5 tabernas míticas en las que hacer el vermú en Barcelona
Te descubrimos desde pequeñas bodegas a tascas míticas para vermutear en la Ciudad Condal.
¿Qué tienen en común personajes de la talla de Salvador Dalí, Luis Buñuel, Ernest Hemingway o Frank Sinatra? Se dice que a todos ellos les apasionaba el vermú. Y si tú también eres un amante de esta bebida amarga y resides o estás pasando unos días en la Ciudad Condal, no debes perderte estas 5 tabernas en las que hacer el vermú se convierte en una experiencia casi celestial.
Bodega Fermín
Arrancamos en el barrio de la Barceloneta y nos acercamos a Bodega Fermín (Sant Carles, 18), un local que parece haberse detenido en el tiempo, hace unas cuantas décadas atrás. De su barra cuelgan embutidos y botellines que le dan un ambiente de tasca de toda la vida. Tienen una amplia carta de cervezas artesanas, pero no deberías irte de allí sin probar sus gildas y, ¡cómo no! su exquisito vermú.
Bar jai-ca
Seguimos en el mismo barrio, pero nos trasladamos a Carrer de Ginebra, 13. Allí se encuentra Bar jai- ca, con más de 60 años de historia que se perciben en el aspecto original del local. Es un clásico del barrio y no tiene nada que ver con el resto de locales turísticos de la zona.
Destaca su amplísima carta de tapas (tanto frías como calientes) elaboradas con productos frescos de gran calidad. Y su vermú es un imprescindible. Lo sirven en un vaso de tubo con un cubito de hielo, dos dedos de ginebra, amargando, sifón, media rodaja de naranja y un par de olivas.
Bar Electricidat
Volvemos sobre nuestros pasos a la calle Sant Carles. Si Bodega Fermín está en el número 18, solo tenemos que andar hasta el número 15 para toparnos con Bar Electricidat. Otro local mítico que lleva abierto desde 1908. Sus puertas modernistas de hierro forjado dan la bienvenida a todo aquel que quiera degustar la que muchos consideran como la mejor ensaladilla de toda Barcelona.
El interior se mantiene intacto, con sus grandes mesas de mármol, la barra original y algún camarero convertido en toda una institución (aunque nos chivan por el pinganillo que ha habido cambios de personal). Su vermú casero y su ensaladilla, como hemos dicho, son impresionantes. Eso sí, las colas que se forman suelen ser también bastante impresionantes. ¡Por algo será!
La Vermu
En el barrio de Gràcia, más concretamente en Carrer de Sant Domènec, 15, descubrimos La Vermu, otro place to be para hacer el vermú. A pesar de llevar algo menos de una década abierto, este local recuerda a las tabernas de toda la vida, con sus banquetas y mesas de madera, su ladrillo visto y su oferta culinaria escrita en los espejos del local.
Es de agradecer su amplia variedad de tipos de vermú, desde el de la casa más económico hasta un blanco más amargo, pasando también por el negro. También cuentan con cervezas de barril y una variada carta de vinos. Y, como acompañamiento, no pueden faltar unas buenas conservas: anchoas, mejillones, sardinillas. Si se prefiere optar por tapas, sus patatas chips hay que pedirlas sí o sí, al igual que su butifarra o su tartar de salmón.
Trencalós Vermuteria
En Sants, desde 2017, podemos disfrutar de un rico vermú en Trencalós Vermuteria. Suele estar muy concurrido y no aceptan reservas; así que lo mejor es tener paciencia y esperar, porque merece la pena.
Trencalós es el nombre que recibe una pista de esquí situada en Andorra, pero también el nombre de este local situado en la confluencia de Melcior de Palau con Vallespir. Y, su nombre no está escogido al azar, puesto que en el interior se pueden ver algunas piezas de decoración que hacen referencia al deporte blanco.
Pero, a lo importante: cuentan con vermús traídos desde diferentes puntos de España, ideales para los paladares más exigentes. También tienen una amplia carta de cócteles, vinos y cervezas artesanas. Y, para acompañar, nada mejor que albóndigas con sepia, su jamón ibérico o sus chips a la diabla.
En definitiva, hacer el vermú en Barcelona es una costumbre que no debería perderse. Poder socializar con amigos, disfrutar en el interior de una mítica taberna o en alguna de sus terrazas al aire libre con un vermú artesanal en una mano y una buena tapa en la otra es una experiencia que resulta única. ¿Es ya la hora del vermú?
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