El 'Festival Desnudo' de Japón acepta por primera vez a mujeres tras más de 12 siglos

Las mujeres japonesas ahora forman parte de la historia del país, aunque ha habido gente a la que no les ha gustado la iniciativa.

Es considerado uno de los festivales más extraños del mundo
Es considerado uno de los festivales más extraños del mundo / Wikicommons. Mstyslav Chernov/Unframe/http://www.unframe.com/

Nada más que un taparrabos es la vestimenta de los casi 10.000 hombres que participan en el Festival Desnudo o Hadaka Matsuri en Japón. El más antiguo es el de Konomiya, en Inazawa, la prefectura de Aichi, y cuenta con unos 1.250 años de historia. La tradición marca que el día 13 del calendario lunar, miles de hombres creyentes se reúnen en el santuario Owari Okunitama-jinja. En sus orígenes se celebraba con el objetivo de combatir las plagas y la peste, pero hoy ha quedado como algo más simbólico.

Hombres celebrando el Festival Desnudo

Hombres celebrando el Festival Desnudo

/ Wikicommons. CES

En pleno febrero con unas temperaturas muy bajas, la horda de hombres desfila hacia el santuario. Los grupos locales llevan palos de bambú sobre los que escalan y, con la entrada de la noche, se echan agua helada por encima para purificarse, esperando la llegada del shin-otoko (hombre-dios). En todos estos años nunca se habían incluido a las mujeres, pero el 2024 ha sido el año de inflexión, el que ha cambiado la historia del festival. Por primera vez, las mujeres han sido aceptadas para participar activamente.

Un "festival de hombres"

En 2023, el país nipón apareció a la cola del índice de brecha de género del Foro Económico Mundial (en el puesto 125 de 146). Las mujeres están presentes en la vida cotidiana del mismo modo que en la organización del festival: apoyando a los hombres. Realmente no era una prohibición explícita, sino más bien una costumbre por la que nunca se habían planteado incluirlas de otra manera. Parte de la comunidad se tomó la noticia con alegría e ilusión, mientras que algunos de los ya participantes cuestionaron la decisión, pues que para ellos es "un festival de hombres".

Hadaka Matsuri en Konomiya

Hadaka Matsuri en Konomiya

/ Wikicommons. KKPCW

Sin embargo, no pudieron participar en todos los rituales, no acompañaron a los hombres en su camino al santuario para tocar el shin-otoko y ahuyentar los espíritus malignos. Los grupos de mujeres estaban bien diferenciados. En lugar de ir semidesnudas llevaban 'abrigos happi', túnicas moradas y pantalones cortos blancos. Además, desfilaban separadas con sus propias ofrendas de bambú. Para ellas, reducir el trayecto y caminar por otro lado no es tan importante, al menos de momento.

Tras una larga jornada del mismo recorrido que el masculino, el sol se empezó a poner. Cuando llegaron al templo se les roció igualmente con agua helada, se recibió su ofrenda y, tras las reverencias establecidas, estallaron en vítores y llantos de felicidad. Están convencidas de que "los tiempos están cambiando" y que no quieren seguir siendo meras espectadoras de uno de los festivales más importantes de Japón. Y tampoco de las vidas de sus padres y maridos.

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