Los mágicos Roscones de Reyes. Los cinco (casi) mejores del país

Descubrimos algunos de los más deliciosos roscones, esos por los que merece la pena portarse bien, comerse un haba, e incluso, pagarlos. Hemos encontrado las mejores combinaciones entre sabor, tradición y saber hacer. El roscón de Reyes es una joya gastronómica que se elabora con mucho cariño, con largas horas de trabajo, y grandes madrugones de los maestros obradores. Este bollo redondo, aromatizado con agua de azahar, es uno de los alimentos más efímeros, ya que sólo se consume en un par de semanas al año.

Al parecer, su origen está en la Antigua Roma, en la festividad de las Saturnales en honor del dios Saturno, una de las fiestas más populares de la era de los romanos. En ellas, se intercambiaban regalos, para celebrar que los días empezaban a ser más largos. En las cocinas romanas se preparaban unas tortas redondas con masa de calabaza, higos, dátiles y miel, y se distribuían entre el vulgo y los esclavos.

Otros historiadores lo sitúan en la Edad Media, concretamente en el siglo XII, época en la que se preparaba Roscón de Reyes o el Rey de la Faba, un dulce con fruta escarchada que simbolizaba las joyas de una corona.Otro posible origen está en Francia, en la corte de Luis XV, donde se elaboraba la Couronne des Rois, un bizcocho de masa de hojaldre relleno con crema de almendras, azúcar, mantequilla y yema de huevo, y donde se introducía un obsequio, o moneda.

Y en Al-Ándalus, en año nuevo, se preparaba una torta en la que se introducía una moneda. Esta rica tradición sigue viva, con la única variación de que, antiguamente el haba era un símbolo de buenaventura y prosperidad, y actualmente, esta legumbre está considerada casi un signo de mala suerte. Por el contrario, la figurita simboliza la buena suerte. A base de huevos, harina, azúcar, y agua de azahar destilada, es la delicia del 6 de enero, el día más mágico del año, y el más esperado por los reyes de la casa.

Hemos ido en su busca, y hemos encontrado los (casi) mejores hornos y obradores de Barcelona, Sevilla, Madrid, Bilbao y Valencia. Así que el 6 de enero, con el rey de los dulces, se festejará la llegada de sus Majestades los Magos de Oriente, cargados de regalos.

Barcelona

En pleno barrio del Born está la pastelería Hoffman, con gran fama por su conocido roscón de mazapán. Para no quedarse sin él, lo mejor es encargarlo con anterioridad. Igual que en la deliciosa Pastelería Barcelona, donde en plena Vía Augusta, te lo llevas a casa, casi recién salido del horno, sólo si lo has encargado antes. Los roscones más originales de Barcelona, se encuentran en la Pastelería Escribá.

Sevilla

En la sevillana Confitería La Campana, al principio de la calle Sierpes, venden los famosísimos y tradicionales roscones rellenos de nata. Pero en La Campana, también los elaboran rellenos de dulce de cidra, una calabaza de invierno de carne amarillo muy pálido, casi blanquecina, sabor muy suave, que se utiliza, sobre todo, para elaborar cabello de ángel. Y la icónica cafetería Ochoa, ha ostentado durante años el título de mejor roscón de Reyes de Sevilla.

Madrid

En la céntrica calle Mayor está la Confitería el Riojano, donde ya a mediados del siglo XIX, la Reina María Cristina adquiría los Roscones de Reyes. Justo a la espalda de la Puerta del Sol, en la calle del Pozo, el día de Reyes se forman largas colas para recoger el famoso roscón de la Antigua Pastelería del Pozo, encargado con bastante antelación. Su potente sabor a azahar, y su cobertura azúcar y almendra molida, son insuperables.

Bilbao

La Pastelería Zuricalday, con más de 100 años de tradición pastelera, elabora deliciosos y tradicionales roscones sin relleno, a base de azahar y cítricos. Solo se venden los días 4, 5 y 6 de enero, y la ventaja, es que no hay que encargarlos, porque su siglo de experiencia, sirve a los maestros obradores a calcular las necesidades de sus clientes. Otro clásico y delicioso bilbaíno, son los roscones de la Pastelería Don Manuel.

Valencia

Los roscones que llevan el sello de Paco Torreblanca están considerados como los mejores de España. By Torreblanca, la calle Conde Salvatierra, es una parada obligatoria. Y en La Rosa de Jericó hacen, desde 1.890, los roscones más populares de toda la provincia. En el obrador de la calle de Hernán Cortés, siempre recomiendan el roscón sin relleno, porque la masa tiene un sabor único.