Airlander 10: un hotel de lujo entre las nubes

Imagina un hotel de 5 estrellas pero en el cielo. Pues esto será Airlander 10.

Suelos de cristal en el Airlander 10
Suelos de cristal en el Airlander 10 / Hybrid Air Vehicles

Cuando el zepelín Airlander 10 sufrió el segundo accidente de su corta historia, los diseñadores e ingenieros de la aeronave decidieron darle una nueva finalidad al proyecto: construir un dirigible con interiores de lujo para orientarlo al turismo, haciendo de él una especie de hotel 5 estrellas pero, en vez de ubicado en tierra firme, que surcara los cielos.

El Airlander 10 es propiedad de la compañía Hybrid Air Vehicles (HAV), una empresa británica dedicada a la construcción de aeronaves híbridas, poco contaminantes y respetuosas con el medio ambiente. La nueva funcionalidad del Airlander 10, la del turismo de lujo, parece otorgar una nueva vida a este dirigible que, no hace demasiado tiempo, veía como su futuro se ennegrecía con el paso de los meses.

Un proyecto plagado de decepciones

Para comprender la historia del Airlander 10 uno debe remontarse a 2016, cuando HAV presentó este moderno y enorme dirigible. Con 92 metros de longitud y una capacidad de carga de 10 toneladas, el zepelín se había diseñado de forma que pudiera ser útil en dos ámbitos: el transporte de mercancías y las operaciones militares.

Así, el Airlander 10, que tenía capacidad para volar a 5.000 metros de altura a una velocidad de 148 kilómetros por hora, se presentaba como un proyecto revolucionario en el mercado, encaminado a modificar la forma de entender la aviación. Sin embargo, y a pesar de todas las virtudes descritas, el Airlander 10 se estrelló en 2016 durante uno de sus ensayos, apenas una semana más tarde de su primer vuelo. El incidente, que por suerte se saldó sin heridos, confirmaba que el proyecto tenía aún mucho que mejorar.

Reparando el Airlander 10
Reparando el Airlander 10 / Hybrid Air Vehicles

Más de un año después, en noviembre de 2017, un Airlander 10 reformado y corregido se presentó de nuevo en la pista de vuelo. Hybrid Air Vehicles anunció que su creación, más moderna y segura que en el pasado, volvería a despegar. El regreso del dirigible, que parecía esta vez definitivo, pronto mutó en fracaso: el 21 de noviembre se anunció que el Airlander 10 había sufrido un nuevo accidente, esta vez causado porque la aeronave se había soltado de forma inexplicable de su mástil de amarre.

2018: un nuevo comienzo

Los constantes problemas mecánicos y tecnológicos del Airlander 10 a punto estuvieron de acabar con el proyecto, pues las empresas que lo financiaban comenzaron a dudar de su funcionalidad futura. Fue en ese momento cuando la compañía decidió otorgarle una nueva imagen a la aeronave, cambiando su utilidad para el transporte de mercancías por algo menos práctico pero sí más innovador: un nuevo tipo de turismo de lujo.

La idea ahora es construir una especie de hotel 5 estrellas que se dedique a surcar los cielos. Con capacidad para alojar hasta 19 pasajeros durante viajes de tres días, el nuevo propósito de HAV, en colaboración con la firma Design Q, reside en diseñar un espacio cómodo y exclusivo en el interior de la aeronave. Los suelos, de cristal, harán que no sea recomendable subirse a este zepelín si uno sufre miedo a las alturas; y los sillones y las habitaciones, amplias y con vistas inmejorables, convertirán el lugar en un espacio único.

Airlander 10
Airlander 10 / Hybrid Air Vehicles

Una de las mayores virtudes del Airlander 10 radica en su capacidad para despegar y aterrizar en casi cualquier tipo de terreno (incluyendo el agua), lo que acaba facilitando notablemente las cosas. El propósito de HAV es que su aeronave realice excursiones similares a las que podría efectuar un crucero por el mar Mediterráneo. Es decir, viajes de tres días sobrevalorado lugares tan míticos como el Gran Cañón, la selva amazónica o la sabana africana.

El futuro del Airlander 10 se vislumbra prometedor, aunque también lejano. Para poder ser considerado como “apto para volar”, el Airlander deberá antes completar 200 horas de vuelo sin incidentes, así que aún queda tiempo para que el proyecto se haga realidad. Tampoco se sabe el precio, pero se puede intuir que no será barato, por lo que uno puede ir ya ahorrando si lo desea.

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