Guía práctica de Fez

Pasajes secretos de Fez
Pasajes secretos de Fez

Cómo llegar

Royal Air Maroc(? 902 210 010 y www.royalairmaroc.com) ofrece, vía Casablanca, un vuelo diario a Fez desde Madrid, seis vuelos semanales (todos los días salvo jueves) desde Barcelona y miércoles y domingos desde Valencia. La tarifa más barata parte de 200 € por billete de ida y vuelta (sin tasas) y la duración máxima del vuelo, incluyendo la escala, es de cuatro horas. Hay varios itinerarios organizados de distinta duración a través de la mayorista especializada en el mundo árabe Dunia Tours(www.duniatourses.com), que ofrece una semana por las Ciudades Imperiales -Fez, Marrakech, Rabat y Meknés-, con vuelos, alojamiento en media pensión en hoteles de categoría turista y visitas, a partir de 707 € en temporada baja. Otro mayorista, Nobel(www.nobel-tours.com), ofrece también este mismo itinerario, con media pensión en establecimientos de primera categoría o lujo, a partir de 1.165 €. Los programas de ambos touroperadores pueden contratarse en cualquier agencia de viajes.

Documentación

Pasaporte con una vigencia mínima de tres meses.

Diferencia horaria

Una o dos horas menos que en España, según la época del año.

Cuándo ir

Se puede viajar todo el año, aunque el otoño y la primavera son las temporadas más agradables, ya que se evitan las temperaturas asfixiantes del verano y los días de invierno, que en Fez llegan a ser muy fríos. Moneda Un euro equivale a 10 dirhams. Es fácil cambiar moneda en bancos, hoteles y algunas tiendas, y también es posible sacar efectivo en los cajeros de los bancos, incluso dentro de la Medina. El uso de tarjetas de crédito está muy extendido en los hoteles y en muchos restaurantes y tiendas. Conviene guardar los resguardos del cambio de moneda para volver a cambiar a euros sin problema los dirhams que hubieran sobrado al final del viaje.

Idioma

La lengua oficial es el árabe clásico, aunque lo que se habla en la calle es el árabe coloquial de Marruecos y también el bereber. La educación en las escuelas se sigue impartiendo en francés, por lo que una gran parte de la población se maneja a la perfección en este idioma, aunque en muchos hoteles y tiendas resultará sencillo dar con personal que hable bien el castellano.

Seguridad

Marruecos es en general un país muy seguro, donde, con mala suerte, el mayor percance con el que se puede topar el viajero, como en casi cualquier lugar turístico del mundo, es con un robo. Por ello conviene vigilar la cartera en las aglomeraciones y las estrecheces de los zocos, evitar pasear de noche en solitario por zonas que no se conozcan y, si se viaja en coche, tener la precaución de no dejar nada en su interior y, a ser posible, aparcar en las zonas vigiladas. En los hoteles siempre le podrán recomendar un lugar seguro para dejar el vehículo. Aunque, como saben los incondicionales de Marruecos, el consumo de hachís resulte bastante habitual, es preciso recordar que legalmente está prohibido en este país, por lo que conviene ser cauteloso con todo lo que respecta a ello, especialmente al emprender el regreso a España, pues cada año son numerosos los turistas cazados en la frontera con este tipo de souvenir.

Sanidad

No es obligatoria ninguna vacuna. Conviene beber agua embotellada y evitar las ensaladas o la fruta que no haya pelado uno mismo, así como comer en lugares de higiene dudosa para eludir los problemas intestinales. En cualquier caso, las farmacias de las zonas urbanas suelen estar bien surtidas para atajar cualquier problema leve de salud, aunque conviene recordar que en los servicios médicos se suele pedir el pago por adelantado. Los seguros médicos cuestan tan poco, que siempre compensa hacerse uno por precaución, se viaje donde se viaje.

Dónde dormir

Aunque por fuera no sea gran cosa, si se busca un hotel de nivel, el cinco estrellas Les Mérinides(www.lesmerinides.com) destaca por las vistas sublimes de Fez el Bali que sus alturas despachan desde muchas de sus habitaciones y desde la deliciosa terraza sobre la piscina, en la que también es posible comer o cenar cuando el tiempo acompaña. También del más alto nivel, el Palais Jamais(www.sofitel.com), un antiguo palacio rodeado de jardines andalusíes, se levanta junto a Bab Guissa, una de las puertas de entrada al casco viejo. La anodina ville nouvelle o ciudad nueva, donde se concentra la vida administrativa, suma numerosos hoteles de todas las categorías y precios, aunque resulta más apetecible instalarse en el corazón de la Medina en cualquiera de los riads que en los últimos años se han ido abriendo en añejos palacetes reciclados en hotelitos con encanto (ver recuadro).

Dónde comer

Deliciosamente especiada -que no necesariamente picante-, entre los platos imprescindibles de la cocina marroquí destaca el cuscús de cordero, pollo o vaca con verduras y sémola; el pollo al limón confitado, la delicadísima pastela -una de las especialidades de Fez-, hecha con finísimas capas de hojaldre rellenas de marisco o de carne de pichón, canela, pasas y frutos secos; los tajines de carne, sésamo, verduras y dátiles asados en recipientes cónicos de barro, los pinchos morunos, la sopa harira y, por supuesto, los dulces almibarados de frutos secos con miel, como los ojos de gacela o el baklava. Algunas buenas direcciones en las que probar los sabores locales serían, en la gama más alta, el restaurante Al Fassia del hotel Palais Jamais o L''Herbier de l''Atlas, uno de los restaurantes del hotel Jnan Fès. Ya a precios más asequibles y en pleno Fez el Bali, se puede acudir a los saloncitos alrededor de un patio del Palais de Fès y de Palais Mnebhi, en la antigua residencia que ocupara el general Liauteay; ambos con, además, una agradable tetería con vistas a las azoteas de la Medina. Y, llenos también de encanto, los restaurantes de los riads reseñados en el recuadro.

De compras

La ciudad de Fez presume, y con mucha razón, de despachar la mejor artesanía del país y de ser una de las urbes en las que mejor se preservan sus oficios de antaño. Por tanto, resulta bastante fácil volverse loco con los trabajos de marquetería que exhiben las mil y una tiendas de la ciudad vieja, sus bandejas de cobre, bronce y latón finamente cinceladas a mano, sus lámparas orientales y sus joyas elaboradas con preciosas incrustaciones en oro, plata y marfil. La alfarería constituye, sin duda, uno de los platos fuertes de Fez, así como las alfombras de lana o seda anudadas siempre a mano en telares tradicionales y, también, las prendas de cuero -desde cazadoras a babuchas y hasta sillas de montar-. Aunque el precio final del objeto adquirido dependerá enormemente de nuestra maña en el regateo -un arte que exige buen sentido del humor y una gran dosis de paciencia-, generalmente en la urbe de Fez las tarifas son más elevadas que en muchas otras localidades marroquíes, aunque es habitual que la calidad también lo sea.

Más información

Oficinas de Turismo de Marruecos. Ventura Rodríguez, 24. Madrid. ? 91 542 74 31. Balmes, 89. Barcelona. ? 93 453 20 38. En Internet: www.turismomarruecos.com

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