Nueve cosas que le pasan a tu cuerpo cuando viajas en avión

Probablemente, si nos dijesen la cantidad de cosas que nos pasan cuando cogemos un avión quizá nos lo pensáramos dos veces antes de subirnos. Y no, no hablamos solo del tan traído y llevado jet lag o de que se te taponen los oídos...Hay muchas más cosas que suceden en nuestro organismo cuando estamos a miles de pies de altura: cansancio,deshidratación, retención de líquidos...

Televisión Avión
Televisión Avión / egdigital

El espacio reducido, la presión de la cabina, la altitud producen multitud de fenómenos en nuestro organismo. Algunos los tenemos claros pero otros quizá no tanto

Estas son algunas de las cosas que te pasan cuando viajas en avión.

Wifi Avion
Wifi Avion / ISTOCK

Deshidratación

Es uno de los efectos más evidentes. Por ejemplo, en un vuelo de tres horas, tu organismo pierde un litro y medio de líquido. Eso implica tener más sed pero además que tu piel, labios y mucosas también se deshidraten.

Solución: Beber antes, durante y después de cada vuelo. Llevar contigo un spray de agua termal o crema hidratante y utilizarla de vez en cuando. Usar bálsamo labial durante el vuelo.

Hinchazón de piernas

Pasar tantas horas sentados y en la misma posición sin movernos hace que se acumule líquido en las piernas lo que causa la tan frecuente hinchazón en piernas y tobillos.

Solución: sobre todo en vuelos largos, levantarse de vez en cuando para "estirar las piernas". Descalzarse y usar calcetines durante el vuelo para favorecer la mejor circulación de las piernas.

Mayor riesgo de catarros

Los aeropuertos y los aviones son, probablemente, dos de los lugares por donde circulan más virus por metro cuadrado. Además, en el interior de un avión el aire se regenera cada pocos minutos, no hay humedad así que aumenta el riesgo de pillar resfriados o infecciones. El hecho de que muchas veces el interior de los aviones no se limpia convenientemente entre un vuelo y otro también incrementa la posibilidad de coger todo tipo de virus y bacterias.

Solución: lavarte las manos frecuentemente durante el vuelo, llevar toallitas o líquido antiséptico para desifectarte de bacterias. Tomar vitamina c antes y después del vuelo para ayudar a prevenir los virus.

Avión
Avión / SolStock / ISTOCK

Gases y estreñimiento

El estar sentado durante mucho tiempo ralentiza la digestión así como los movimientos del intestino. Como se pierde además mucha agua, el tema del estreñimiento aún empeora más.

Solución: intentar beber mucha agua durante el vuelo y dar paseos de vez en cuando por el avión. Antes y durante el vuelo evitar el alcohol, bebidas gaseosas y alimentos que puedan favorecer la aparición de gases.

Molestias en los oídos

Esto ya lo sabíamos. Es obvio que durante un vuelo, especialmente durante los ascensos y descensos nuestros oídos se resienten. Esto es aún peor si nos subimos al avión con algún catarro o molestia previa.

Solución: mascar chicle en los momentos de despegue y aterrizaje siempre ha ayudado a aliviar la presión en los oídos

Mal aliento

Otra de las cosas que le sucede a nuestro cuerpo cuando volamos es que nuestro aliento empeora. Durante el vuelo se modifican algunos procesos del cuerpo como la producción de saliva, que se hace más baja, y eso hace que aumenten las bacterias en la boca y se produzca el temido mal aliento.

Solución: llevar algún caramelo o pastilla mentolada y evitar tomar azúcar, que empeora el problema.

Cansancio y dificultad para respirar

La presión en la cabina del avión en pleno vuelo es la misma que sentirías al subir a la alta montaña. En consecuencia hay menos oxígeno (un 75% menos), con lo que hay menos aire y te cuesta más respirar. Este hecho puede ocasionar también molestias como dolores de cabeza o mareos.

Por si fuera poco, la humedad dentro del avión también se reduce de forma considerablemente, un 25%, lo cual dificulta la respiración.

Viaje en avión con niños
Viaje en avión con niños / SbytovaMN / ISTOCK

Exposición a las radiaciones

Lo primero con lo que nuestro tiene que "lidiar" cuando despegamos del suelo es una mayor exposición a la radiación atmosférica. Se trata de un fenómeno natural debido al hecho de alejarse de la Tierra a miles de metros de altura. Para que te hagas una idea, en un vuelo de 7 horas te expones a la misma radiación que se te hicieran una radiografía de tórax. Cuanto más lejos sea el vuelo y más cerca del Polo Norte, mayor radiación recibes. Esto no se traduce en nada si vuelas cada cierto tiempo pero la tripulación de un avión, o los viajeros frecuentes por ejemplo., sí están bastante más expuestos a este tipo de radiaciones.

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