Los barrios más 'cool' de Santiago de Chile

Del colorido y bohemio que cautivó a Neruda a ese otro más serio plagado de rascacielos, pasando por el histórico, el consagrado a la gastronomía o el que muestra su rostro más ‘chic’.

Santiago de Chile
Santiago de Chile / ISTOCK

Dinámica y repleta de energía, la capital chilena asiste a un despegue cultural que se cuela por todos los rincones, mientras va escalando peldaños en el ranking de la calidad de vida. Limpia, ordenada, segura, esta ciudad encajada a los pies de los Andes es para muchos una de las más agradables de América del Sur, pese a carecer del sabor colonial de otras capitales vecinas o hallarse eclipsada comúnmente por las maravillas naturales que exhibe su propio país.

Pero basta conocerla despacio para rendirse a sus pies. Empaparse de su ambiente, visitar sus museos, descubrir los favores de su gastronomía o avivar el recuerdo de un pasado negro que ya no duele. Eso, y peculiaridades tan divertidas como el mote con huesillo, los cafés con piernas o el trago terremoto confirman que Santiago de Chile, definitivamente, merece una oportunidad. O tal vez muchas. Estos son los barrios que no puedes perderte en su visita:

Plaza de Armas

Plaza de Armas, Santiago de Chile.

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El cogollo histórico

Es una forma de llamar a esta área de la ciudad donde reside la mayor parte de su patrimonio y que es por ello la más visitada. Aquí, entre el ajetreo urbano, descansan los grandes hitos arquitectónicos, en un espacio que aúna el pasado con el presente de Chile. La monumentalidad de la Plaza de Armas, allí donde se originó la ciudad y donde se erigen los edificios más importantes (la Catedral con el Palacio Arzobispal y la Parroquia del Sagrario, el Museo Histórico Nacional, la Municipalidad…), puede ser un buen punto de partida para después perderse por sus calles peatonales (Paseos Ahumada y Estado) y recalar inevitablemente en la Plaza Constitución y el emblemático Palacio de la Moneda. Y entre tanto, se pueden descubrir dos curiosidades muy típicas. El mote con huesillo, un refresco a base de trigo y melocotón deshidratado que se vende por las calles. Y el erotismo de los cafés con piernas, sí, así se llaman a determinadas cafeterías que tienen la barra abierta por debajo y camareras con la falda muy corta.

Bellavista

Es el barrio bohemio por excelencia y está plagado de tiendas de artesanía, galerías de arte, restaurantes y terrazas animadísimas que se abren bajo fachadas pintadas de colores vivos. Sus principales rasgos son la actividad cultural alternativa (música en vivo, danza, exposiciones…) y la agitada vida nocturna (bares, pubs, discotecas…) que transforma a la calle Pío Nono (la principal) en el epicentro de la marcha santiaguina con su ecléctico trasiego de gentes. Pero sobre todo, Bellavista es y será siempre el barrio de Pablo Neruda, quien instaló aquí su casa. La Chascona, hoy convertida en museo, se puede visitar para apreciar la colección de libros, cuadros, objetos… del poeta, siempre con un sello artístico singular.  

Cerro de Santa Lucía

Cerro de Santa Lucía, Santiago de Chile

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Lastarria

Pegado al Santiago antiguo, este elegante barrio agraciado con parques y bulevares es el lugar al que ir si se quiere respirar cierta intelectualidad (teatros, cines, librerías…) pero sobre todo si lo que se busca es contentar al estómago. Porque aquí se dan cita los mejores restaurantes de Santiago, algunos de ellos internacionales pero otros muchos fieles exponentes de la buena mesa chilena, regada (por supuesto) con unos vinos que están en el top del panorama mundial. Quienes no gusten de los caldos, podrán probar el trago más popular, llamado con acierto terremoto: vino, helado de piña y algún ingrediente más como pisco, fernet o coñac. Suerte que Lastarria permite después tomar aire puro en sus zonas verdes como el Parque Forestal, el pulmón de la ciudad, ideal para paseos familiares; o el Cerro de Santa Lucía, un extenso parque urbano que es también un bonito mirador. 

Concha y Toro

Su influencia europea se palpa en las callejuelas empedradas, las hermosas plazoletas y las fastuosas mansiones que fueron diseñadas por los grandes arquitectos de la época, no sin lograr sorprendente armonía pese a la disparidad de los estilos. Palacios góticos, neoclásicos, barrocos e incluso art decò, que reflejan la elegancia y riqueza de principios del siglo XX y en los que vivían las familias más acaudaladas de Santiago.  Hoy este barrio parece congelado en el tiempo al brillo de las casonas que se mantienen en torno a la plazoleta Du Pont (hoy llamada de la Libertad de Prensa). Casonas como los palacios Cocha, Walker o Zully, y el imponente Teatro Carrera.

Barrio Bellavista

Barrio Bellavista, Santiago de Chile.

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Las Condes

Es, más que un barrio, un sector enorme de la ciudad, el más representativo del Santiago del siglo XXI. Modernas calles con extensas áreas verdes y altos edificios de espejos (fruto de una arquitectura urbana innovadora) sirven para albergan algunas de las empresas más destacadas del país, así como un sinfín de oficinas en torno a las cuales se han multiplicado como setas las viviendas, los centros comerciales, los bares y los restaurantes. He aquí el Santiago de los rascacielos, el Sanhattan como llaman a El Golf, la zona financiera que también forma parte de esta suerte de ajetreado distrito.

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