Aviones ultrasónicos para vuelos transcontinentales

Tras la jubilación del Concorde el 26 de noviembre de 2003, varias empresas anuncian pruebas para la creación de nuevos aviones ultrasónicos de uso comercial.

Aviones ultrasónicos para vuelos transcontinentales
Aviones ultrasónicos para vuelos transcontinentales

Europa y Estados Unidos parecen estar en lucha por la creación de un avión ultrasónico que rebaje las 4 horas que tardaba el Concorde en unir Nueva York y Londres. Así, el Centro Aeroespacial Alemán, Airbus y la Nasa llevan ya tiempo investigando para la creación de un nuevo avión ultrasónico comercial que reducirá los tiempos en los vuelos.

De este modo, mientras Airbus patentaba a principios de agosto su modelo, el Instituto de Sistemas Espaciales de Alemania (DLR), anunciaba que necesita 33.000 millones de dólares para llevar a cabo su proyecto llamado Spaceliner, que estaría disponible para la comercialización en 2030. Por su parte la Nasa también ha señalado que está inmersa en un proyecto que, como en el caso alemán, estaría disponible para 2030, ya que no entrará en fase de pruebas hasta el año que viene.

El modelo patentado por Airbus será capaz de unir Londres y Nueva York en menos de una hora y usará un combustible a base de hidrógeno, siguiendo las pautas ecológicas establecidas por la compañía europea. Además, como las naves espaciales despegará verticalmente y se colocará en horizontal al alcanzar los 30.000 metros de altura. En cualquier caso, como en otras ocasiones, puede que este avión de Airbus nunca llegue a comercializarse y se quede en el baúl de los recuerdos.

Por su parte, el modelo presentado por DLR es un proyecto abandonado en 2007 y retomado recientemente. Este avión promete unir Londres y Sídney en apenas 90 minutos gracias a que viajará por la atmósfera superior de la Tierra a una velocidad de 23.000 kilómetros por hora. Spaceliner, que así se llama el avión, contará con dos partes que se separan durante el vuelo: unorbitador de pasajerosy una pieza de refuerzo con unsistema de propulsión de cohetesalimentado por hidrógeno líquido y oxígeno. Esta última pieza se separará a 80 kilómetros de altura y el orbitador entrará en un estado de vuelo sin motor hasta llegar al destino.

Por último, el proyecto de la NASA está siendo llevado a cabo por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y los Laboratorios Wyle y está dirigido en reducir el impacto medioambiental de los aviones tanto en consumo y emisiones del combustible como en impacto de ruido. En principio, la NASA ha anunciado que el prototipo estará listo para 2025 y será comercializado a partir de 2030.

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