El desconocido truco de los zapatos en la maleta para viajar
El mayor enemigo de esta clase de 'okupas' de nuestras maletas son los zapatos, siendo una de las prendas que más espacio abarcan.
Una de las formas preferidas de pasar las vacaciones es viajando, ya sea por España, por la otra punta del mundo o al pueblo de toda la vida. Lo que no puede faltar en ninguno de los casos es un ejercicio que la mayoría de personas consideran algo tedioso: hacer la maleta.
Para ello, hay diferentes métodos. Hay quienes prefieren hacerla a última hora y quienes se pasan una semana realizando los preparativos. Pero uno de los elementos que una buena parte de personas comparte son los 'porsiacasos', esas prendas que quizás no se vayan a utilizar en todo el viaje pero que previenen de diferentes escenarios. "Me llevaré esto, por si acaso llueve", "por si acaso refresca por la noche", "por si se levanta una ráfaga de viento" o "por si"... Cualquier situación que abarque nuestra capacidad imaginativa.
El mayor enemigo de esta clase de 'okupas' de nuestras maletas son los zapatos, siendo una de las prendas que más espacio abarcan. Evidentemente, dependiendo de la talla de cada persona, la gravedad del asunto es mayor o menor, pero siempre acaban resultado un incordio en el equipaje y uno de los bultos más engorrosos.
Los zapatos ideales
Lo que muchas personas desconocen es que esta situación puede revertirse con un simple truco, que convierte los zapatos en nuestros aliados a la hora de conseguir un espacio extra en la maleta. Eso sí, no se puede aplicar a toda clase de calzado, tan solo a los que comparten una misma característica.
Las chanclas, por ejemplo, no son aptas para la tarea. Una pena, ya que en verano suelen ser un elemento indispensable en los equipajes, tanto si el destino tiene costa como si no, porque suelen utilizarse para caminar por la habitación del hotel u apartamento en el que se instale la viajera o el viajero.
Entonces, ¿cuál es ese rasgo compartido por otros calzados que ayuda a conseguir más espacio en la maleta? Pues uno que tiene la mayoría, en realidad. Se trata del espacio interior en el que se introduce el pie. Es decir, aquel calzado con una cavidad interior, como cualquier zapatilla deportiva o bota -entre otros-, es perfecto para aplicar el truco.
El truco para hacer espacio
Llegados a este punto, muchos lectores ya habrán descubierto de qué se trata. Efectivamente, el truco consiste en aprovechar este espacio que originalmente es para el pie y utilizarlo como hueco de almacenaje. Mientras el calzado se encuentra dentro de la maleta, este espacio acostumbra a desaprovecharse, pero puede ser clave para colar los últimos 'porsiacasos' sin los que no quieres salir de casa.
Por supuesto, y a menos que el dueño tenga el pie de un jugador de baloncesto, los objetos que pueden entrar no son de gran tamaño. Pero puede ser ideal para guardar pequeños botes o frascos -de gel, champú, colonia o crema solar-, algunas prendas finas y bien dobladas, diferentes accesorios -como gafas de sol, pendientes, anillos, etc.-, e incluso neceseres de maquillaje u otros productos de belleza y cuidado de la piel.
Estas tan solo son algunas ideas, pero cada uno tiene su propio imaginario de 'porsiacasos' y de objetos que no pueden faltar en su maleta. Aunque sea un proceso muy personal, se recomienda el mismo consejo para todos aquellos que vayan a aplicar este truco a partir de ahora: asegurarse de que el calzado esté bien limpio, no vaya a ser que el olor a pies u otros elementos de suciedad invadan los efectos personales.
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