Mágicos Pirineos: 10 pueblos para sacar todo el partido a lo que queda de 2021
Una selección que recorre Navarra, Aragón y Cataluña
Andorra, Francia y España comparten los Pirineos, una de las cadenas montañosas más espectaculares y conocidas de Europa. Los casi quinientos kilómetros de relieves que se levantan imponentes en el suroeste del continente albergan picos que superan los tres mil metros de altitud, pero también glaciares, lagos, senderos o valles que configuran espacios únicos.
Es en estos espacios, integrados en diferentes territorios, donde encontramos pueblos excepcionales, perfectos para descubrir el alma y las esencias de estas tierras elevadas de nuestra geografía. Mágicos Pirineos es una fabulosa guía de toda esta área que nos permite descubrirla en sus distintos tramos, al mismo tiempo que nos ofrece una completa información de las principales poblaciones que se esconden a lo largo de la cordillera.
No queremos dejar pasar la ocasión, antes de que acabe 2021, para hacer una selección de los pueblos pirenaicos situados en la parte española, en las regiones de Navarra, Aragón y Cataluña, buscando ideas perfectas para acabar el otoño y comenzar la estación invernal.
1. Etxalar (Navarra)
Siendo una de las localidades que forman la comarca de las Cinco Villas de la Montaña de Navarra, enclavadas a ambos lados del río Bidasoa, Etxalar constituye un precioso caserío lleno de casonas típicas de la zona perfectamente conservadas.
Un conjunto rodeado de bosques cuya arquitectura popular de entramado no nos dejará indiferentes y nos permitirá apreciar como pocas la personalidad de esta parte de la Comunidad Foral.
2. Elizondo (Navarra)
La capital del valle del Baztán también está marcada por la presencia del carismático río Bidasoa y, aunque haya evolucionado con tintes urbanos, aún conserva un perfil rural que representa, como Etxalar, toda la esencia de Navarra.
Las postales que nos regalan las casas señoriales de su casco antiguo, en torno a la presa y el puente de Txokoco, ya justifican sobradamente nuestra visita.
3. Lesaka (Navarra)
Otro de los puntos más bellos del Pirineo navarro es la localidad de Lesaka, también perteneciente a la comarca de las Cinco Villas de la Montaña.
Los arroyos cortan la población con sus cursos de agua mientras una veintena de puentes unen las orillas creando un paisaje urbano de cuento precioso e inesperado.
4. Beget (Girona)
Situado a unos cuarenta kilómetros al norte de Olot, Beget está considerado uno de los rincones más bonitos del Pirineo catalán. Un lugar imprescindible de la Alta Garrotxa cuyo conjunto arquitectónico medieval es indiscutiblemente un referente en la región.
5. Camprodón (Girona)
No nos vamos muy lejos y a tan solo diecisiete kilómetros nos topamos con la localidad de Camprodón, otro pueblo del Pirineo catalán cuyo valor es inconmensurable.
Allá donde se unen el río Ter y el Ritort aparece la esbelta figura del icono más reconocible de esta población, el Puente Nuevo, que nos da la bienvenida a un conjunto histórico imprescindible si visitamos esta parte de la provincia de Girona.
6. Castellar de N’Hug (Barcelona)
Saltamos de provincia para llegar hasta el extremo septentrional del territorio de Barcelona, donde nos espera Castellar de N’Hug, una población de la comarca del Berguedá no demasiado conocida fuera de Cataluña que, sin embargo, es una pequeña joya situada en un marco natural único.
Una maravilla por descubrir que, además, nos permitirá acercarnos a poca distancia al nacimiento del famoso río Llobregat.
7. Taüll (Lleida)
El valle de Boí es un lugar imprescindible en toda visita al Pirineo leridano y, dentro de él, Taüll es uno de sus más nobles representantes. Aquí se erigen las iglesias románicas del siglo XII de Santa María y de Sant Climent, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Además, su término municipal se encuentra inmerso dentro de los límites del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, por lo que no cabe una mejor carta de presentación como entorno natural.
8. Bausen (Lleida)
No queremos abandonar la provincia de Lleida sin antes poner el foco en el pequeño pueblo pirenaico de Bausen, enclavado en el noroeste de la increíble comarca histórica de Valle de Arán, ocupando la parte central de Los Pirineos y a un paso de la frontera con Francia.
Los típicos tejados de pizarra del valle y las casas de piedra guardan toda la esencia de esta zona con alma que nos atrapa tanto como el cercano Bosque de Carlac, un frondoso hayedo sencillamente espectacular.
9. Tella (Huesca)
Nos movemos hasta el Pirineo aragonés para adentrarnos en la provincia de Huesca y comenzar a sentir de lleno la magia de estas montañas, donde abundan las historias de brujas.
Llegar a Tella, en la célebre comarca de Sobrarbe y el singular Parque Nacional de Ordesa, significa respirar, a partes iguales, naturaleza pura y el hechizante ambiente de las leyendas sobre nigromancia. La Ruta de las Tres Ermitas es, sin duda, el mejor plan para soñar con el mundo encantado de los aquelarres.
10. Ansó (Huesca)
Pasamos a la comarca de la Jacetania, aún en el Pirineo aragonés, para admirar el conjunto arquitectónico del pueblo oscense de Ansó, considerado uno de los Pueblos más bonitos de España.
Uno de esos lugares de los que se suele decir que el tiempo se ha detenido. Casas de piedra y madera, separadas por estrechas callejuelas, exponen todo su encanto mientras el magnífico entorno se ve aderezado por el Parque Natural de los Valles Occidentales y el Paisaje Protegido de las Foces de Fago y Biniés.
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