El desierto negro de Egipto: un paisaje lunar en el Sáhara

El desierto Negro, conocido en árabe como aṣ-Ṣaḥrāʾ as-sawdāʾ, es una región fascinante ubicada en el oeste de Egipto, caracterizada por sus montículos de aspecto volcánico, que se extienden a lo largo de aproximadamente 30 kilómetros. Esta área se encuentra entre la depresión de Farafra al sur y el oasis de Bahariya al norte. Lo que distingue a estos montículos es la presencia de capas de basalto oscuro en sus cumbres, lo que les da su distintivo color negro.

Los montículos del Desierto Negro, que pueden alcanzar hasta 100 metros de altura, presentan una diversidad en tamaño, forma y composición. Algunos son oscuros y están formados por cuarcita de hierro, mientras que otros tienen un tono rojizo debido a la arenisca de hierro. En los márgenes del desierto, se pueden encontrar colinas volcánicas que evidencian erupciones de dolerita volcánica, un evento geológico que se remonta al período Jurásico, hace aproximadamente 180 millones de años.

Ubicación y acceso

Este desierto se sitúa al sur del oasis de Bahariya y al norte del oasis de Farafra, y es parte del vasto desierto occidental de Egipto. Para llegar a este impresionante lugar, se recomienda hacerlo en un vehículo particular, preferiblemente con tracción en las cuatro ruedas, dado que el transporte público que circula por la zona no cuenta con paradas establecidas en el desierto Negro. Además, es fundamental contar con la compañía de un guía experimentado para garantizar una visita segura.

El paisaje

El Desierto Negro es una de las áreas de arena más inusuales del mundo, donde el típico amarillo del desierto da paso a una extensa región cubierta de rocas negras. Estas piedras, que son restos de lava solidificada, son el resultado de la intensa actividad volcánica que ocurrió hace millones de años. Al recorrer la zona, se pueden encontrar majestuosos cerros cubiertos de estas rocas negras, así como vastas llanuras con suelos que varían en tonos desde el naranja hasta el marrón.

Uno de los puntos más destacados del desierto es la Montaña Inglesa, desde donde se pueden obtener vistas panorámicas del paisaje. Subir a esta montaña permite a los visitantes apreciar la impresionante naturaleza del lugar y la singular composición de hierro de las piedras negras.