Agatha Christie, la escritora y surfista que se enamoró de las Islas Canarias
Es la escritora más leída de todo el planeta. Pero también era una apasionada surfera que atracó en aguas españolas para encontrar inspiración y para curar la herida que le provocó el abandono de su marido. Ahora en el 45 aniversario de su muerte, las Islas Canarias le devuelven el agradecimiento a la famosa escritora...
Es, hoy en día, la escritora más leída de la historia. Pero además de ello escondía detrás de su típico atuendo de chaqueta una vida apasionante y viajera. Tal es así, que esta escritora del crimen atracó hace 94 años en tierras españolas con una razón viajera y emocional.
Agatha Mary Clarissa Miller, su nombre verdadero, nació en el lecho de una familia británica que no tenía demasiados problemas para afrontar el día a día. Como ella relató en su autobiografía, además de nacer en una familia acomodada se consideró siempre una niña feliz.
Como muchas de las personas que en aquellos tiempos gozaban de una buena vida, la ilustre autora tuvo la oportunidad de viajar alrededor del mundo. Y fue así como de la mano de su primer marido, Archibald Christie, visitógran parte del globo terráqueo llegando hasta las fronteras de Sudáfrica, Hawai, Australia o Nueva Zelanda.
Pero si bien Agatha era una persona apasionada de los viajes, también lo era del surf. Y así lo dejan retratado diversas imágenes en las que podemos ver a la austera escritora de traje de chaqueta enfundada en un bañador de a época. Y siempre, siempre que visitaba una playa acompañada de su tabla.
Pero Agatha también se enamoró de un lugar que nos pilla más cerca, y no hablamos de otro que de las Islas Canarias.
Surfeando las olas de las Islas Canarias
Hace ya 94 años, un 4 de febrero de 1927, que Agatha Christie, su hija Rosalind y su secretaria, Charlotte Fisher llegaban a aguas españolas con varios motivos de peso. Tras su llegada a nuestro territorio se dirigirían al que todos saben que fue el primer hotel donde se hospedó, el Taoro ubicado en el Puerto de la Cruz, Tenerife.
Tenía varios motivos para su viaje a las Canarias. Además de ser un paraíso que todos ya conocemos, la escritora viajó hasta él para aliviar el dolor que le había producido la infidelidad de Archibald Christie, que la había abandonado para irse con otra mujer.
Pero Tenerife no terminó de convencer a la escritora que necesitaba, además de inspiración para escribir, un lugar que le recordara a aquellos dulces años de su infancia en Torquay, un pueblo costero de Inglaterra. Las turbulentas aguas de la isla de aquella época y el viento tinerfeño obligó a la escritora a trasladarse a Las Palmas de Gran Canaria.
Y es aquí donde Agatha encontró la inspiración alojada en uno de los hoteles más exclusivos de entonces, el Hotel Metropol, regentado por ingleses y en el que ella podía sentirse como en casa. Un hotel al que además bañaban prácticamente las aguas de dos de las mejores playas de la zona: Las canteras y las Alcarvaneras.
Tal fue su enamoramiento de las playas que bañaban la isla que las llego a describir con el adjetivo de “perfectas”. Y es que aquí Agatha, además de escribir también pudo disfrutar de su otra pasión: surfear las aguas de una paradisíaca isla española.
Canarias le devuelve el cumplido a Agatha Christie
Las Palmas de Gran Canaria, además de formar parte de su extensa vida y donde encontró el reposo que necesitaba su roto corazón también fue inspiración para algunos de sus episodios de intrigas tan leídas como Miss Marple y los trece problemas.
Y es que el amor por la ciudad que la cautivó en los años 20 del siglo pasado, ha sido conmemorado ahora con una placa conmemorativa que ahora da nombre al espacio situado entre las instalaciones deportivas Go Fit y la pasarela de La Cícer, un lugar llamado ahora plaza Agatha Christie.
Y es que sobran razones por las que agradecer a Agatha su paso por las Canarias. La escritora más leída de todo el planeta, con más de 2.000 millones de copias vendidas de sus libros no dudó en incluir en su autobiografía y en su corazón un lugar que la sanó para siempre y donde pudo encontrar la inspiración para alguna de sus más míticas obras.
Gracias Agatha, por enseñar a ser una mujer fuerte, por enamorarte de nuestras tierras y por dejar un legado de misterio entre todos los amantes de tu literatura.
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