El país con la tasa de criminalidad más alta del mundo no es el que estás pensando
Los robos, atracos y delitos suceden a diario en este pequeño país que cada año visitan miles de personas.
El Vaticano, también conocido como La Ciudad del Vaticano, es un destino mágico y misterioso por muchos motivos. Lo más curioso es que realmente es una ciudad estado que, a pesar de estar ubicada en Roma, es un país independiente. De hecho, es el Estado soberano independiente más pequeño del mundo, tanto en territorio como en habitantes. Pero hay muchos datos de este enclave que mucha gente desconoce.
Todo el mundo sabe que el Vaticano es la sede central de la Iglesia Católica Romana y el lugar en el que vive el Papa. También es famoso por ser el hogar de espectaculares museos e iglesias como la Capilla Sixtina y su increíble y asombroso techo creado por el autor Miguel Ángel. Cada año miles de personas visitan este destino sin saber muchos de sus secretos.
Cuando la gente viaja allí se centra en sus esculturas, museos, edificios históricos y un sinfín de enclaves preciosos que decoran el lugar, pero lo que no saben es que hay que tener mucho cuidado ya que una de sus curiosidades más desconocidas hace que este destino sea muy peligroso e inseguro.
El país con la tasa de criminalidad más alta del mundo
En este país viven alrededor de 950 personas, pero cada año recibe a millones de turistas y viajeros que desean conocer la magia del lugar. Pero la escasa población, mezclada con el alto nivel de turismo y el escaso territorio que abarca, hace del Vaticano el país con la tasa de criminalidad más alta del mundo. Quién se iba a imaginar que uno de los destinos más sagrados del mundo iba a ser el más inseguro.
Pero hay que recalcar un dato importante, el hecho de ser el país con la tasa de criminalidad más alta del mundo no se debe a que allí se cometan más delitos que en otros países, sino a que se cometen más delitos por persona. Esto quiere decir que hay más delitos por habitante que en otros países de nuestro planeta.
De hecho, la triste realidad es que la gran parte de los delitos son cometidos por turistas o viajeros que no viven en el Vaticano y que aprovechan sus vacaciones allí para delinquir, robar o agredir. Las fechorías más comunes que se cometen en el país considerado más pequeño del mundo son robos y atracos sin violencia, por ello es importante permanecer alerta.
Los robos más frecuentes tienen lugar en museos, calles principales y templos como la basílica de San Pedro. Las autoridades de la Santa Sede reciben cada año miles de denuncias por parte de viajeros y residentes que viven en continua lucha contra los delincuentes y agresores que llenan las calles del Vaticano y arruinan lo que debería ser una experiencia única.
Más de 900 delitos al año
Se estima que cada año se reportan unos 900 delitos, es decir, cada doce meses se producen el mismo número de delitos que habitantes tiene el país. La mayor parte de ellos nunca llegan a resolverse ya que se consideran hurtos menores y el denunciado nunca es detenido. De esos 900 delitos, unos 150 nunca llegan a resolverse.
Lamentablemente, y al igual que en otros países, los asesinatos también ocurren en el Vaticano. Uno de los más famosos del país hogar del Papa es el caso del asesinato al comandante de la Guadia Suiza y su esposa. La seguridad del Papa corre a cargo de guardias provenientes de Suiza y en muchas ocasiones están en el punto de mira de aquellos que desean provocar daños en él.
Ahora que ya sabes que el Vaticano es el país con la tasa de criminalidad más alta del mundo, recuerda estar alerta cuando viajes a descubrir su belleza. Pero que no cunda el pánico, el destino es maravilloso y al igual que en otros países, si tienes tus pertenencias controladas no deberías sufrir ningún robo por lo que disfrutar de los encantos del Vaticano no supondrá ningún riesgo.
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