan impresionismo por todos sus poros. / Istock / StefanoVenturi

Una sola exposición sirvió a los impresionistas para conquistar a todos los sectores de la sociedad. La prensa se hizo eco de aquella muestra que se inauguraba un 15 de abril de 1874 en el número 35 del Bulevar de los Capuchinos de París. Un año antes, el total de 31 artistas recibieron una primera negativa del conservador Salón de París para exponer sus obras. Por ello, crearon la Sociedad Anónima de pintores, escultores y grabadores y lograron mostrar sus obras al público en el estudio del fotógrafo Nadar.

'Impresión, sol naciente', de Claude Monet

'Impresión, sol naciente', de Claude Monet

/ Wikicommons

Fue una reseña la que se impuso sobre las demás, bajo el título 'Exhibición de los impresionistas'. Esa manera de denominar a aquella sociedad de pintores derivó de uno de los lienzos que más llamaron la atención, 'Impresión, sol naciente', de Claude Monet. Junto a él, expusieron nombres que todavía resuenan en el eco de la historia del arte: Renoir, Degas, Morisot, Pissaro, Sisley o Cézanne. En un clima de confusión, posguerra y crisis, se ellos pintaban escenas de la vida moderna y paisajes con pinceladas que, aunque parecen sueltas, están perfectamente ejecutadas.

Recorrido impresionista

En 2024 se cumplen 150 años de la exposición que lo cambió todo y no hay mejor forma de celebrarlo que recorriendo los lugares más impresionistas del mundo. Por este motivo, el Museo Orsay de París ha organizado 'París 1874. L'instant impressionniste', emulando la primera muestra y buscando la respuesta a por qué estos artistas decidieron rebelarse contra la Academia. "Lo que parecen buscar por encima de todo es la impresión", dijo el crítico, y eso es lo que sigue reflejando hoy, aunque haya pasado tanto tiempo.

El Museo Orsay alberga la exposición impresionista del año

El Museo Orsay alberga la exposición impresionista del año

/ Istock / omersukrugoksu

En París hay otras maneras de experimentar este movimiento en primera persona. El Museo de l'Orangerie es apodado como la Capilla Sixtina del impresionismo, pues es aquí donde se encuentra la serie más ambiciosa de Monet, los nenúfares. A esto se suman otras 150 obras entre las que hay 25 de Renoir y 15 de Cézanne, además de otros muchos pintores. Morisot o Degas aparecen también en el Marmottan Monet, donde se expone permanentemente el cuadro que dio origen al nombre del movimiento.

Más allá de los museos, en París se puede vivir el impresionismo a pie de calle, sobre todo en el barrio de Montmartre, popular por albergar a los pintores callejeros franceses que utilizan la misma técnica que los impresionistas, pintar al aire libre. Sin salir de Francia pero dejando atrás la capital, podemos descubrir otros museos relevantes como el Millet o el Departamental en Barbizon, una zona que además sirvió de inspiración para Alfred Sisley, que quiso ser enterrado en el bosque de Fontainebleau.

Bosque de Fontainebleau

Bosque de Fontainebleau

/ Istock / JavierGil1000

Monet y más allá

Monet es claramente el máximo representante del movimiento. Su casa y sus jardines en Giverny pueden visitarse ahora, descubriendo los lugares que aparecen en sus cuadros, recorriendo su cocina azul, su comedor amarillo y su patio japonés. En Etretat se pueden contemplar también los acantilados que representó el artista en algunas de sus obras, así como en toda la región de Normandía, donde pasó largas temporadas observando los muelles del puerto en el Sena.

Los jardines de la casa de Monet

Los jardines de la casa de Monet

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La zona de la Provenza fue un lugar primordial para los artistas, que fijaron sus talleres y hogares allí. Es una localidad estrechamente ligada al arte, como Aix-en-Provence o L'Estaque, dos localidades vinculadas a Cézanne, o Cagnes-sur-Mer, donde vivió Renoir desde 1908 y que alberga un museo en su honor; así como Saint Paul de Vence, uno de los pueblos más artísticos de Francia del que se enamoraron un gran número de artistas como Renoir.

La costa azul de Cagnes-sur-Mer en la Provenza

La costa azul de Cagnes-sur-Mer en la Provenza

/ Istock / Michal Krakowiak

A aquellos 31 artistas que expusieron por primera vez mostrándose como unos revolucionarios se acabaron sumando otros de todas partes del mundo, aunque la meca principal continuó siendo Francia. Así lo hizo Joaquín Sorolla -cuya casa museo puede visitarse en Madrid-, que desarrolló un luminismo dentro del impresionismo sin precedentes; o el holandés Vincent Van Gogh, que adaptó el impresionismo a su época, perteneciendo al llamado postimpresionismo.

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