Dubái: una nueva vuelta de tuerca a lo excéntrico y ostentoso

Suma y sigue. El emirato más ambicioso ha vuelto a activar los resortes de su ambición. Lo hace cada día poniendo a prueba su ya consolidada tendencia a batir todos los récords posibles. Aquí donde todo se multiplica, se magnifica y se sublima, lo que no existe se inventa. Hasta la lluvia. Sí. A través de un sistema de drones que realizan descargas eléctricas en las nubes, Dubái puede hacer llover en el desierto.

Hace ya un tiempo que la ciudad del exceso y la excentricidad es también la meca de la innovación. Una metrópoli inteligente, interactiva e hiperconectada que apuesta por una tecnología visionaria capaz de epatar hasta el más escéptico. El emirato del ‘más’ ha llevado su locura futurista al mundo del entretenimiento para constatar su fiebre por adelantarse a los tiempos.

El futuro ya está aquí

Así se ha visto en las últimas atracciones que han abierto sus puertas al asombro. Como el Museo del Futuro, el único en el mundo que ha sido creado con tecnología 3D. Es el lugar donde comprobar cómo evolucionará la sociedad a través de un viaje al año 2071, cuando todo (la salud, la belleza, los desplazamientos, la ecología y hasta la espiritualidad) estará supuestamente regido por la inteligencia artificial.

Más allá de su contenido (cines interactivos que recrean los tiempos venideros con realidad aumentada), el edificio es, en sí mismo, un motivo de visita. Su impactante fachada de acero y cristal, tatuada de versos con caligrafía árabe, adopta la forma ovalada de un ojo que representa a la humanidad, con un agujero central que simboliza la incertidumbre. No en vano está considerado uno de los museos más bonitos del mundo.

Volar en metaverso

La locura futurista de Dubái está presente también en el nuevo Centro de Innovación Dewa, en las entrañas del desierto. Un espacio diseñado de acuerdo a la geometría y la proporción áurea donde no sólo se puede aprender todo sobre las energías limpias, sino que, además, se puede hacer un vuelo en metaverso sobre el campo solar más extenso del mundo, compuesto por más de cinco millones de paneles.

También AYA es otra de las atracciones innovadoras. Un parque que combina arte y tecnología para brindar la más vibrante experiencia interactiva. Se puede flotar, bailar con alocados avatares y generar charcos con cada paso que se da en un auténtico universo paranoico de luces y colores.

Hoteles espectaculares

Pero no sólo en la carrera tecnológica el emirato toma la delantera. También en la industria hotelera demuestra que no hay quien le supere, con un calendario de aperturas que parece no tener fin. En los últimos tiempos se está dando la bienvenida a los más impresionantes e innovadores establecimientos. Como Delano Dubai, de la mítica cadena internacional de hoteles de lujo, que será inaugurado pronto.

O como la esperada incorporación a la cartera de cinco estrellas de Jumeirah, que abrirá sus puertas a finales de 2024. Diseñado en forma de un superyate or el arquitecto Shaun Killa, Jumeirah Marsa Al Arab completará la trilogía oceánica de la marca dubaití, que incluye el Jumeirah Beach Hotel, con forma de ola, y el Jumeirah Burj Al Arab, inspirado en un velero.

Otra gran incorporación será la del Six Senses The Palm en la medialuna occidental de Palm Jumeirah. Un exclusivo resort con 60 habitaciones, 162 residencias personales y un tramo privado de playa, además, de un club social y de bienestar, restaurantes, una biblioteca, piscinas y el reconocido spa Six Senses, que llega dispuesto (una vez más) a batir récords. Es la esencia de Dubái: tener siempre algo nuevo que ofrecer.