Estos son los tres safaris que no debes perderte en Tanzania: una inolvidable aventura en África
A través de todos sus parques nacionales, el país africano ofrece las mejores aventuras salvajes para contemplar a los Cinco Grandes y vivir la Gran Migración.
A la sombra de los imponentes 5.895 metros del Monte Kilimanjaro, el más alto del continente, se extiende la vasta sabana africana, ofreciendo el gran espectáculo de la vida salvaje del país. Realizar un safari rodeado de este entorno, es una experiencia que todo viajero ha de vivir al menos una vez en la vida. Desde las llanuras del Serengeti hasta el cráter del Ngorongoro, Tanzania es sorpresa tras sorpresa.
Con este itinerario por el país, diseñado por Club Viajar, podrás disfrutar de ellas gracias a algunos de los mejores safaris de África.
Parque Nacional Serengeti, el corazón de Tanzania
El Parque Nacional de Serengeti es, probablemente, uno de los lugares más icónicos del continente africano para aventurarse en un safari. También es uno de los pocos lugares del mundo donde se puede observar a enormes manadas migrando. Y es que este parque es popular por su “gran migración”, la cual se produce entre Serengeti y el Parque Nacional de Masái Mara, localizado en Kenia. Se trata de uno de los espectáculos más asombrosos de la vida salvaje en el que se desplazan cerca de dos millones de ñus y cebras en busca de agua y pastos frescos. Durante la travesía, depredadores como hienas, leones y guepardos los siguen de cerca, ofreciendo la oportunidad a los visitantes de presenciar el ciclo de la vida.
Uno de los mejores puntos para contemplarlo es la zona norte del Serengeti, entre mediados de julio y principios de agosto, momento en que las manadas se disponen a cruzar el río Mara en su camino al norte. En noviembre volverán al parque tras las lluvias.
Pero, además, Serengeti es hogar, durante todo el año, de elefantes, jirafas, rinocerontes y guepardos, acercando la oportunidad de observar a los Cinco Grandes en su hábitat natural.
Baobabs y elefantes en el Parque Nacional de Tarangire
Famoso por sus baobabs gigantes y sus grandes manadas de elefantes, el Parque Nacional de Tarangire se distribuye alrededor del río que lo bautiza. Este impresionante paisaje, coronado por antiguos árboles gigantes, resulta de lo más fotogénico.
Aquí los safaris son más íntimos y menos concurridos. Además de poseer la mayor concentración de elefantes del mundo, en él pueden contemplarse leones, jirafas, leopardos y gran variedad de aves.
Parque Nacional Ngorongoro, jardín del edén
Este antiguo volcán cuenta con tan solo 20 kilómetros de diámetro. Un reducido territorio en el que su tamaño no lo exime de albergar a los Cinco Grandes: leones, elefantes, rinocerontes, leopardos y búfalos.
No es de extrañar que el Cráter de Ngorongoro sea conocido como “Arca de Noé” por su gran diversidad de fauna, entre la que sobresalen los rinocerontes negros, en peligro de extinción. Su protección y conservación es uno de los propósitos del parque para que estos animales prosperen.
Además de toda esta riqueza natural, Ngorongoro es el hogar de comunidades masái, y aquí es posible ver cómo guían a sus rebaños o ser partícipe de su vida en las aldeas. Resulta fácil comprender por qué Hemingway quedó cautivado con este “jardín del edén”.
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