Los mejores hoteles cueva del mundo: lujo troglodita
Excavados en la roca tal y como fueron las primeras viviendas en los albores de la humanidad, hoy estos alojamientos son hermosos refugios, equipados con el confort de nuestros días.
Fueron el refugio natural del hombre en aquellos tiempos en los que el mundo aún estaba por dibujar. Las primeras casas de la historia se construyeron bajo tierra, al abrigo de una piedra tan poderosa que era capaz de proteger de manera eficaz contra el frío, el viento y la lluvia. Estas cuevas, que dieron resguardo y cobijo a nuestros ancestros, fueron grandes aliadas para nuestra supervivencia como especie.
También fueron un exponente de la sabiduría constructiva en los orígenes del ser humano. Hay quien piensa que, por sus características peculiares, presentan condiciones habitables mucho más cómodas que los edificios al aire libre. Aspectos que tal vez los trogloditas no presintieron, pero que suponen un impresionante avance ecológico y de seguridad: ahorro de energía, reducción de dióxido de carbono, protección contra incendios, refugio en los terremotos… Hoy, miles de años después, ya casi nadie vive de esta forma. Pero muchas de estas cavernas (que también cumplieron la función de templos, puntos de encuentro comunitario y peculiares galerías de arte) se han reciclado en espectaculares hoteles donde vivir una experiencia a todo punto diferente.
Estos hoteles cueva, excavados en el terreno, no solo proporcionan la más íntima conexión con la naturaleza, sino que, además, permiten disfrutar de una innovadora concepción espacial más allá de las tradicionales cuatro paredes en ángulo recto. Pero ojo, que su confort nada tiene que ver con aquel del que gozaban los primeros cavernícolas: a estos alojamientos no les falta ningún lujo. Ni sauna, ni piscina, ni ese extraño ¿privilegio? moderno llamado wifi.
Saltamos a los puntos cardinales del mundo para descubrir los más espectaculares hoteles tallados en la montaña, las localizaciones más sorprendentes bajo tierra. De EE. UU. a Israel, pasando por Francia, Grecia e Italia, en estos alojamientos se puede dormir en la más completa intimidad, en sintonía con el entorno y con la sencilla forma en la que se entendía la sofisticación en los albores de la humanidad.
Capadocia, el paraíso de las cuevas
Si hay un lugar en el mundo donde apreciar en toda su inmensidad la magia de las cavidades rocosas, este es la Capadocia, en la Anatolia Central de Turquía. Una zona caracterizada por exhibir una formación geológica que es única en el globo terráqueo. Este paisaje, al que muchos atribuyen a otro planeta, está formado por caprichosos valles, columnas y monolitos que la erosión ha modelado en toba volcánica a lo largo de miles y miles de años. El resultado son las archifamosas chimeneas de las hadas, que fueron todo un capricho para muchos de los grandes imperios que han dejado su huella en la historia: hititas, persas, romanos, bizantinos, otomanos…
Hoy, en tiempos de Instagram, este tesoro paisajístico atrae a visitantes llegados de todos los rincones, ansiosos por capturar estas esculturas de aspecto fantástico que recrean obeliscos de piedra con terminaciones en forma de hongo, y que pueden alcanzar hasta 40 metros de altura. Y también, claro, por alojarse en sus hoteles cueva en el lugar que ha favorecido tradicionalmente su creación. Este complejo subterráneo turco, perteneciente al Parque Nacional de Göreme, concentra el mayor número de este tipo de alojamientos que escapan a lo convencional.
Seis hoteles espectaculares ubicados en cuevas
Yunak Evleri, Capadocia, Turquía
Un laberinto de pasadizos estrechos y escaleras de piedra conduce a estas siete casas cueva, en las que aguardan 40 habitaciones decoradas en un estilo tradicional. Están en el ancestral pueblo de Yunak. Y datan, nada menos, que del siglo V.
Hotel Hezen Cave, Capadocia, Turquía
La arquitectura, el estilo y un servicio exquisito marcan las pautas de este hotel cueva proyectado por Halide Didem. Aquí se alcanzan los más altos estándares del buen gusto, a lo que se suman las magníficas vistas al castillo de Ortahisar.
Kokopelli’s Cave, Nuevo México, EE. UU.
Horadada en unos acantilados verticales, este alojamiento se jacta de unas vistas fabulosas sobre el parque nacional Mesa Verde. Pero sobre todo, de tratarse de una auténtica cueva con pequeños lujos como el de su ducha-cascada.
Le Grotte della Civita, Matera, Italia
La singularidad de la bella localidad de Matera se materializa en este complejo en la parte más antigua de los Sassi, dominando el arroyo Gravina y frente al paisaje del Parque Murgia. Aquí se sitúan las sencillas habitaciones de este hotel cueva.
Hotel Gamirasu, Capadocia, Turquía
También en Capadocia, esta vez en el pueblo de Ayvali, cerca de Urgup, se encuentra este hotel cueva que fue utilizado como un monasterio de retiro en el período bizantino, de lo que ha quedado una iglesia ortodoxa del siglo XI. El resto son cuevas restauradas.
Les Hautes Roches, Rochecorbon, Francia
Aunque se trata de una suntuosa casa francesa del siglo XVIII, emplazada en un acantilado sobre la orilla del río Loira y a unos minutos de Tours, 12 de sus 14 habitaciones están esculpidas en la roca con una acertada estética.
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