Reaparece un pueblo fantasma sumergido durante 32 años

¿Crees que la Atlántida existe? Platón habló sobre ella en sus diálogos, y la describió como una civilización avanzada tecnológicamente en la que se vivía casi en el futuro. Los arqueólogos no tienen pruebas de su existencia, aunque tampoco hay argumentos para desmentir la historia contada por el filósofo. En Grecia ha aparecido una ciudad debajo de un lago. ¿Es la Atlántida? Seguramente no, pero ha sucedido en la tierra de Platón y el relato también es interesante. 

La zona de Nafpaktia es conocida la belleza natural que albergan sus montañas, y por esta razón es un destino popular para aquellos que disfrutan del excursionismo. Los amantes de la historia y la literatura también conocen bien la zona, ya que allí sucedió la batalla de Lepanto (o Nafpaktos, en Griego) en 1571, donde el ejército cristiano venció a los otomanos. Hay un famoso escritor español que perdió una mano en esa batalla, y menos mal que fue el izquierdo porque si no hubiera sido así, nos podríamos haber quedado sin un pilar fundamental de letras españolas: Don Quijote de la Mancha (de aquí el apodo “El Manco de Lepanto” para Miguel de Cervantes). 

Entre las montañas de Nafpaktia corre el río Evinos. Con el objetivo de regular su flujo, controlar inundaciones, proporcionar agua para el regadío, y habilitar el acceso de agua potable a la población local, se construyó el lago artificial Evinolimni. Según las condiciones climáticas, la cantidad de agua del lago puede variar. 

Aunque esta historia sucede en Grecia, hay una parte que pertenece a los romanos. El lago se empezó en 1992, pero los arquitectos miraron hacia atrás en el tiempo para construir un acueducto subterráneo. Para ello, utilizaron técnicas con las que aprovechaban los recursos naturales, y así llevar el agua del río hasta el estanque, a través de un túnel que mide 29.393 metros.

¿Qué pasó con el pueblo sumergido?

Aunque la construcción del lago Evinolimni ayudó a la población en cierta medida, también hubo consecuencias que alteraron la vida de la zona. En primer lugar, tierra que se podía trabajar quedó completamente obsoleta, y se perdió un ecosistema de flora y fauna. Los habitantes del pueblo Neochorio Nafpaktia tuvieron que desplazarse a otras localidades, ya que su hogar quedaría debajo del agua porque formaba parte de la zona elegida para construir el lago artificial. Sin embargo, después de 32 años, la sequía y los fenómenos naturales causados por el cambio climático, han dejado al descubierto los esqueletos de un lugar que hospedaba vidas y que ahora se ha convertido en una historia para contar referenciando la Atlántida.