Destinos de invierno

Las Cataratas del Iguazú están en la frontera entre Argentina y Brasil y un lugar perfecto para pasar el invierno. 

Sol, playas de arena blanca y agua cristalina. Además de esto, Barbados también ofrece una rica, aunque sencilla, gastronomía y un ambiente sin igual.

En el estado alemán de Baviera, en la Franconia Suiza, esta romántica ciudad se torna mucho más bella si cabe con la nieve.

Esta ciudad es la más poblada de Alaska. Su ibicación por encima del paralelo 60 hace que el calor aquí no sea una opción. 

En Bolivia, éste es el mayor desierto de sal continuo del munod, además del que se encuentra a mayor altitud. Este salar se inunda ligeramente entre los meses de enero y marzo gracias a las lluvias lo que hace del invierno boreal la época perfecta para visitarlo en todo su esplendor.

En el estado indio de Kerala, esta ciudad es un destino típico de playa en el que descansar mirando hacia el mar de Arabia desde sus acantilados. 

Cosmopolita, cambiante, encantadora... pero también fría. La nieve y los atardaceres tempranos hacen de Londres una ciudad, en ocasiones, un tanto lúgubre pero,sin duda, encantadora. 

La capital de Egipto se tiene que visitar en invierno. Es cuando las temperaturas otorgan al visitante un descanso y cuando se puede disfrutar de una ciudad en constante cambio. 

¿Quién no ha soñado alguna vez pasar un invierno en plena costa californiana? El imaginario colectivo está repleto de imágenes como esta gracias a Hollywood y este año puede ser el tuyo.

La capital rusa es una ciudad llena de luz y contrastes que, con la nieve y el frío, se tornan muy interesantes. La ausencia de luz natural y las bajas temperaturas no son excusa para no disfrutar de una escapada de los más cosmopolita.

Al norte de la isla de Gran Canaria, esta ciudad es un pequeño refugio de frío peninsular en el que disfrutar de su arquitectura y su buena comida.

En Estados Unidos, Boston sólo es apta para aquellos que adorn el frío pues, en invierno, las temperaturas bajan hasta los -5.5 ºC.

Viajar hasta la capital portuguesa es siempre una buena idea. Las diferentes épocas del año ofrecen visiones diferentes de una misma ciudad que ni durante el invierno descansa.

La sección marroquí del desierte del Sahara puede engañar. Y es que el que sea un desierto no quiere decir que no nos tengamos que abrigar. Las temperaturas nocturnas bajan tanto que el abrigo no estorba. 

En la isla portuguesa de Madeira, esta localidad puede ser el punto de partida perfecto para conocer todo el arqchipiélago y pasar una vacaciones de invierno diferentes. 

Roma es visitable en cualquier época del año. Aunque recomendamos evitar visitarla en típicos días festivos, con mucha o con poca gente Roma ofrece sus calles para ser visitada y recorrida en rutas en la que cada vez descubres algo nuevo.

Al sur de la cordillera de los Andes, en la Patagonia argentina, los meses del invierno boreal son perfectas para visitarla, ya que aquí es verano. 

La capital noruega ofrece, además de nieve, el gran espectáculo de las auroras boreales en invierno. Aunque es una suerte si se pueden ver, cuando se ven la experiencia es inolvidable. 

Como en Boston, las temperaturas mínimas en Nueva York bajan de los 0 ºC pero, cubierta de nieve, Nueva York es tan bonita que el frio casi se olvida. 

Esta ciudad de Brasil es una de las más antiguas de América del Sur con cinco siglos de vida.Fue sede del puerto exportador de oro más importante de Brasil y su casco antiguo es toda una belleza.

La ciudad portuguesa está de moda. Aunque es fría y, en ocasiones, parace que la calefacción no existe, sus cuestas y su encantadora arquitectura hacen de ella perfecta para una escapada invernal. 

En la zona andina de Ecuador, este volcán está en erupción desde 1999 y se puede ver desde la ciudad de Baños de Agua Santa, un lugar en el que descansar y relajarse en sus aguas termales, en invierno y en verano.