Lo que todos hacemos en los aviones y que, ahora, está considerado una de las peores cosas que puedes hacer

Hace no tantos años, volar era algo excepcional. Con suerte, durante las vacaciones, algunas familias podían coger un avión para trasladarse a Baleares y Canarias, o volar hasta destinos más exóticos. La restricción en el tema de los líquidos no era algo que nos preocupara y el tamaño y peso de la maleta era, en general, bastante irrelevante, puesto que lo habitual era facturarlas sin tener que pagar suplementos. También entonces se hacía ‘algo’ que muchos pasajeros siguen haciendo hoy en día y que ahora se considera una de las peores cosas que puedes hacer a bordo de un avión.

Podrá pensar el viajero o lector que hablamos de la prohibición de fumar a bordo de un avión, pero se equivocaría. En España, la prohibición total de fumar en vuelos comerciales, tanto nacionales como internacionales, se consolidó alrededor del año 2000. Esto seguía la tendencia global de eliminar por completo el tabaquismo en aviones, no solo en vuelos cortos o dentro de la Unión Europea, sino en todos los vuelos operados por aerolíneas españolas. Pero, en esta ocasión, no van por ahí los tiros.

Gestos típicos en un avión

Lo que todos hacemos (o hemos hecho en alguna ocasión) en los aviones y que, ahora, está considerado una de las peores cosas que puedes hacer es aplaudir cuando se toma tierra. Antes era relativamente frecuente que una vez aterrizados, el pasaje celebrara haber llegado a su destino ‘sanos y salvos’ prorrumpiendo en aplausos.

Esto siempre provocaba que algunos pasajeros se sintieran algo abochornados, puesto que no veían la necesidad de tal muestra de júbilo. Y a día de hoy sigue pasando. Tras un vuelo movido, se toca tierra y la gente arranca a aplaudir.

Debemos remontarnos a los orígenes de la aviación comercial para descubrir los motivos que llevaban a los pasajeros a batir las manos como si les fuera la vida en ello. Volar era algo excepcional y llegar ‘de una pieza’ a destino se consideraba todo un éxito.

Ahora han cambiado mucho las cosas. Surcar los cielos se ha convertido en algo habitual para la mayoría de la gente y muchos pasajeros ya no ven a los pilotos como superhéroes, sino como trabajadores que nos ayudan a llegar a un lugar determinado en el menor tiempo posible. 

Lo cierto es que ya no se suele aplaudir en los vuelos de forma habitual. O al menos, no aplaude la gente que vuela con asiduidad. Si al tomar tierra ves que un grupo de pasajeros se pone a aplaudir, seguramente sea porque no viajan en avión con frecuencia, y lo que para muchos de nosotros es algo normal, para ellos es excepcional.

Cuando las condiciones climáticas son adversas y el viaje se hace algo movido, mucha gente lo pasa mal. Y al llegar a destino, los aplausos son una forma de liberar tensiones. Eso sí, esto hoy en día está mal visto, porque puede indicar desconfianza hacia los pilotos.

Lo mejor, si quieres tener un gesto de agradecimiento con la tripulación, es que se lo des personalmente al abandonar la aeronave. Eso será más que suficiente y no molestará ni incomodará al resto de pasajeros.

Otras faltas de respeto a bordo

Otra de las cosas que a día de hoy se sigue haciendo y es una falta de respeto es descalzarse y colocar los pies (hay versión con calcetines puestos y sin ellos) tanto en los reposabrazos del avión como en el respaldo del pasajero de delante. Una guarrería teniendo en cuenta que se está en un lugar cerrado y nadie debería tener que aguantar el aroma de las extremidades inferiores de nadie.

En definitiva, si tienes previsto viajar en avión, es interesante que tengas en cuenta algunos tips (como el truco de la izquierda en el aeropuerto) para ahorrarte tiempos de espera y, una vez llegados a destino, si crees que tienes que felicitar a la tripulación, lo hagas cuando abandones el avión y no dando palmas como si estuvieras en un tablao flamenco.