Más de 9.000 escalones para rozar el cielo: el templo más espectacular de China

En China hay monumentos realmente impresionantes. Formaciones naturales que no parecen reales, construcciones humanas magníficas y humanos que han aprovechado la naturaleza para dar forma a diversos edificios y otros monumentos, como Wangxian Valley. En la provincia de Guizhou se ubican los dos templos budistas más estremecedores del mundo. Se hallan en lo alto del Fanjingshan, el pico más elevado de la cordillera de Wuling, y para llegar a ellos hay que subir más de 9.000 escalones que suponen una experiencia un tanto vertiginosa: lo único que separa las estrechas escaleras del abismo es una cadena. Es lugar de peregrinación para monjes budistas, pero también para todo el que quiera hallar el 'lugar de iluminación'.

Para los budistas chinos esta es una montaña sagrada que alberga uno de los casi 50 templos que se construyeron durante la dinastía Ming en la zona. La gran parte fueron destruidos, pero de los que se mantienen en pie estos son los más impactantes, a más de 2.500 metros de altura. Sobre el Pico Dorado de la Nube Roja se erigen el Templo de Buda y el de Maitreya separados por una estrecha gargante y unidos por un puente. Después de cinco horas de subida, la recompensa no podría ser más maravillosa. Además de que los monjes ofrecen alojamiento y comida al que la alcanza, en la cima se unifican belleza natural y espiritualidad, una magia insospechada que flota sobre la montaña.

Vistas, biodiversidad y muchos templos

Cada vez son más los que se atreven a hacer esta peregrinación, sobre todo desde que la UNESCO lo nombró Patrimonio de la Humanidad en 2018. Hay quien se queda por el camino, donde hay pequeñas edificaciones y otros templos y donde se puede hacer un descanso antes de continuar hasta la cima. Aun así, gracias a su difícil acceso, el mantenimiento y la conservación del lugar continúa siendo un mantra, ya que además de formaciones rocosas entre 500 y 2.579 metros de altitud también hay una extraordinaria biodiversidad con más de dos mil especies endémicas de todo tipo de seres vivos en peligro de extinción. De hecho, hay 15 plantas bajo la protección directa del Estado al considerarse únicas.

Los máximos testigos del desarrollo del budismo y la tradición en China son los templos. Eran los núcleos de la vida social y religiosa hasta la década de 1950, donde se reunían las familias, oraban y hacían celebraciones religiosas. Los hay en cada rincón del país, en mitad de la calle o aislados en lo alto de una montaña considerada sagrada y son también una importante representación artística y cultural de miles de años de antigüedad. Solo el monte de Fanjigshan esconde múltiples templos desde los que las vistas son irrepetibles y en los que, al entrar, la espiritualidad te invade por completo.