Catorce buenos motivos para visitar Bretaña
Bretaña, además de tener una de las costas más salvajes e indómitas de Europa, esconde muchos secretos por descubrir para el viajero, desde bosques mágicos como Broceliande, restos prehistóricos como Carnac pero, sobre todo, villas y ciudades medievales de gran belleza que conservan todo el encanto medieval, o pintorescos pueblos que fueron refugio de pintores o lugares sagrados para los celtas. Estas son las catorce razones para descubrirla.
El Finisterre francés
La costa de Bretaña también tiene su Finisterre y es muy parecido al de Galicia; una costa escarpada y salvaje, batida por los vientos y el mar, llena de faros y de una belleza insuperable.
Alineamientos de Carnac
Carnac, situado en el departamento bretón de Morbihan, es uno de los alineamientos más importantes de la época Prehistórica. Cuenta con la mayor riqueza de megalitos y dólmenes del mundo, casi 3.000 menhires que fueron construidos por las poblaciones neolíticas entre el año 6.000 y 2.000 antes de Cristo.
Dinan
Otra de las paradas obligadas en Bretaña es la medieval ciudad de Dinan. Es de los lugares más visitados por su arquitectura medieval, sus bonitas casas, sus iglesias y pertenece al departamento de Côtes-d'Armor.
Isla de Groix, Bretaña
La isla de Groix es una de las islas atlánticas, situada en el departamento de Morbihan, en la parte sur de Bretaña. Llena de senderos, acantilados y playas y de una extraordinaria belleza natural, merece la pena recorrerla sobre todo en bicicleta, la mejor manera de explorarla sin perderse nada.
Locronan
Lugar sagrado para los celtas, esta pintoresca localidad de la Bretaña del sur, sorprende por su arquitectura medieval, sus mansiones y sus casas. Locronan es tambén célebre por sus pastelerías en donde se puede probar uno de los dulces típicos de la zona, el deliciosos kouing-Amann.
Concarneau
Esta encantadora y marinera villa del departamento de Finisterre, en Bretaña, data de la Alta Edad Media y está completamente amurallada. Vale la pena darse un paseo por sus callejuelas empedradas y disfrutar de algunas de las mejores crepes y galletes de Bretaña.
Belle-Ile en Mer
La pintoresca Belle-ile-en -Mer es una de las más famos islas bretonas. Ideal para unos días de relax y calma, se puede llegar a ella en barco y en avión y dispone de infraestructura hotelera.
Pont-Aven
Este encantador pueblo dividido en dos por el río Aven, es famoso por haber sido refugio de pintores como Gauguin. Por esa tradición artística, el pueblo, aunque pequeño, está lleno de galerías de arte y es célebre además por sus galletas de mantequilla, que venden en bonitas latas por todas partes. Es muy turístico sobre todo en verano y es célebre también por su molino de agua y su Bois d'Amour, un paseo muy romántico que va bordeando el río.
Rochefort sur Terre
Rocherfort es otro de los pueblos que merecen una visita. Es famoso sobre todo por las flores que adornan casi todas sus calles y por su castillo.
Quimper
Otra ciudad que no te puedes perder en Bretaña es Quimper, algo más grande que las demás y también de las más turísticas de la zona y que es otra preciosidad medieval.
Saint-Maló
Vannes
Famosa por su catedral gótica y por su Place des Lices, célebre por las casa de madera pintadas de colores como éstas de la foto.