El truco de la bolsa: el tip definitivo para no pagar por tu equipaje en el aeropuerto

Si algo tienen (o tenemos) claro aquellas personas que viajan con asiduidad es que la cuestión del equipaje de mano puede llegar a ser un verdadero quebradero de cabeza según la compañía con la que vueles. Y, para facilitar la vida a todos aquellos que prefieren llevar sus pertenencias encima, hoy os ofrecemos el truco definitivo para que no tengas que facturar.

Últimamente se está hablando de la necesidad de que todas las compañías aéreas igualen criterios con respecto a las medidas y peso del equipaje de mano, pero mientras esto se materializa, hay que estar atento a la normativa de la aerolínea con la que volamos.

En Iberia, por ejemplo, puedes volar con una pieza de equipaje y un accesorio personal tal y como informan desde su página web: ‘Recuerda que para que tu accesorio personal viaje contigo en la cabina del avión deberá cumplir con las medidas permitidas (máx 40 x 30x 15cm) y tendrás que colocarlo siempre bajo el asiento delantero. Asimismo, tendrás que situar tu pieza de equipaje de cabina (máx 56 x 40 x 25cm) en los compartimentos superiores del avión’.

Ryanair es algo más estricta e informa que ‘Cada pasajero puede llevar una pieza pequeña de equipaje de mano de hasta 40 x 20 x 25 cm (sin equipaje adicional para bebés que viajan en el regazo de sus padres)’, mientras que en EasyJet ‘Todo el mundo puede llevar una pieza de equipaje de mano pequeña por persona a bordo gratis. El tamaño máximo es de 45 x 36 x 20 cm (incluidas las asas y las ruedas) y debe llevarse debajo del asiento delantero. Tu pieza de equipaje puede pesar hasta 15 kg, pero te rogamos que puedas llevarla y levantarla tú mismo’.

En definitiva, que conviene que revises los requisitos de la compañía aérea e intentes ceñirte a ellos si no quieres sorpresas desagradables o, lo que es lo mismo, que te toque pagar un pastizal por bajar tus objetos personales a la bodega del avión.

Ahora bien, si has intentado cumplir con las normas, pero te faltaría un extra de espacio para guardar alguna cosilla de última hora (y que no sea muy voluminosa) siempre puedes recurrir al truco de la bolsa. ¿No sabes en qué consiste? Tranquila, que te lo explicamos ahora mismo.

Cuando pasas el control de seguridad del aeropuerto empiezan a aparecer las tiendas del ‘duty free’, establecimientos comerciales que venden una variedad de productos libres de impuestos, lo que significa que están exentos de ciertos impuestos que normalmente se aplicarían a esos productos si se compraran en el país de destino. Una buena oportunidad para comprar eso que necesitas a un precio algo más económico.

Estas tiendas suelen ofrecer una amplia gama de productos, que van desde perfumes, cosméticos y productos electrónicos hasta bebidas, tabaco, chocolates y souvenirs. Los viajeros pueden comprar en estas tiendas y ya no tendrán opción a facturar lo adquirido….

Cuando compres algo, dependiendo de su tamaño, te ofrecerán una bolsa del ‘duty free’ de mayor o menor capacidad. Y el truco es tan sencillo como meter en esa bolsa los objetos que no te quepan en tu accesorio personal de viaje o en tu maleta de cabina. 

Esta ‘bolsa milagrosa’ te va a permitir guardar cargadores, gafas, documentación, libros o, incluso, un ordenador portátil. Y, en líneas generales, las compañías no suelen poner problemas ni revisar estas bolsas.

Ahora bien, este truco no es infalible, puesto que, si un avión va completo y ningún pasajero ha querido facturar, la tripulación de tierra debe ponerse estricta y no habrá manera de que hagan la vista gorda con nuestras pertenencias.

En definitiva, comprar algo en el ‘duty free’ y usar la bolsa para guardar otras cosillas de tu equipaje es un truco que puede sacarte de algún aprieto pero, como te decimos, no es infalible y depende de otros factores externos.