El único pueblo de España que empieza por la letra W: tiene menos de 300 habitantes y 1.000 calaveras escondidas

Sólo una. La única localidad en España que empieza por la letra W, como whiskey, waterpolo, windsurf o wolframio, está en Valladolid y debe su peculiaridad a la influencia de los reyes godos. Parece ser un municipio característico por sus singularidades, pues cuenta con una de las pocas iglesias de estilo mozárabe supervivientes en territorio español, cuya cabecera y crucero están datados en el siglo X, y un osario que guarda unas 1.000 calaveras humanas.

Hablamos de Wamba, ubicado en pleno Valle del Hontanija, el nombre de este pueblo de menos de 300 habitantes tiene su origen en el año 670, cuando el rey godo Wamba fue elegido, según cuenta la página web del propio ayuntamiento: "Se elige al noble Wamba como monarca godo en este lugar como sucesor del anterior, Recesvinto, que murió en estos parajes", explican. Además del nombre, el único topónimo que comienza con w, Wamba cuenta con la iglesia mozárabe de Santa María como principal atractivo turístico.

Mil calaveras en la iglesia de Santa María

En ella se encuentran varios retablos, entre ellos uno de estilo flamenco bañado en oro y plata del siglo XV, y la sepultura donde se cree que está enterrado el rey godo Recesvinto. Todavía a día de hoy se conservan algunas paredes del claustro de un monasterio que fue construido junto al edificio, detrás de cuyas paredes se encuentran más de 1.000 calaveras escondidas en el osario de la Orden de San Juan. De forma ordenada, señala el ayuntamiento, el lugar alberga cráneos humanos y diferentes huesos de frailes y vecinos que se fueron acumulando desde la Edad Media.

La iglesia de Santa María de Wamba fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931, y junto a los restos se puede leer una inscripción que dice "como te ves, yo me vi. Como me ves, te verás. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás", reza el epitafio. En la misma localidad también se encuentran un monumento dedicado al rey visigodo Wamba, que da nombre a este pueblo, la ermita de la Virgen de la Encina o la ermita del Cristo del Humilladero.