El pueblo más bonito al que escaparte este fin de semana está en Huelva
En la comarca de la Tierra Llana y a orillas del río Tinto nos encontramos con un municipio que, si bien tiene la consideración de ciudad, es en realidad como un pueblo grande que resulta perfecto para pasar un fin de semana de ensueño.
Permítanos, viajero, que empecemos este recorrido por el pueblo más bonito al que escaparse este fin de semana con los comienzos de un libro que ha marcado la vida de varias generaciones y, a día de hoy, sigue siendo una joya indiscutible de nuestra literatura. ‘Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro’. Así comienza ‘Platero y yo’, obra del poeta y Premio Nobel de Literatura en 1956, Juan Ramón Jiménez para descubrir Moguer, su municipio de nacimiento.
Nos trasladamos hasta la provincia de Huelva, a unos 20 kilómetros de su capital, para descubrir un municipio de gran importancia histórica, ya que en el convento de Santa Clara pronunció Colón su juramento a los Reyes Católicos antes de emprender su viaje hacia tierras desconocidas.
Arrancamos nuestra visita en el casco histórico de Moguer, un laberinto de calles estrechas que reflejan su historia. La influencia árabe se hace evidente en la arquitectura, con casas encaladas que brillan bajo el sol andaluz. Llegamos a la plaza del Cabildo, centro neurálgico donde los locales se reúnen y donde los viajeros y exploradores pueden empaparse y disfrutar como auténticos locales.
Qué ver en Moguer
Uno de los tesoros arquitectónicos de Moguer es la iglesia de Nuestra Señora de Granada, una impresionante construcción gótica-mudéjar que data del siglo XIV. Su imponente fachada y su interior ricamente ornamentado son testigos de la importancia histórica y religiosa del municipio. También hay que hacer parada en el teatro de la localidad y en la capilla aledaña.
Visitar Moguer es viajar a la cuna de Juan Ramón Jiménez y eso se nota en cada esquina. La casa natal del poeta se ha convertido en un museo que rinde homenaje a su vida y obra. Los viajeros pueden explorar las habitaciones donde creció el escritor y descubrir la evolución de su creatividad a través de cartas, manuscritos y fotografías.
Hay también algunas estatuas tanto del poeta como del protagonista de su obra más famosa diseminadas por el casco antiguo. Y el cementerio local también es, más allá del turismo dark, un importante punto de peregrinación. La sencillez de su tumba contrasta con la profundidad de su obra y nos recuerda la importancia de la palabra y su capacidad para transformar las cosas.
Para conocer Moguer se debe descubrir un poco su economía. El municipio, durante muchos siglos, destacó por su actividad marinera y comercial (Colón tuvo algo que ver al respecto), exportando vinos y otras mercancías hasta América. La actividad vitivinícola fue el motor principal de su economía hasta comienzos del siglo XX, que vio como el desarrollo del cultivo del fresón ganaba posiciones respecto al vino; de hecho, actualmente Moguer es el mayor productor de fresas de España y Europa.
Moguer y su humedal
La naturaleza también desempeña un papel destacado en la identidad de Moguer. El humedal de la Marisma de las Madres, declarado Reserva Natural, es un paraíso para observadores de aves y amantes de la naturaleza. Este ecosistema alberga una amplia variedad de aves acuáticas y plantas autóctonas, creando un hábitat único que merece la pena explorar. Además, los senderos están bien señalizados y ofrecen al viajero la oportunidad de sumergirse en plena naturaleza.
Moguer, además de ser lugar histórico, también destaca por sus fiestas. Durante las más importantes (Semana Cultural y Feria), el municipio se engalana y la música, las danzas tradicionales y las representaciones teatrales se desarrollan por todo el casco histórico.
En definitiva, Moguer es mucho más que una localidad encantadora en el suroeste de la Península Ibérica; es un tesoro histórico, cultural y natural que invita al viajero a sumergirse en sus encantos. Con su arquitectura de influencias árabes, la huella literaria de Juan Ramón Jiménez y la exuberante Marisma de las Madres, ofrece una experiencia completa para todos aquellos que quieran buscar el mejor destino para este fin de semana.
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