El pueblo de España que tiene una catedral con 3.000 cabezas en su interior
Nos adentramos en la Sacristía de las Cabezas, una de las tantas joyas que alberga esta catedral ubicada en uno de los pueblos más bonitos de España.
No hace falta irse lejos para descubrir algunos de los lugares más curiosos del planeta. Tan solo hay que acercarse a un precioso y coqueto pueblo de Guadalajara para descubrir que lo extraordinario, muchas veces, están a un paso de nuestras casas. Es el caso del histórico pueblo de Sigüenza que, además de estar considerado como uno de los más bonitos de España, es también el lugar en el que toparnos con una de las catedrales más fascinantes de nuestro territorio.
Sigüenza, situada estratégicamente para controlar el paso del alto Henares y los valles de los ríos Dulce y Salado es una población que rezuma historia por todos sus poros. No es de extrañar, pues en ella todavía se pueden encontrar los vestigios de antiguos pobladores: celtíberos, romanos, visigodos y árabes. Es por eso que ahora esta ciudad, que mantiene intacta su esencia, se impone como un emplazamiento medieval que secuestra la mirada ya en una primera vista general.
El castillo es el que domina la ciudad, haciendo de ella una postal viva a través de sus cimientos, que ascienden hasta sus almenas, donde se guardan los secretos de sus pobladores. Pero también hay que fijarse en otros puntos turísticos como la Casa del Doncel, de obligada visita, o la iglesia de San Vicente o de Santiago y su Plaza Mayor o el Barrio Humanista.
Pero, entre todos ellos, hay un lugar que destaca sobre el resto: la catedral de Sigüenza. Es, en conjunto, un precioso ejemplar del cisterciense o primer gótico y en ella merecen especial interés las Capillas de los Acres, de San Pedro, de la Asunción o de San Marcos. Pero su interior se ha hecho famoso por una cosa muy particular que es difícil encontrar en otros lugares: la Sacristía de las Cabezas.
3000 cabezas en el interior de la Catedral de Sigüenza
La Catedral de Sigüenza está considerada una de las obras más importantes del Renacimiento español. Su diseño se debe a Alonso de Covarrubias, y a su ejecución a diversos maestros: Francisco de Baeza, que se documenta su intervención como aparejador o Nicolás de Durango, entre otros.
Entrar en ella es hacerlo a través de una suntuosa portada renacentista, erigida en 1573, con columnas adosadas sobre altos pedestales, y que se completan con varias hornacinas conteniendo esculturas de apóstoles.
Su interior se forma por una estancia, dividida en cuatro tramos y en la que sorprende la extraordinaria decoración del techo. Es, precisamente aquí, donde nos encontramos con la joya de la corona: centenares de casetones con 304 cabezas grandes y expresivas, a las que acompañan más de 3000 en menor tamaño, a base de rostros sobre medallones, rosas y angelotes. Esta sorpresa en su interior, te lo aseguramos, te mantendrá con la cabeza hacia arriba durante muchos minutos, pues no todos los días se puede apreciar uno de los conjuntos iconográficos y ornamentales más espectaculares de España.
Otro punto interesante de la catedral también son la capilla de las Reliquias y del Espíritu Santo, datadas del siglo XVI, con una interesante y complicada decoración plateresca en los muros rematando en una bella cúpula hemisférica. También la pintura sobre lienzo de El Greco que puede encontrarse en su interior, que corresponde a la última fase del artista, de principios del siglo XVII.
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