Los 10 pueblos más bonitos de Francia
Un viaje a los rincones de Francia es una invitación a descubrir el lado B de su cultura, marcado por la riqueza de su gastronomía local, la arquitectura medieval y las fascinantes historias que encierran sus lugares.
Francia es sinónimo de romance, vino, jazz, moda, fútbol, arte y museos (aquí tienes 6 gratis para un día lluvioso). No por nada es uno de los países que recibe la mayor cantidad de viajeros al año: solamente en 2023, se estimó que llegaron más de 80 millones de personas a sus puntos turísticos más importantes. Con su influyente legado cultural, es imposible no enamorarse de ella y querer conocerla o volver a verla.
Visitar las ciudades más reconocidas de este país es todo un lujo en sí mismo. París con su imprescindibles monumentos, Cannes como la ciudad del cine, Marsella y Niza como dos de las mejores urbes de la Costa Azul, y Lyon con su legado artístico. Pero más allá de estos destinos turísticos, Francia maravilla con cada uno de sus rincones, por más pequeños que sean.
Por su vasto territorio, esta nación abarca 13 regiones distintas -sin contar las 5 de ultramar-, las cuales sorprenden por su riqueza natural y patrimonio histórico. Cada una de estas zonas, a su vez, está subdividida en una serie de departamentos, lo que ofrece infinitas posibilidades para explorar la idiosincracia de esta comunidad en profundidad.
En el norte, por ejemplo, Normandía destaca como una de las regiones más interesantes, con pueblos que parecen haber quedado detenidos en el tiempo y maravillas medievales como el Monte Saint-Michel. La zona de Alsacia, enclavada entre Suiza y Alemania, atrae a millones de turistas en busca de un ambiente digno de un cuento de hadas y la famosa ruta del vino. En el sur, Córcega se entremezcla con la cultura italiana para ofrecer playas de ensueño y un paisaje completamente agreste.
En resumen, Francia es mucho más que París y sus atracciones turísticas más famosas. Un viaje a los pueblos de Francia abre la puerta a descubrir la gastronomía local, las tradiciones ancestrales, la arquitectura clásica y las historias que ansían ser contadas. Anímate a descubrir la esencia de este reconocido país a través de una visita a sus recónditos lugares, que no son menos hermosos.
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Gordes
La Provenza francesa es famosa por su diversidad de paisajes, que van desde las cumbres de los Alpes del Sur hasta la Costa Azul, donde sobresalen localidades como Niza y Cannes. En esta región, el encantador pueblo de Gordes atrae la atención de miles de viajeros gracias a sus construcciones que se extienden alrededor de la montaña. Aquí, se destacan posadas, galerías de arte, cafeterías y locales con gastronomía típica, creando un ambiente pintoresco y acogedor.
Annecy
Annecy, conocida como "La Venecia de los Alpes", se caracteriza por su paisaje incomparable. Con vistas a la montaña y ubicada a orillas del río Thiou, sus encantadoras calles adoquinadas y sus serpenteantes canales hacen imposible no enamorarse de este pueblo.
Conques
Este sitio tiene la particularidad de ser uno de los centros de peregrinación más importantes de Francia debido a la abadía de Sainte-Foy. El pueblo cuenta con un total de 300 habitantes y las casas están cuidadosamente dispuestas para no interrumpir la escena paisajística. Sin duda, una oportunidad increíble para sumergirse en la cultura local francesa.
Saint-Paul-de-Vence
La región de Provenza-Alpes-Costa Azul tiene una infinidad de pueblos para enamorarse. Debido a su cercanía con el Mediterráneo y su entorno en la colina, así como sus encantadoras casitas de piedra, Saint-Paul-de-Vence ha sido elegido por numerosos artistas como lugar de inspiración, entre ellos, Matisse, Renoir, Miró, Yves Montand y Cocteau.
Riquewihr
Este pueblo es famoso por haber sido la ubicación que inspiró el clásico "La Bella y la Bestia". Más allá de la película de Disney, una visita a este lugar te hará sentir como en un verdadero cuento de princesas, gracias a sus acogedoras calles y sus pequeñas casas con una estética del siglo XIII.
Saint-Céneri-le-Gérei
En un viaje por Normandía es imprescindible pasar por Saint-Céneri-le-Gérei. Su recóndita ubicación hace que este destino sea el lugar perfecto para encontrar tranquilidad y descansar. No obsante, lo que destaca de este pueblo son sus bonitas casas, llenas de vegetación, que se mezclan armoniosamente con el paisaje de fondo.
Najac
La peculiaridad de este pueblo radica en su disposición tan singular. En una línea recta, las pequeñas construcciones se sitúan ya sea colina abajo o colina arriba, dependiendo de tu perspectiva. Rodeado por un denso bosque, el paisaje de Najac muestra colores vibrantes tanto en invierno como en verano.
Saint-Émilion
Lo que hace destacar a Saint-Émilion en esta selección de pueblos son sus renombrados viñedos. Situado cerca de la ciudad de Burdeos, este esta villa combina lo mejor del enoturismo y el escenario rural.
Barfleur
Otro gran destino para disfrutar de una excelente gastronomía local es Barfleur. Este pueblo pesquero ofrece una variedad de restaurantes donde es posible probar los mejillones, la especialidad de la casa. Como curiosidad, este puerto es reconocido por ser el primero en toda la región de Normandía.
La Ciotat
Muy cerca de Marsella se encuentra La Ciotat, una pequeña villa francesa que deslumbra por sus playas, ideales para unas vacaciones familiares. Entre su gastronomía típica destacan los mariscos, las ostras y las nécoras.