De ruta por la costa de Gales

La línea de costa de Gales ofrece no solo paisajes indescriptibles sino también una rica cultura plasmada en sus castillos y sus pequeños pueblos costeros. Desde la desembocadura del río Dee al norte, pasando por la Isla de Anglesey (unida a Gales por un puente) y el Parque Nacional de Snowdonia, hasta la impresionante Bahía de Cardigan, donde se puede avistar delfines y marsopas, el senderista descubrirá un entorno natural único y hasta ahora muy desconocido.

En total la Ruta de la Costa de Gales son unos 1.400 kilómetros que comienzan al norte, en las afueras de Chester, y finaliza en el pueblo de Chepstow, al sur. Su creación ha tenido en cuenta la gestión y conservación del medio por lo que siempre sigue la línea de costa cuando sea física, sostenible y legalmente posible. La ruta es accesible para senderistas en todo su recorrido y además en algunos tramos esta adaptada para ciclistas, familias con carritos de bebé, personas con movilidad reducida y también para aquellos que quieran disfrutar de un paseo a caballo.

Uno de los puntos clave de esta ruta es la zona del Parque Nacional de Pembrokshire (único Parque Nacional Costero de Gran Bretaña) que alberga uno de los paisajes más espectaculares de toda Gran Bretaña incluyendo escarpados acantilados, preciosas playas de arena blanca y la ciudad más pequeña de Reino Unido: St. David. Además, llegando a Gower el senderista se encontrará con unas playas estupendas. Este paisaje cambia en la zona de Cardiff, capital de Gales, por un paisaje más industrializado.

Toda la Ruta de Costa esta señalizada y dividida por tramos. Además ofrece la posibilidad de explorarla a través de distintas actividades apropiadas para cada uno y el tipo de experiencia que busque: actividades en familia con lugares de picnic, castillos, excursiones en barco y centros de aventuras; conocer edificios de su esplendido pasado y presente; relajarse en una de sus 42 playas con bandera azul o por el contrario soltar adrenalina practicando ciclismo, parapente, escalando acantilados o lanzándose desde ellos.