Lo encontraremos entre bosques de alcornoques, robles y madroñeras, con viñedos y olivos coronando el paisaje. Así es, a grosso modo, el paisaje que envuelve a Miranda del Castañar, uno de los pueblos más bonitos y desconocidos de Salamanca. Para entrar en el deberemos atravesar una de las cuatro puertas, que corresponden a cada uno de los puntos cardinales. Aquí no basta solo con maravillarse con su Plaza de Armas o su Castillo, que se remonta a los siglos XIV y XV, sino que deberemos imaginarnos su forma 'espina de pescado' al pasearla. Y es que, desde el aire, este pueblo dibuja esta forma en un ejemplo de arquitectura que no se repite prácticamente en ninguna ciudad europea. ¿Quieres conocer todos sus secretos? ¡Dale al play!