Collioure, un cuadro al natural

No resulta difícil encontrar a cada paso a espontáneos pintores que, paleta en mano, trazan la silueta de Collioure para exponer, después, sus obras en plena calle.

El luminoso pueblo
francés de Collioure
El luminoso pueblo francés de Collioure

No resulta difícil encontrar a cada paso a espontáneos pintores que, paleta en mano, trazan la silueta de Collioure para exponer, después, sus obras en plena calle. Situado a tan sólo 30 kilómetros de Perpignan, al sur de Francia, esta localidad, bohemia donde las haya, no es sólo famosa por ser el último lugar que vieron los ojos de Antonio Machado, enterrado en su cementerio. También, por ser inspiradora de Matisse y su amigo André Derain, que, fascinados por su luz y los colores de sus casas, comenzaron aquí a esbozar, pretendiéndolo o no, el primer movimiento de vanguardia artística del siglo XX, que posteriormente se conocería como fauvismo.

El pasado año se cumplieron cien de aquellas primeras pinceladas y el pueblo entero armó itinerarios colocando reproducciones de las obras de los dos grandes maestros en lugares estratégicos para identificar mejor los paisajes reales. Paisajes entre los que ocupa un lugar destacado el puerto natural que lo baña. A su izquierda, el Castillo Real, del siglo XII, reconvertido cinco centurias después en fortaleza. A la derecha, la iglesia, construida sobre la misma playa, junto a la que se alza la torre del antiguo faro que también hace las veces de campanario. Pero Collioure no es un enclave monumental. Es un pueblo luminoso, siempre muy animado, con pequeñas tiendas y restaurantes, terrazas e improvisadas galerías de arte, un tenderete y poco más, cada cien metros. En cualquier rincón intentan venderte un cuadro. Y en cualquier rincón, cualquiera cae en la tentación y compra un cuadro de las olas mediterráneas de los arenales de Voramar y Sant Vincent o de los tejados de Collioure y de sus ventanas con rejas.

Casa Païral. (Impasse des Palmiers. 04 68 82 05 81). Situado a unos 150 metros de la playa se encuentra este edificio centenario con un exuberante jardín, piscina y mobiliario de época en su interior (habitación doble, desde 80 €).

Les Templiers. (12, quai de l''Amiraoté. 04 68 98 31 10). Su reclamo no es sólo su cocina. También el dibujo de Collioure realizado por Matisse, titulado La felicidad de los pintores. En la carta, buscar el capón façon Pauline.

Maison de la France. Plaza de España, 18. Madrid. 807 117 181. www.collioure.com

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