Las tres ciudades que harán que te enamores de Canadá

Canadá es el segundo país más grande del mundo, cuenta con gran parte de su territorio sin habitar. La naturaleza se erige aquí como el principal protagonista, y con él una fauna y una flora que rodea ciudades de lo más cosmopolitas.

Si cerramos los ojos y pensamos en Toronto vemos siempre una torre. Es la CN Tower, que delinea el skyline de la ciudad. Sube a su mirador, a 477 metros de altura, y disfrutarás de una panorámica espectacular de la ciudad. Los más sibaritas pueden disfrutar de estas vistas en su restaurante 360º.

Comenzamos este viaje por la ciudad más vanguardista de Canadá paseando por el Art Gallery of Ontario, con obras maestras de Picasso, Van Gogh o Henry Moore, te darás cuenta de la pasión por el arte, en todas sus formas, de los habitantes de esta ciudad en la región de Ontario. 

Alrededor del museo, con numerosas actividades para que los más pequeños se introduzcan en el mundo de la pintura, hay una serie de calles peatonales plagadas de galerías de arte contemporáneo. En esta parte del centro de la ciudad también podremos degustar los típicos bagels canadienses con pastrami.

Muchos son los que comparan a Toronto con Nueva York. El edificio Gooderham Building es conocido como la versión del Flatiron torrontés, y la Yonge Dundas Square es la Times Square canadiense, con mil pantallas gigantes y neones que hacen que el ambiente no decaiga en ningún momento.

Cataratas de ensueño

Podemos haber visto mil veces en postales o en la pantalla las famosas y majestuosas cataratas del Niágara, pero la verdad es que cuando se divisan en primera persona siguiendo el camino que bordea el río del mismo nombre, el visitante queda totalmente anonadado. Situadas a unos 236 metros sobre el nivel del mar, su caída es de aproximadamente 51 metros.

Desde el lado canadiense de las Niagara Falls, que también pueden admirarse desde Estados Unidos, las vistas son más frontales y directas, tanto de las cascadas medianas del lado americano como de la gran cascada con forma de herradura. Muchos hoteles con vistas se ubican en esta zona, incluso casinos y establecimientos que hacen que pensemos en Las Vegas.

El Parque Natural de las 1000 islas

De camino a Ottawa por la llamada ruta Transcanadiense pasaremos por la región de las 1000 islas, que los indígenas llamaban el jardín de los Espíritus. En concreto se trata de un archipiélago de 1.864 islas situadas en el curso superior del río Lorenzo.

Tom Hanks y Madonna son propietarios privados de algunos islotes, muy apreciados especialmente por la belleza de esta zona de gran biodiversidad, con frondosos bosques que albergan especies amenazadas de gran valor, como las tortugas stinkpot y las águilas calvas.

A pesar de ser la capital política de Canadá y poseer una larga historia, es una ciudad que ha quedado eclipsada ante otras como Toronto, Montreal o Vancouver. Para hacerse una idea de esta ciudad lo mejor es subir a la Torre de la Paz, de casi 100 metros de altura. Además, ¡es gratis!

Para conocer bien su pasado como colonia británica, a continuación, podemos ver el cambio de guardia frente al Parlamento. Tiene lugar todos los días a las 10 de la mañana y durante más de media hora más de 50 soldados, con sus trajes rojos y sus sombreros Burby, realizan un colorido desfile con su banda de música en los jardines. 

Una visita a Ottawa se merece que probemos su postre típico, el Beavertail, literalmente cola de castor. Se trata de una especie de gofre de masa frita con todos los toppings dulces que le quieras echar por encima. Al igual que el sirope de arce, típico en todo Canadá. Un buen lugar para probar este dulce es en York Street, una de las calles más animadas de la ciudad, con restaurantes y multitud de terrazas con estufas.

No podemos abandonar la ciudad sin un paseo por el canal Rideau. Lo ideal es coger una bicicleta y disfrutar del atardecer contemplando el reflejo de los edificios históricos de la urbe sobre el agua.

Montreal es una ciudad cosmopolita y vanguardista. Sus multiculturales barrios como Chinatown, el barrio judío, Little Portugal, Little Italy, el Village y otros tantos cautivan por su autenticidad y fervor cultural. En sus calles, llenas de vida, fluyen el arte y la música y se respira un aroma de libertad. 

El buen humor y la hospitalidad de los canadienses contagian al visitante, que inevitablemente acaba seducido por una urbe que combina la despreocupación e informalidad de América del Norte con la sofisticación europea. Los más diversos estilos arquitectónicos se funden de manera armoniosa como en ningún otro lugar. 

Los hipsters, con su halo nostálgico y su estilo de vida alternativo, conviven en curiosa armonía con los judíos ortodoxos en Mile-End. Ya sea en esta zona cercana a Laurier, en el Vieux-Montreal o a las orillas del río, donde se alza la catedral de Notre-Dame. Montreal es una metrópoli que alardea de sus raíces francesas frente al halo de mundo anglosajón que desprenden Toronto o Vancouver. 

Montreal tiene una mezcla de arquitectura fascinante; sigue la línea del río hasta el Canal de Lachine, y allí encontrarás los iconos más espectaculares de Montreal que dejó la Expo del 67; Habitat 67 y la Biosfera, se erige como uno de los edificios más importantes de la historia de la arquitectura contemporánea. Otro legado de gran belleza de la Expo de 1967 es EL HOMBRE, de Alexander Calder, una impresionante escultura de acero inoxidable de 24 metros ubicada en el parque Jean Drapeau, desde el que se obtienen algunas de las mejores panorámicas de Montreal.

Canadá conquista a quien pone los pies en él. Es imposible no sucumbir al carácter amable de sus gentes, a sus increíbles Parques Naturales y a la mezcla de habitantes procedentes de todas las partes del mundo. Unas cualidades que hacen de Canadá un destino imprescindible para conocer este 2023 junto a Club VIAJAR.