Hay otros Alpes y están en Noruega: contempla los fiordos desde las alturas
El eterno hogar de Heidi tiene un hermano mellizo en el norte de Europa rodeado de glaciares.
Los Alpes más conocidos se extienden por Alemania, Austria, Eslovenia, Francia, Hungría, Italia, Liechtenstein, Mónaco y Suiza, cubiertos por nieve gran parte del año. Su tamaño es tal que incluso se dividen en tres sectores: Occidentales, Centrales y Orientales. Sin embargo, estos no son los únicos alpes que existen, entendidos como grandes cadenas montañosas. Cerca de la ciudad de Ålesund (Noruega) se extienden los Alpes de Sunnmøre, que emergen entre glaciares laterales como el de Hjørundfjord.
Caminar por estos alpes a más de 1.500 metros de altura es imprescindible para todo amante de la montaña. La gran diferencia entre ambos alpes reside en el paisaje. Aunque la altitud de sus picos es menor -el más alto de los noruegos es el monte Slogen de 1.564 metros frente a los 4.809 del Mont Blanc-, los fiordos no encuentran comparación. Del mismo modo sirven como pistas de esquí, sobre todo entre febrero y junio.
Además, otro punto positivo de Sunnmøre es que en verano la luz diurna no se apaga hasta la medianoche, por lo que la expedición puede alargarse durante muchas horas. Las rutas de esta zona, unas más largas que otras, son consideradas de las mejores del país para personas con cierta forma física. Hay alojamientos cercanos, así como restaurantes y paradores donde poder descansar después de haber contemplado los paisajes más bonitos del lugar.
Ålesund, la ciudad más Art Nouveau de Europa
La ciudad más próxima es Ålesund, que merece una mención a parte. Esta fría urbe supo aprovechar una tragedia como la que es un incendio devastador para reconstruirse por completo. En 1904 prácticamente todo quedó reducido a cenizas y los arquitectos, que empezaban a seguir la corriente del Art Nouveau, convirtieron Ålesund en una de las ciudades más llamativas de toda Europa.
En la costa oeste de Noruega, más allá de los edificios, su localización es completamente privilegiada: entre montañas y en mitad de un fiordo, lo que hace que el paisaje sea de lo más variado. Un paraíso para los alpinistas que quieran encumbrar algún pico del Molladalen, recorrer el monte Saksa o esquiar en los Alpes de Sunnmøre. Disfrutar de las famosas puestas de sol del país sabe diferente si se hace desde estos parajes, donde se puede ver cómo el gran astro se esconde más allá de las montañas.
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