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El pueblo de Badajoz que parece sacado de una película Disney

Un paseo por un pueblo en el que se suceden las casas blancas y las torres altas.

La belleza del sur se presenta así: blanca y encalada, con rincones frescos en verano y cálidos en invierno. Está en los callejones y callejas, en los recovecos que esconden secretos, en ventanas y contraventanas abiertas de par en par, en las sillas que se despliegan al caer la tarde para tomar la fresca, para degustar un buen vino, para saborear la vida a sorbos lentos o a tragos largos, según se necesite.

En el sur, cualquier motivo es bueno para cantar, bailar o reír. Extremadura, con su particular encanto, es un claro ejemplo de esta forma de vivir. Hoy nos adentramos en Zafra, una joya de Badajoz que, con su rica historia y belleza singular, merece ser descubierta.

Qué no te puedes perder

Conocida como “Sevilla la chica”, Zafra es un lugar lleno de historia y encanto. La antigua “vía de la Plata” de la Hispania romana pasaba por aquí, dejando un legado amplio y fascinante. El Alcázar del siglo XV, con su aspecto militar y aires palaciegos, es hoy un parador turístico que no puedes dejar de visitar. La muralla de piedra, también del siglo XV, rodeaba completamente el alcázar, y aunque hoy se conservan solo tres de las ocho puertas originales, su majestuosa presencia sigue impresionando.

La Plaza Grande, ubicada en el corazón del pueblo, es un lugar hermoso que se conecta con la Plaza Chica a través del popular “Arquillo del Pan”. Además, la iglesia de La Candelaria, la iglesia de San José y numerosos conventos, principalmente del siglo XVI, completan este recorrido histórico.

El buen comer extremeño

Y llega el momento de sentarse a la mesa, de degustar la rica gastronomía extremeña. ¿Y qué se come aquí? De todo, y todo delicioso, pero especialmente cerdo ibérico. Alimentados con bellotas de encinares de la región, los cerdos producen un jamón que es una auténtica delicia. Además del jamón, encontrarás chorizo, lomo embuchado, salchichón, morcilla, longanizas y más. Incluso las orejas, manos y panceta del cerdo se convierten en manjares en esta tierra.

Pero si quieres variar, también puedes disfrutar de un refrescante gazpacho, un contundente cocido, unas deliciosas migas, la manteca colorada, o un revuelto de espárragos. La gastronomía de Zafra es un festín para los sentidos que te hará salivar solo de pensarlo. Así que no lo dudes más y ve reservando mesa, porque Zafra te espera con los brazos abiertos y la mesa puesta para probarlo todo.