Los baños termales públicos para combatir el frío sin dejarte un pastizal

Este lavadero del siglo XX está reconvertido en piscinas de alta temperatura gracias a las aguas termales de Caldes de Montbui.

Spa.
Spa. / Istock / Siarhei Khaletski/iStock

Fuera hace un frío que eriza la piel, pero aquí estás tú: desvistiéndote, listo para cruzar las puertas y aventurarte hacia esos aires fríos como si fueras un explorador ártico. Pero no, no es un ‘challenge’ digital de esos que desafían la inteligencia y el buen juicio. Tampoco has perdido una apuesta. Una vez cruces las puertas del vestuario, el frío durará más bien poco, aquí están esperándote unas piscinas termales con el agua a casi 40 grados.

Bienvenidos a El Safareig, un equipamiento municipal que utiliza la estructura de un lavadero de agua termal del siglo XX reconvertido a unos baños termales, con unas pequeñas piscinas con capacidad para 15 personas que te llenarán de calor en los días más duros del invierno. Además, a un precio más que accesible: 7 euros (o 4,5 la tarifa reducida) por una hora de relajación termal. 

El Safareig está situado en el municipio de Caldes de Montbui, famoso por sus aguas termales y por sus balnearios (con unos precios, obviamente, mucho más elevados que los 7 euros de este espacio municipal).

Termas romanas en Caldes de Montbui.

Termas romanas en Caldes de Montbui.

/ Istock / Proformabooks/iStock

Su historia como ciudad-spa se remonta a los tiempos romanos, cuando ya era considerado una especie de Marina d’Or. Todavía se conservan ruinas tanto romanas como medievales de su actividad termal, como la Font del Lleó, en el casco histórico de la ciudad, cuya agua sale a más de 70 grados.

Fuente en Caldes de Montbui

Fuente en Caldes de Montbui.

/ Istock / Proformabooks/iStock

De hecho, para aquellos que vengan a calentarse en El Safareig, hay un ‘pack’ que incluye una visita guiada por el pueblo, para conocer más a fondo toda esta historia. Un ‘hot spot’ (literalmente) para los días de frío. 

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