Destinos que marcaron la vida y obra de Cervantes

Nápoles (1570)Cervantes pasó al Reino de Nápoles, que entonces pertenecía a la Corona española y donde se alistó para embarcar bajo el mando de don Juan de Austria.

Calabria (1574)Una vez repuesto de su experiencia en Lepanto, se reincorporó al servicio activo para participar en la defensa de Túnez, entre otras campañas.

Túnez (1574)Tras su convalecencia en Mesina, Miguel de Cervantes se reincorporó al servicio militar y su destino fue la defensa de Túnez y del presidio o fuerte de La Goleta, que acabó mal.

Argel (1580)En septiembre de 1575, poco antes de cumplir 28 años, la galera en la que viajaba junto a su hermano fue capturada frente a las costas de Cataluña por una partida de berberiscos. Los berberiscos trasladan a Cervantes hasta las prisiones de Argel. Tras cuatro intentos de fuga y cinco años de cautiverio, es liberado al fin por los frailes trinitarios en septiembre de 1580.

Tomar (1580)A su regreso de la prisión de Argel, Cervantes acudió a la Corte del rey de España, Felipe II, que se había instalado en la ciudad portuguesa de Tomar, con el objetivo de conseguir algún empleo público.

Orán (1581)Tanto porfió Cervantes en Tomar que logró que le encomendaran una misión en Orán. Oficialmente iba como correo de avisos, pero todo apunta a labores de espionaje que contravenían la tregua pactada con el Turco.

LisboaTras cumplir su misión en Orán, embarcó rumbo a Cartagena para luego trasladarse a Lisboa, donde estaba la Corte de Felipe II. Permaneció en la capital portuguesa esperando un encargo hasta que, frustrado, regresó a Madrid.