La vuelta al mundo de Nelly Bly, por Mariano López
Nelly Bly perdió casi un día de viaje para encontrarse en Amiens con Julio Verne y con su esposa, Honorine.
Aún hay tiempo para disfrutar de la exposición Julio Verne, los límites de la imaginación, que permanecerá abierta en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid hasta finales de febrero. Merece la pena. Es una muestra evocadora y original, que conduce al visitante por las fuentes que inspiraron las obras más famosas de Verne, destaca el impacto que tuvieron sus tramas y sus invenciones y recuerda a los contemporáneos del escritor que convirtieron en realidad las historias de sus personajes. Como Nelly Bly, la primera mujer que batió el récord de Phileas Fogg.
Se llamaba, en realidad, Elisabeth Cochrane. Nelly Bly era el seudónimo con el que escribía sus crónicas. En 1887, Joseph Pulitzer la reclutó para su periódico, el New York World. Fue Nelly quien tuvo la idea y quien se la planteó a Pulitzer: dar la vuelta al mundo en menos de 80 días. El editor creyó en la aventura. Podría atraer fama y anuncios para su periódico. Pero consideró que era un desafío peligroso para una mujer tan joven -Nelly tenía 25 años-. Era mejor, dijo, enviar a un hombre. Nelly le respondió con un golpe directo: "Si envías a un hombre, me iré a la competencia y daré la vuelta al mundo en menos tiempo que tu redactor". No hubo más discusión. El 14 de noviembre de 1889, Nelly Bly embarcaba en el Augusta Victoria rumbo a Southampton para dar la vuelta al mundo, tan solo cuatro días después de haberle planteado la idea a Pulitzer.
A pesar de la celeridad con que se movieron Pulitzer y su periódico, Nelly tuvo una rival: Elisabeth Bisland, enviada por la revista mensual Cosmopolitan. El editor de la revista había leído la noticia del viaje de Nelly y trasladó el reto a su mejor redactora. "¿Cuánto tiempo necesita para salir de viaje alrededor del mundo?" Elisabeth respondió: "Déme media hora".
El 14 de noviembre, a la misma hora en que Nelly Bly se embarcaba para dar la vuelta al mundo por el Este, Elisabeth Bisland tomaba un tren a San Francisco para realizar la misma ruta que Nelly pero en sentido inverso, por el Oeste. El viaje de Nelly la llevó por mar a Inglaterra, en tren por Francia e Italia hasta Brindisi y de puerto en puerto -Port Said, Aden, Colombo, Penang, Singapur, Hong Kong, Yokohama- hasta San Francisco, donde, finalmente, tomó un tren hasta Nueva York. Elisabeth Bisland siguió la misma ruta, con los mismos barcos, pero en sentido contrario.
Nelly completó la ruta en 72 días, 6 horas y 11 minutos; la nave de Bisland no llegó a Nueva York hasta cuatro días después. Es posible, muy posible, que Pulitzer sobornara a la naviera del último barco de Bisland. El récord fue para el New York World. Y para Nelly, quien, con todo, pudo haber tardado menos tiempo. Perdió casi un día de viaje para encontrarse en Amiens con Julio Verne y su esposa, Honorine. Nelly preguntó al escritor dónde había obtenido la idea de la más famosa de sus novelas. Verne la explicó que había surgido de un artículo del diario Le Siècle, que planteaba cálculos parecidos a los que en la novela se imputan al Morning Chronicle. Por su parte, Verne preguntó a la periodista por qué su periplo no cruzaba la India. "Porque tengo que batir un récord y no puedo detenerme a rescatar una viuda", le contestó Nelly.
Elisabeth Cochrane, Nelly Bly, murió en Nueva York, en 1922. Elisabeth Bisland falleció en Charlottesville, Virginia, en 1929. Ambas están enterradas en el mismo cementerio: en el Bronx. Nelly y Elisabeth, las dos mujeres que ganaron a Phileas Fogg.
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