Cuando llegan las vacaciones, uno lo que quiere es desconectar, descansar y darse a la buena vida. Una vez en destino, la operación bikini parece que ya se ha olvidado y es posible ver la mala alimentación que llevan muchos huéspedes en los bufets de hotel. Para evitar excesos y, sobre todo, intentar hacer una comida lo más saludable posible existe un sencillo truco con el que disfrutar de la comida sin que tu salud se resienta.

Siempre decimos que hay tantos tipos de viajeros como personas en el mundo. Y muchos eligen sus vacaciones o establecimiento hotelero en función de su oferta gastronómica. Hay hoteles con restaurantes a la carta, mientras que la gran mayoría sigue apostando por los buffets tanto a la hora del desayuno como en el resto de comidas. Y esta última es una opción de lo más interesante si eres una persona indecisa que nunca sabe qué elegir. 

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