Fiestas gallegas de verano

Son fiestas paganas, religiosas, gastronómicas o musicales. Todas son diferentes, singulares y espectaculares. Son festejos de interés internacional que se viven en verano en un entorno mágico.  Son celebraciones ancestrales que culminan con lo mejor de las despensas. Sin duda, Galicia le pone, ¡sabor a la vida!

Santiago de Compostela
Santiago de Compostela / percds

Galicia es una tierra amante de las fiestas, donde se amalgaman tradiciones paganas y religiosas, con una gastronomía insuperable. Es casi imposible encontrar un solo fin de semana en el que no haya celebraciones en alguna de sus aldeas, villas, pueblos o ciudades, y muchas de ellas están reconocidas a nivel internacional y nacional. En verano se celebran las más destacadas, por lo que el ambiente festivo está garantizado en cualquier rincón de la hermosa geografía gallega. Bajo el escenario de creencias de diversa procedencia, por toda Galicia se celebran multitud de romerías. En muchas de ellas se pueden contemplar curiosos ritos relacionados con las supuestas bondades curativas de algunas imágenes, fuentes o piedras que se encuentran en sus muchos santuarios. Y como no, en ellas jamás faltan roscas típicas, empanadas o quesos, verdaderas delicatesen regadas con los mejores caldos y amenizadas por la música de gaitas y panderetas.

Las recreaciones históricas en los cascos viejos de las ciudades y villas, también son todo un espectáculo. Las calles, que se llenan de puestos de artesanía y productos gastronómicos de la zona, viajan al pasado con los participantes ataviados con ropajes medievales. La gran mayoría de las fiestas tienen origen religioso y hacen honor a algún santo o patrón. Así que, merece la pena acercarse a las aldeas para disfrutar de las procesiones donde los vecinos recorren el atrio de la iglesia hasta el crucero. Después acuden al campo, donde alguna orquesta ameniza la fiesta y por la noche, hasta bien entrada la madrugada, bailar en la verbena. La gastronomía es inseparable de las fiestas en Galicia. Todas las poblaciones poseen productos autóctonos al que homenajean, y de los que se cocinan diversos platos que se ofertan al público a precios populares.

La Festividad de Santiago Apóstol, que coincide con el Día de Galicia, es una gran conmemoración, una de las más bellas y singulares de todo el panorama nacional. La original romería vikinga de Catoira, que se celebra en las Torres del Oeste, es el escenario natural e histórico donde se recrea una invasión vikinga de aquella época. E imprescindible, y único en el mundo, el Festival Internacional del Mundo Celta de Ortigueira. Un espectáculo único donde desfilan bandas de gaitas procedentes de todos los territorios celtas, desde Escocia, hasta Galicia y Asturias, pasando por Irlanda, la Isla de Man, Cornualles, Gales y Bretaña. Una tradición centenaria, que se lleva en la sangre, es A Rapa las Bestas de Sabucedo, una forma de entender la vida en comunión con los caballos. Sin duda, las Fogueiras de San Xoán, son mágicas por los cuatro costados. Este culto ancestral al fuego, con el que se aclama la entrada del verano, se celebra con gran ritual en las coruñesas playas de Riazor y Orzán, donde muchas personas cumplen con el rito purificador del baño de las nueve olas.

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