El pueblo español que fascinaría a los piratas: está incrustado en una cueva marina
Un precioso pueblo de las Islas Canarias que ha sido esculpido por las olas del mar.
Único y espectacular, así podríamos definir a este pueblo enclavado en uno de los lugares más curiosos de las Islas Canarias. Una suerte de enclave construido en las rocas, y de cara al mar, que hubiera sido el sueño más preciado de cualquier pirata que buscara un lugar donde esconder su tesoro.
Para encontrarlo hay que dirigirse a la Isla Bonita e ir por la sinuosa carretera que une Tijarafe con Porís de Candelaria, un minúsculo pero coqueto pueblo cobijado entre las rocas volcánicas y abrazado por unas cristalinas aguas que prometen, ante todo, uno de los baños más apetecibles de La Palma.
Un emplazamiento escondido que, más allá de ser el lugar donde todos querríamos pasar una tarde de verano, es la viva imagen de todos los pueblos relatados durante siglos en las leyendas náuticas. Pero es imprescindible conocer su historia para responder a unas cuantas preguntas que todos nos hacemos al presenciarlo por primera vez. ¿Por qué hay un pueblo esculpido en una cueva marina? ¿Quiénes habitaban este lugar?
La historia de Porís de Candelaria
El origen de este pueblo se encuentra, como no podía ser de otra forma, en los pescadores de la zona. Estos encontraron en este lugar una suerte de puerto natural, del que le viene su nombre, que nos da claras referencias de su historia. Porís, de hecho, alude al significado de la piedra en el que se amarran los baros en la tierra.
Pero lo más curioso no es eso, sino que existen referencias documentadas del lugar en el que se dice que en 1588 sirvió como puerto de mercancías y el lugar desde el que partían quienes se aventuraban a hacer una travesía hacia las américas. Y es que cabe recordar que, a pesar de que ahora tenemos unos modernos puertos, en la época este servía como un puerto esculpido al detalle para los pescadores por la madre naturaleza.
Su apellido, Candelaria, viene dado por la virgen homónima. Se dice que un navío portugués, arriado por los fuertes vientos, terminó atracando en este puerto, en el que llevaban una imagen de la Viren de la Candelaria. Estos, procurando que sufriera el menor daño posible, bajaron la imagen del barco para tratar de protegerla del viento y la lluvia. Nada más posarla en sus lindes, la tormenta cesó. Pero, cuando intentaban volver a poner rumbo hacia los mares, y al intentar transportarla de nuevo al barco los vientos volvían y las lluvias cada vez se volvían más fuertes. Tras varios intentos, finalmente, decidieron que la virgen debía quedarse en el lugar.
Una imagen que ya no se encuentra en Porís de Candelaria, siendo reubicada en una cueva de Tijarafe para su veneración y a la que se le considera la patrona de la localidad por razones más que lógicas.
Cómo llegar a Porís de Candelaria y qué hacer
La mejor forma de llegar a esta coqueta localidad al abrazo del mar es como en antaño: por mar. Pero también existe una forma de hacerlo por tierra, cogiendo la carretera de Tijarafe en dirección al mar. Eso sí, esta carretera es conocida por estar repleta de curvas peligrosas y pendientes de un nivel considerable, por lo que se recomienda máxima precaución para llegar hasta sus lindes.
Una vez allí encontrarás sus coquetas casas blancas y el conocido como ‘Charco redondo’, el gran reclamo del lugar que no es otra cosa que la piscina natural que se genera alrededor de la cueva. Este, además de tener unas cristalinas aguas, también es uno de los lugares más cotizados de la isla para hacer snorkel, dejándose ver en sus fondos anémonas, estrellas de mar o caracolas.
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