El lugar más extraño de España se encuentra en Valladolid y es una auténtica locura

En un pequeño pueblo vallisoletano encontramos este bizarro lugar que sorprende a todo el que lo descubre.

Los monumentos más extraños del mundo.

Iglesia de Wamba

Esta iglesia guarda un extraño secreto en su interior.

/ Istock

España cuenta con un sinfín de lugares preciosos y famosos que cada día reciben miles de visitantes, pero también es el hogar de algunos enclaves extraños y misteriosos que sorprenden a los aventureros y que son una auténtica maravilla. Estos bizarros destinos son muy diferentes entre sí, desde iglesias hasta bosques pasando por playas misteriosas y pueblos abandonados. Hay cientos de lugares que visitar si eres un amante de lo raro y sorprendente; pero existe uno en concreto que llama la atención por varios motivos, y el primero es su nombre. 

Un pueblo de lo más peculiar

Ubicado en el precioso paisaje natural de Valladolid se encuentra un pueblo muy especial, Wamba. Aunque su nombre parezca sacado de un país africano, se trata de un municipio vallisoletano, cuya principal cualidad es la de ser el único lugar de España cuyo nombre empieza por la letra W. La historia de este curioso pueblo comienza en el año 1910, cuando el ayuntamiento decidió cambiar el nombre de Bamba por Wamba para diferenciarlo del resto y darle un toque llamativo. Este municipio de 309 habitantes se encuentra muy cerca de Valladolid y tiene una curiosidad que llama todavía más la atención que su nombre. 

Panorámica de Wamba 1

Wamba es el único lugar de España cuyo nombre empieza por W.

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Enclavado entre sus callejuelas se encuentra un impresionante monumento arquitectónico con cientos de años de historia, la iglesia de Santa María de Wamba. Este templo silencioso sigue en pie desde su construcción entre los siglos VI y VIII y, desde entonces, ha sido testigo de grandes eventos históricos. Su grandeza artística reside en la arquitectura, pero cuenta con un secreto que la ha convertido en el principal destino turístico de la zona. 

La iglesia está formada por una gran planta con tres naves que se dividen por columnas y grandes arcos de herradura que representan la época visigoda. En su interior, frescos de indudable belleza decoran las paredes con imágenes de escenas religiosas que representan la espiritualidad y sorprenden a los feligreses. Pero en la iglesia de Santa María de Wamba aún hay algo por descubrir. 

Osario de la iglesia de Santa María en Wamba

El lugar más extraño de España acoge miles de restos humanos.

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Las calaveras de Wamba

Se trata de uno de los lugares más extraños de España por su bizarro interior considerado lugar de descanso eterno. Entre las paredes de la iglesia se encuentra el osario más grande de nuestro país. Este enclave conserva a día de hoy un tercio de los restos óseos que reposaban allí hace siglos y que pertenecen a nobles y reyes. La capilla de las ánimas de Wamba se ha convertido en un reclamo turístico que cada año visitan cientos de personas. 

Allí descansan los huesos de entre 1.000 y 2.000 hombres, mujeres y niños de la Edad Media, cuando los caballeros comenzaron a utilizar la iglesia para enterrar a nobles y monjes de su orden. Las paredes del osario están decoradas con miles de calaveras y otras partes del cuerpo que crean una imagen tétrica y aterradora para muchos. Por ello, no sorprende que este sea uno de los lugares más extraños de España. 

Osario iglesia de Wamba

Miles de huesos se almacenan en esta capilla.

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Sobre todos estos huesos destaca la frase 'Como te ves, yo me vi, como me ves, te verás, todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás', que junto con los cráneos crea un ambiente misterioso que nos recuerda la importancia de la vida y sirve a los feligreses de inspiración. El famoso doctor Gregorio Marañón, que da nombre a uno de los hospitales más famosos de la capital, se llevó cientos de estos huesos a la Universidad Complutense para analizarlos y, por eso, en la actualidad hay muchos menos de los que había en sus inicios.

Otros investigadores sostenían la hipótesis de que todos estos restos óseos humanos terminaron allí tras vaciar un antiguo cementerio, pero la realidad solo la conocen aquellos que la vivieron. Mientras tanto, los viajeros pueden sacar sus propias conclusiones visitando este extraño lugar que se encuentra en el municipio vallisoletano de Wamba. 

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