Casas rurales en las villas marineras del País Vasco

Las villas marineras vascas, como Bermeo, Lekeitio, Getaria y Hondarribia, albergan alojamientos que son preciosos miradores al mar y a la naturaleza, bellos refugios donde disfrutar de paisajes y de una gastronomía únicos en el mundo.

Casas rurales en las villas marineras del País Vasco1
Casas rurales en las villas marineras del País Vasco1

En verano, cuando los días se alargan y las temperaturas invitan al disfrute de aperitivos y comidas en agradables terrazas, resulta una idea acertada plantearnos un recorrido delicatessen por las villas marineras del País Vasco. Disfrutar de fogones tradicionales y de estancias reposadas en sus hoteles rurales es una buena manera de recibir la primavera. Bajo el nombre de Villas Marineras se asocian 19 municipios marineros de la España cantábrica. Esta asociación acoge desde hace dos años a las localidades vizcaínas de Bermeo y Lekeitio y a las guipuzcoanas de Getaria y Hondarribia, pespuntes singulares en ese tramo cantábrico.

A 30 kilómetros de Bilbao está Bermeo, la primera villa marinera de Vizcaya cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. Su casco antiguo, su Torre Ercilla, su Centro de Interpretación de la pesca de la ballena y el Puerto Viejo son algunas de sus maravillas culturales. Tras la suma de emociones, el descanso en los establecimientos rurales de la zona. Por ejemplo, en el Hotel Rural Atxurra, en pleno corazón de la reserva natural de Urdaibai, dotado de habitación para discapacitados y de las máximas comodidades (habitación doble en temporada media, 78 €. www.hotelatxurra.com); o en un "arca de paz y silencio", lema de la Casa Rural Lurdeia, también ubicada en la reserva de la biosfera de Urdaibai y con unas impresionantes vistas sobre el Cantábrico. En Lurdeia se respeta al máximo el medio ambiente y se practica la agricultura ecológica (doble, 65 €. www.lurdeia.com).

A 35 kilómetros de Bermeo está Lekeitio. Esta tranquila localidad, que forma parte de la Red de Ciudades Lentas, nos ofrece el espectáculo gratis de la naturaleza en la bravura del mar y el conocimiento de las artes de la pesca en la playa de Ondarzabel. Tanto en el centro de la ciudad como en el entorno descubriremos emocionantes sorpresas hoteleras, donde seguir empapándonos del sabor marinero en sus cuidadísimas estancias. Como muestra, el Hotel Rural Natxiondo, en Ispaster, a 7 kilómetros de Lekeitio y a pocos más de localidades tan conocidas como Oma o Gernika (doble en temporada baja, 65 €. www.natxiondo.com), y la Casa Rural Altuena, en Amoroto, un caserío típicamente vasco donde, por su ubicación natural, se pueden practicar diversos deportes como surf, senderismo o paseos a caballo (habitación doble, 53,50 €. www.altuena.com).

Continuando por la costa vasca, a 45 kilómetros de Lekeitio se ubica el puerto pesquero de Getaria, famoso por su txakolí, vino blanco y afrutado que resulta perfecto para el acompañamiento del pescado a la parrilla. "El poder del silencio" es la máxima del Hotel Iturregui, un establecimiento de lujo situado entre viñedos y con vistas al faro de Getaria. Cuenta con seis habitaciones y dos espectaculares suites que dejarán al visitante más avezado gratamente sorprendido (doble en temporada baja, 150 €. www.hoteliturregui.com). A 20 kilómetros de San Sebastián y pegada a Irún se levanta la localidad medieval y marinera de Hondarribia, en la desembocadura del río Bidasoa. El cercano aeropuerto hace de ella una villa muy bien comunicada, ya que ahí es donde aterrizan los vuelos con destino San Sebastián. Los nombres más importantes de la gastronomía vasca están al alcance de la mano en esta especial y preciosa villa marinera. Probar aquí la sidra vasca, así como txikitear por sus calles y saborear los famosos marmitakos son mandamientos gastronómicos imprescindibles. Entre Irún y Hondarribia, un poco hacia el interior, está Arotzenea, un caserío vasco típico con una fachada elegante y señorial. En la rehabilitación de esta casa rural se ha mantenido intacta toda su estructura y casi todo el mobiliario, lo que le confiere el carácter auténtico de épocas pasadas. Los propietarios elaboran sidra casera y la casa cuenta con cinco habitaciones dobles, una de ellas abuhardillada (habitación doble, 48 €. www.arotzenea.net).

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