Aunque muchos crean que la mejor época para viajar a Japón es la primavera, el otoño es igual de maravilloso
Aunque muchos crean que la mejor época para viajar a Japón es la primavera, el otoño es igual de maravilloso / Istock / ae0816146146

Dónde vivir el momiji, el espectáculo del otoño en Japón

Estos son los mejores destinos donde disfrutar de la romántica estación en el país nipón.

Tokio y Kioto son las ciudades más conocidas para contemplar un espectáculo único de la naturaleza, el momiji, momento en que los árboles enrojecen sus copas para dar la bienvenida al otoño. Pero el cambio de color de arces y ginkgos puede contemplarse en otros lugares increíbles de Japón. Bosques, parques y jardines donde los tonos rojizos y amarillos de las hojas engalanan cada rincón dejando paisajes espectaculares desde octubre hasta diciembre. Te descubrimos algunos de ellos para que disfrutes de este país y de su agradable clima en una de sus mejores estaciones.

Parque Nacional de Daisetsuzan

Situado en Hokkaido, el Parque Nacional de Daisetsuzan es uno de los 23 que se extienden por esta isla del norte de Japón, y uno de los primeros lugares del país en vivir el cambio de color de las hojas. Durante el otoño, llamativos tonos rojizos tiñen los distintos senderos que recorren los más de 2.200 kilómetros cuadrados del parque, en los que es posible cruzarse con osos y ciervos o admirar las 450 especies de plantas alpinas de Hokkaido. Para tener la mejor panorámica del parque habrá que subirse al teleférico que asciende hasta la cima del monte Kurodake.

Caída del Monte Taisetsu en el Parque Nacional de Daisetsuzan

Caída del Monte Taisetsu en el Parque Nacional de Daisetsuzan

/ Istock / Hokkaidolover

Tokio

A pesar de ser una ciudad repleta de modernos edificios, Tokio también cuenta con numerosos espacios verdes. Hojas carmesí, doradas y naranjas colorean lugares como el tradicional jardín Rikugien. Al caer la noche, una maravillosa iluminación realza los tonos de sus árboles.

Túnel de oro en el Jingu Gaien en Tokio

Túnel de oro en el Jingu Gaien en Tokio

/ Istock / Hom_Aki

La avenida de 300 metros de Meiji Jingu Gaien está flanqueada por más de 150 ginkgos que ofrecen una estampa especialmente vistosa en otoño. Hay muchos parques en la capital japonesa presididos por estos árboles, como son Ueno, Yoyogi, Showa Memorial Park o Marunouchi, que conecta el Palacio Imperial con la estación de Tokio. Paisajes que alcanzan su máximo esplendor durante la segunda quincena de noviembre.  

Viaja a Japón con Club VIAJAR

Viaja a Japón con Club VIAJAR

/ Istock

VENTE DE VIAJE

Lago Kawaguchiko

A los pies del monte Fuji, las tranquilas aguas del lago Kawaguchi muestran, los últimos meses del año, una de las estampas más bellas del pico más alto de Japón, con sus laderas recubiertas de mil colores en tonos cálidos y vivos.

Lago Kawaguchi con el monte Fuji al fondo

Lago Kawaguchi con el monte Fuji al fondo

/ Istock / DoctorEgg

Nikko

En la prefectura de Tochigi, muy cerca de Tokio, el Parque Nacional de Nikko es uno de los puntos indispensables para experimentar el otoño nipón. Entre templos milenarios, el Chuzenji, de 161 metros de profundidad, cautiva con la preciosa cascada Kegon cercada por árboles vestidos de infinidad de tonalidades; además de los lagos Yunoko, Iroha Zaka.

Vistas del Parque Nacional de Nikko

Vistas del Parque Nacional de Nikko

/ Istock / taka4332

Kioto

Los numerosos parques que envuelven los ancestrales templos y santuarios de Kioto son algunos de los mejores escenarios para admirar el momiji. Durante estos meses, abren sus puertas, por las tardes-noches, con eventos especiales ofreciendo uno de los entornos místicos donde admirar el otoño. Entre ellos, merece la pena visitar Kiyomizudera, Eikando o Daitoku-ji.

El palacio de Kiyomizudera en Kioto

El palacio de Kiyomizudera en Kioto

/ Istock / Istock

VIVE LA EXPERIENCIA

El bosque de bambú de Arashiyama, a las afueras de la ciudad, es otra parada imprescindible. Rodeadas por montañas y bosques frondosos, las rutas circulares de Kyoto Round Trail que abrazan la vieja capital milenaria, brindan con perspectivas diferentes de Kioto. 84 kilómetros de senderos entre los que se esconden monumentos, santuarios y el impresionante castillo Fushimi Momoyama.

Síguele la pista