Las 10 playas vírgenes más bonitas en Tenerife

La costa de Tenerife tiene rincones vírgenes que vale la pena visitar al menos una vez en la vida. El buen clima de la isla del Teide te brinda multiples posibilidades a lo largo del año para acercarte hasta las playas salvajes y paradisíacas.

Se trata de lugares maravillosos y muchos de ellos alejados de las zonas turísticas más concurridas, sobre todo, del sur de Tenerife.

La abundancia de lugares de baño en Tenerife ofrece playas para todos los gustos: de arena negra, de rocas volcánicas, de arena rubia, charcos y piscinas naturales... En Tenerife tienes donde elegir tu playa favorita y, seguramente, será más de una.

Las playas vírgenes son desconocidas por la gran mayoría de los turistas y también por muchos locales.

Son espacios diferentes, auténticos y verdaderas joyas de la naturaleza. Al estar tan apartados de los sitios más transitados, por lo general el trayecto hasta las playas vírgenes se debe realizar a pie por senderos, escaleras o en todoterreno por caminos de tierra y barrancos. Si te gusta practicar senderismo, llegar hasta estos rincones salvajes con encanto será uno de tus mejores planes. Eso sí, no cuentan con servicios como socorrismo, aseos o restaurantes de los que sí disponen las zonas turísticas, también con playas espectaculares y reconocidas dentro y fuera de Canarias.

Otro aspecto a tener en cuenta en las playas vírgenes, es que suele haber oleaje, por lo que en algunos sitios el baño no es recomendable.

Las 10 playas vírgenes más bonitas de Tenerife

Las playas vírgenes son naturaleza en estado puro y sin intervención de la mano del hombre o prácticamente sin ningún elemento artificial a su alrededor. Se conservan de manera natural sin ninguna o muy pocas edificaciones. Vale la pena visitarlas al menos una vez en la vida.

Te presentamos una selección de 10 de las playas vírgenes más bonitas de Tenerife.

Conocer Antequera es descubrir una de las playas más recónditas de Tenerife. Solo puedes llegar a ella a través de un sendero de difícil acceso o por mar. Merece la pena visitarla para que disfrutes del extraordinario paisaje junto al acantilado del macizo de Anaga fundiéndose con el roque que da nombre a la playa.

La mejor opción para llegar son las excursiones en barco que parten desde Santa Cruz y desde el pueblo de San Andrés. El acceso a través del sendero es bastante complicado y se necesita una buena condición física y experiencia.

La playa es de arena gris muy fina y lo ideal es encontrarla con marea baja, ya que con pleamar suele estar cubierta toda por las olas. Suele practicarse el nudismo

Aunque se acuda acompañado y haya otros bañistas, la soledad y serenidad que aporta la playa de Benijo en un entorno de gran belleza la convierte en un referente de los baños alternativos en Tenerife. Situado en el Parque Rural de Anaga, en el nordeste de la isla, este enclave se torna en final inmejorable de una carretera que atraviesa parte de un paraje con laurisilva, vistas espectaculares del Atlántico y un macizo de difícil orografía, con barrancos y picos dignos de continuas fotos.

Las dimensiones de su oscura arena volcánica se agrandan en bajamar y en verano. Anexo al pueblo y playa de Almáciga, la playa de Benijo es un histórico rincón nudista. Si bien hay que extremar el cuidado con el mar, Benijo es sencillamente imprescindible para los amantes de lo salvaje.

Desde Santa Cruz de Tenerife, tienes que dirigirte en dirección norte a la localidad de San Andrés y, desde allí, conducir por la carretera que lleva hasta el pequeño núcleo de Taganana para continuar bordeando la costa hasta la playa de Benijo.

De arena negra volcánica se encuentra en La Orotava, entre las playas del Bolullo y de Ancón. El acceso no es fácil. Desde la autovía del norte hay que tomar la salida de la carreta TF-176 hacia El Rincón y aparcar al final de la carretera, junto a una parada de guagua. Desde ahí hay que caminar unos 30 minutos hasta la playa.

Una vez se llega a este paraíso de arena de color azabache y aguas cristalinas, el disfrute de la soledad y el silencio junto con las vistas al acantilado, es un tesoro del que nadie querrá desprenderse. Es el edén en Tenerife.

Pocos paseos por el litoral del norte de Tenerife son tan placenteros, con vistas tan impactantes y un destino tan agradable en verano. Aunque de menores dimensiones, la playa de El Ancón desmerece muy poco de la cerca playa de Los Patos. En el paraje protegido de El Rincón, descender hasta su negra arena volcánica se convierte en una experiencia cautivadora entre plataneras, acantilados y viñas del célebre vino malvasía. El premio es el refrescante baño final.

Para llegar, lo ideal es dejar el coche cerca de la última parada de autobuses. Desde ahí, a la derecha y con un camino sin pérdida, se alcanza en 25 minutos una prototípica playa virgen. Antes, eso sí, se pasa junto a una atractiva vivienda con ermita que llama la atención por su ubicación, aunque también cabe la opción de llegar por el sendero de la localidad anexa de Santa Úrsula. Ya en la playa se disfruta de su tranquilidad, de la arena caliente y de sus singulares vistas frente al acantilado.

El Socorro es una de las mejores playas de arena volcánica del norte de Tenerife. El atardecer en la zona es realmente fascinante: un paisaje con vistas extraordinarias para una completa desconexión. Esta fantástica playa de arena oscura, con más de 200 metros de longitud, dispone de amplias zonas de aparcamiento que facilitan un cómodo acceso. Para amantes del surf y la naturaleza, esta es una de sus playas favoritas. Las olas rompen lejos de la orilla, por lo que es ideal para surfistas y bañistas, que podrán disfrutar de las espectaculares vistas del norte de Tenerife.

Es una de las 14 playas con Bandera Azul en Tenerife.

Si eres un amante de la fotografía, tienes que visitar esta playa de belleza única en Tenerife. Ver como resisten los roques de origen volcánico a las fuertes olas del mar, es un espectáculo que no te puedes perder.

La playa es realmente espectacular con marea baja, que es cuando se aprecia su fina arena negra mezclándose con los callaos. Para acceder a ella tienes que recorrer el llamado Sendero del agua, próximo a Puerto de la Cruz.

Se recomienda precaución a la hora de bañarse en ella. Su oleaje es intenso pero la visita vale la pena para contemplar el bello paisaje.

Si hay una playa en Tenerife que todo nudista debe visitar, esa es Las Gaviotas, un lugar que se fusiona en perfecta sintonía con las rocas, la arena negra y la vegetación de su acantilado. Esta naturaleza salvaje, a escasos kilómetros de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, es una de las playas 'secretas' de Tenerife. A diferencia de la playa de Las Teresitas, Las Gaviotas no está masificada.

Situada en la zona de la Caleta, esta playa de arena dorada y aguas turquesas es una de las menos conocidas de Tenerife, lo que la hace especialmente atractiva para quienes buscan relajarse en un entorno salvaje. Con una extensión de uno 80 metros de largo, y apenas 25 de ancho, es recomendable visitar esta playa en bajamar, ya que cuando sube la marea apenas queda espacio en la arena.

Como todos los lugares vírgenes, acceder a la playa Diego Hernández requiere de cierto esfuerzo, ya que no se puede llegar en coche y hay que caminar un trecho. La ruta más sencilla suele ser acceder a través del sendero que comienza al lado de una pasarela elevada en las inmediaciones del conjunto Golf Costa de Adeje.

Es una playa de arena estacionaria, en invierno las mareas se llevan la arena negra y en verano la vuelven a traer a la orilla. Situada en un entorno de extraordinaria belleza, es bastante frecuentada en los meses estivales.

El acceso se realiza por la carretera hacia Punta de Teno, en dirección al Campo de Golf de Buenavista. A ambos lados de la Avenida de la Playa de Las Arenas es posible realizar un paseo marítimo a través del cual descubrirás bonitas calas y charcos creados por las caprichosas formas de las antiguas erupciones volcánicas.

Es un lugar único donde podrás disfrutar de unos atardeceres inolvidables junto al macizo de Teno.

La tranquilidad y la conexión con la naturaleza está garantizada en esta pequeña cala resguardada del viento y las olas junto al volcán de Montaña Roja con sus 171 metros de altura. Sumergirse en sus aguas cristalinas es un placer que difícilmente se olvidará.

La intimidad que ofrece su estratégica ubicación, convierte a Montaña Roja en uno de los lugares preferidos por los naturistas.

El cono volcánico y las playas de la zona están catalogados como Reserva Natural Especial debido a su alto valor paisajístico.