20 escapadas de leyenda con Renfe

Renfe ofrece más de 350 trenes para escaparse por España en servicios de Alta Velocidad y Larga Distancia, combinando el tren con hoteles de 3 y 4 estrellas. En muchas ciudades, el billete de Renfe permite obtener ventajas en museos, autobuses turísticos, alquiler de coches y otros servicios. Renfe informa en su web www.renfe.com de todas las ofertas, desde 57 euros, según el trayecto y la fecha de viaje. En las páginas siguientes proponemos escapadas a algunas ciudades con una rica y variada oferta cultural, monumental y gastronómica.

20 escapadas de leyenda con Renfe
20 escapadas de leyenda con Renfe

Haro, la cultura del vino

La ciudad de Haro, capital del vino, es la anfitriona de La Rioja Alta en la zona norte de la región. Se encuentra situada entre los ríos Ebro y Tirón, en lo alto de un valle y rodeada por varios cerros de media altura que forman los meandros del Ebro. La ciudad está declarada conjunto histórico artístico, en el que destaca, sobre todo, el casco antiguo, salpicado de casas solariegas y palacios que mantienen la arquitectura tradicional de los siglos XVI, XVII y XVIII. Además, sobresalen en su arquitectura la iglesia de Santo Tomás (de estilo gótico tardío y monumento nacional desde 1931), la basílica de Nuestra Señora de la Vega (levantada entre los siglos XVII y XVIII) y el Ayuntamiento.

Para comenzar, y sin salir de Haro, el Museo del Vino muestra todo lo que hay que saber sobre el vino riojano. Está estructurado en tres partes. La primera es una introducción para saber qué es La Rioja y cómo se formó. Explica cómo son sus suelos y su clima, qué es la vid y la viticultura, cómo se hace el vino y de qué se compone. La segunda parte profundiza en los tipos y características de sus bodegas, lo que se hace en ellas; cómo se embotella el vino, qué controles se le exigen y cómo se vende o cata. Por último, se incide en la cultura del vino y en la infinidad de manifestaciones que se aglutinan en torno a él. Pero lo mejor es que el viajero visite alguna o muchas de las bodegas que se encuentran en Haro, donde se podrá ver in situ todo lo aprendido en el Museo del Vino.

La construcción de las bodegas corresponde a diversas formas y épocas. En el casco viejo pueden visitarse bodegas medievales erigidas bajo casas o palacios. Una muestra de ellas es la bodega Las Bezaras. A partir del siglo XVIII la estructura de las bodegas es la que se llamaría típica riojana: cercanas a las viñas, y por una ventana que comunica con ésta se deja caer la uva (bodegas Berceo y Lecanda). Desde 1877 surge el conjunto del barrio de la estación, donde el lugar de elaboración del vino se sitúa en superficie (bodegas Tondonia, Bilbainas y Roda). En diferentes épocas, desde 1885 hasta 1990, la nave de elaboración en algunas bodegas se sitúa en superficie, y en otras, bajo ella (Rioja Santiago, Martínez Lacuesta, Ibaiondo...).

San Felices

Se cuenta que Félix, un anacoreta que vivió a caballo entre los siglos IV y V, vivió cerca de 100 años orando en el paraje hoy conocido como "los riscos de Bilibio". El hombre santo alcanzó fama por sus costumbres y milagros. Y fue esta fama de San Felices quien atrajo la atención de un jovencísimo pastor de Berceo, que se acercó hasta esos pagos para que le instruyera y le introdujera en la búsqueda de Dios a través de la oración y la meditación. Más tarde, ya de vuelta en su Berceo natal, este pastorcillo, discípulo de San Felices, se convertiría en San Millán de la Cogolla.

Como llegar

Hay trenes directos hasta Haro desde Alicante, Barcelona, Burgos, Bilbao, Gijón, León, Lleida, Logroño, Oviedo, Palencia, Salamanca, Tarragona, Valencia, Zamora y Zaragoza. Consultar horarios y disponibilidad desde otros destinos en www.renfe.com

Vitoria, el Día del Blusa

El 25 de julio se celebra en la ciudad el Día del Blusa, preludio de las fiestas de La Blanca. Los blusas son el elemento principal de La Blanca. Alegran, con desenfado y algarabía, las jornadas festivas, haciendo que las calles de la ciudad se transformen en el mayor escenario de la fiesta. Pero más allá de la cita autóctona veraniega, la urbe siempre acoge al visitante para sorprenderle por su grandiosidad monumental. En el centro del casco viejo está la iglesia de Santa María, un templo gótico del siglo XIV que fue convertido en colegiata en 1496 y erigido en catedral en 1862. En su interior podemos observar obras de Van Dyck, Rubens, Caravaggio, Benvenuto Cellini y cuadros de la escuela de Ribera. Muy cerca, en la calle Correría, puede verse el Portalón, edificio de madera y ladrillo del siglo XV.

Frente al Portalón está la Torre de los Andas y el Palacio de los Gobeo-Guevara San Juan. Por la calle Herrería se llega a la Torre de Doña Ochanda, que tiene una portada gótica y es sede del Museo de Ciencias Naturales. A continuación, por el Cantón de las Carnicerías, se llega al Palacio Escoriaza-Esquível, con portada plateresca y patio renacentista.

De camino a la Plaza de la Virgen Blanca se pasa por la iglesia de San Pedro, del siglo XIV, que presenta una portada gótica. En el interior destaca el retablo plateresco de los Reyes. Una vez en la Plaza de la Virgen Blanca se puede visitar la parroquia de San Miguel. La portada está cobijada por un pórtico del XVI que muestra, dentro de una hornacina, la imagen de la patrona de la ciudad.

La virgen blanca

La devoción de los vitorianos por la Virgen Blanca se remonta a la época en la que Álava aún pertenecía a la Corona navarra. Del estudio efectuado por el benemérito erudito Venancio del Val extractamos lo siguiente: "Fundamentalmente se cree que el origen de la devoción a la Blanca en Vitoria provenga del mismo tiempo de la fundación de ésta por el rey Sancho El Sabio, que es a quien se atribuye la introducción de aquélla".

Cómo llegar

Vitoria. Está muy bien comunicada por tren con casi todas las Comunidades Autónomas. Así, existen relaciones directas desde Vitoria con A Coruña, Alicante, Albacete, Barcelona, Burgos, Córdoba, Gijón, León, Lugo, Lleida, Madrid, Oviedo, Ourense, Palencia, Pamplona, San Sebastián, Salamanca, Santiago, Vigo y Zaragoza.

Santo Toribio de Liébana, discreto jubileo

La comarca de Liébana es una de las escapadas más atractivas de Cantabria. Pero, además, Santo Toribio de Liébana tiene una significación religiosa especial porque es lugar santo que permite ganar el jubileo -palabra que procede del hebreo Yobé, el nombre del cuerno con el que se convocaba a la celebración-. Además del arrepentimiento y el propósito de enmienda, para redimir los pecados son necesarios tres requisitos: confesar, comulgar y rezar por el Papa. Son tres los signos que caracterizan al jubileo: la peregrinación, que simboliza la historia de la Iglesia; la Puerta Santa, que es el paso del pecado a la gracia, y la indulgencia que concede Dios. La historia del Año Santo Lebaniego comienza en 1512, cuando Julio II eligió el Monasterio de Santo Toribio de Liébana como uno de los cuatro lugares santos del cristianismo, junto con Roma, Jerusalén y Santiago. El Año Santo Lebaniego se celebra cuando el 16 de abril, festividad de Santo Toribio, coincide con un domingo -el último fue en el año 2000-. Desde ese día hasta el siguiente 16 de abril, la Puerta del Perdón queda abierta y todo el que pase bajo ella obtiene la redención de sus pecados.

Lignum crucis

El Monasterio de Santo Toribio fue fundado en el siglo VI por el monje Toribio. Ubicado sobre el monte Viorna, este lugar fue escogido por el clérigo y sus compañeros para retirarse del mundo y vivir según la regla benedictina. En este enclave, en el siglo VIII vivió el Beato de Liébana, autor de los Comentarios al Apocalipsis, obra representativa del pensamiento medieval. Cuenta la leyenda que en las mismas fechas se trasladaron aquí los restos del obispo Toribio de Astorga y reliquias del Lignum Crucis. Esta reliquia, serrada y puesta en forma de cruz incrustada sobre otra de plata corresponde al brazo izquierdo de la Santa Cruz. Se puede observar en ella el agujero sagrado donde clavaron la mano de Cristo.

Cómo llegar

Santo Toribio de Liébana. La estación de referencia es Santander. Después se continúa camino por carretera. Desde Santander salen trenes directos hacia Ávila, Albacete, Alicante, Madrid, Palencia y Valladolid, entre otras ciudades.

Plasencia, la ciudad de las dos catedrales

Plasencia es una ciudad monumental y evocadora, con callejas pintorescas, nobles palacios, museos y bellos recuerdos monumentales y heráldicos en sus fachadas. Está situada al norte de la provincia de Cáceres, en el meandro que produce el río Jerte, junto al puente de San Lázaro. El nombre de sus calles es curioso. Unas llevan el nombre de las puertas principales de la ciudad en las que desembocan, que a su vez se denominan como las ciudades hacia las que están orientadas -calle Puerta de Trujillo, Puerta de Talavera, Puerta de Coria...-. Otras llevan nombres de agentes naturales: calle Puerta del Sol, de las Peñas, Arenillas... También las hay que recuerdan a las más diversas actividades gremiales: calle de Zapatería, Caldereros, de los Quesos, Podadores...

La extensión que tiene Plasencia permite recorrerla a pie. El punto de partida es la Plaza Mayor, de soportales, donde se encuentra el Ayuntamiento, que fue comenzado en el siglo XVI, modificado en el XVII y reconstruido en los primeros años del XVIII.

Al salir de la Plaza Mayor, por la calle Rey, se llega a la Casa de las Argollas, en la que se celebraron las bodas entre Juana La Beltraneja y el rey de Portugal. En la misma manzana puede visitarse la Casa de los Trejo Barrantes, que es una bella edificación del siglo XVI, con hermosa portada y escudo de la estirpe. Y un poquito más adelante, la iglesia de Santa Ana.

El paseo continúa por las calles de Santa Ana y la Tea hasta llegar a la plaza de San Martín, donde se encuentra la iglesia del mismo nombre, que conserva restos románicos del siglo XIII.

Se deja la plaza de San Martín a un lado y, a través de la Plaza Mayor, se accede a la Casa de las Dos Torres popularmente llamada de las Argollas, que es la mansión señorial más antigua que conserva la ciudad.

Y a unos pocos metros, en un pequeño núcleo alrededor de la plaza de la Catedral, se encuentran agrupados varios edificios: el Palacio de Justicia, la Casa del Deán, el Hospital Provincial, el Palacio Episcopal y las catedrales, la Nueva y la Vieja, que son una visita obligada en Plasencia por su importancia y belleza.

Las dos catedrales se encuentran unidas por un claustro y pertenecen a estilos muy distintos. La Catedral Vieja es románica y se construyó entre los siglos XIII y XIV. La fachada de los Pies tiene un cuerpo central con vano de medio punto, coronado por una hornacina que representa la Anunciación de la Virgen, por encima de la cual destaca un rosetón de gran tamaño. La torre es gótica y conserva algunos elementos románicos. En el claustro que une ambas catedrales destacan las columnas y capiteles románicos, así como los arcos y bóvedas de crucería.

La Catedral Nueva es un magnífico conjunto decorativo de estilo plateresco. La sillería del coro es gótica. Algunos de sus relieves ofrecen escenas burlescas. Los respaldos de las sillas altas muestran cuadros de taracea y los retratos de los Reyes Católicos. Se conserva también un retrato de los Churriguera.

El otro dédalo

Existe la leyenda en Plasencia de que el autor de las tallas del coro de la catedral placentina huyó de la cárcel volando, adaptando a sus hombros unas alas, con las cuales se lanzó al cielo desde la punta de la torre y cayó lejos de las murallas. Todavía hoy se muestra el lugar de su caída. El ilustrísimo don Antonio Ponz escribió en su Viaje de España lo siguiente: "Lo que creemos fabuloso en Dédalo, fue un hecho verdadero sucedido en Plasencia. Voló un hombre y voló un gran trecho. Es opinión que tal avechucho fue el que hizo la sillería del coro de la catedral... Atravesó trepando por los vientos toda la ciudad, desde el castillo a la que llaman la dehesa de los caballos, medio cuarto de legua de Plasencia...".

Cómo llegar

Hay trenes directos desde Cáceres, Badajoz, Sevilla y Madrid. Desde otras ciudades, consultar www.renfe.com

Mérida: Roma antigua en Extremadura

El legado de la época romana es el mayor atractivo de esta ciudad -que llegó a ser capital de la Lusitania-, emplazada a orillas del Guadiana. De entre todos sus monumentos, el más emblemático y visitado es el Teatro Romano. Su construcción data de los años 15 y 16 a.C. y fue patrocinado por Marco Agripa. Con capacidad para unas 6.000 personas, la grada se dividía en tres tramos correspondientes a las diferentes clases sociales. En su escenario de 60 metros de largo se celebra el Festival de Teatro Clásico. Frente al teatro, a escasos metros se puede visitar el Anfiteatro, de planta elíptica. Inaugurado en el siglo VIII a.C., tenía capacidad para 14.000 espectadores y estaba destinado, principalmente, a espectáculos con gladiadores y animales.

El puente romano sobre el Guadiana data del siglo I a.C., pero ha sido restaurado en diversas ocasiones. Sus 792 metros de longitud, con 60 arcos, se dividen en tres tramos, de los que el primero es el que mejor conserva el estilo original. Más pequeño es el puente sobre el río Albarregas, con 145 metros de longitud, que fue construido en los tiempos del emperador Augusto.

La Casa de Mitreo y la Casa del Anfiteatro son dos ejemplos de casas señoriales romanas. El Circo fue construido en el siglo I d.C. y tenía un aforo de 30.000 espectadores, lo que lo convierte en uno de los mayores del mundo romano. El Arco de Trajano, de 15 metros de altura, está situado en el centro de la ciudad. El Templo de Diana fue erigido en el siglo I a.C. y estaba destinado al culto del emperador. Su estado de conservación es excelente. En el siglo XVI se aprovechó su estructura para la construcción del palacio del Conde de los Corbos. Otros vestigios del período romano son los acueductos de San Lázaro y de los Milagros, la presa de Proserpina y el pórtico del foro. En el Museo Nacional de Arte Romano, obra del arquitecto Rafael Moneo, se pueden contemplar infinidad de objetos de la época. Tras este viaje arqueológico, podemos visitar la Basílica de Santa Eulalia, donde se conservan los restos de esta mártir (patrona de la ciudad). En el exterior se levanta el Hornito de Santa Eulalia Mártir, construido con los restos de un templo dedicado a Marte. De la época de dominio musulmán puede visitarse la alcazaba árabe, junto al puente romano sobre el Guadiana. Tras la reconquista, la alcazaba pasó a ser un convento que en la actualidad es la sede de la Presidencia de la Junta de Extremadura. Entre las visitas destacadas se encuentran también el conjunto arqueológico de Morerías, la Concatedral de Santa María y el Museo de Arte Visigodo.

La "Medea" de Xirgu

El Festival de Teatro Clásico se celebra cada verano desde su nacimiento en 1933, año en que contó con la presencia de la legendaria actriz Margarita Xirgu, quien encarnó la Medea de Séneca traducida por Miguel de Unamuno. Esta gran intérprete ha sido considerada como la auténtica impulsora del festival de las artes del Teatro Clásico de Mérida. Se cuenta que de ella dijo el mismo Miguel de Unamuno: "Yo no he hecho más que hacer hablar a Séneca en castellano. Séneca no hizo más que explicar la historia de ‘Medea''. Pero Margarita Xirgu ha hecho ‘Medea''. Ha convertido este personaje, imaginario o real, en un ser vivo que se apodera de nosotros en cuerpo y alma".

Cómo llegar

Existen trenes diarios desde Madrid, Badajoz y Sevilla.

El Monasterio de Piedra y la Ruta del Agua

Nunca deja de sorprender este grandioso enclave natural zaragozano. Ya en el interior del parque natural, el río Piedra se divide en tres brazos formando innumerables cascadas. Siguiendo el itinerario que propone el parque, la primera cascada que asombra por su altura es la Cola de Caballo. Desde aquí el camino inicia un descenso hacia la Gruta Iris y al pie de la Cola de Caballo. A continuación se encuentra la piscifactoría, primer centro de piscicultura de España (su construcción data de 1866), llena de truchas de variadas especies.

Se dejan las pesqueras a un lado y se llega a la Peña del Diablo y al Lago del Espejo, que recibe este nombre por su transparencia y calma. En este lugar hay una zona verde donde se recomienda hacer un alto en el camino para después ascender por Los Chorreaderos y desembocar en el túnel de la Cascada Iris. Muy recomendable es admirarla al atardecer, cuando sus aguas despiden reflejos de colores. Aguas arriba se contempla el Baño de Diana, el Lago de los Patos, las Cascadas Trinidad y Caprichosa y, entre ambas, la Gruta del Artista, una de las más tranquilas y silenciosas.

Por una escalera tallada en roca se asciende al Parque de Pradilla. En él hay un puente rústico que cruza el río, desde donde se puede contemplar La Caprichosa y descender por la Cascada de los Fresnos, volviendo casi al inicio del paseo, a la Cascada Iris.

Este es solo uno de los paseos recomendados. Otros llevan al viajero hasta El Vergel, que data de mediados del siglo XIX, a la Cascada Sombría o al Paseo de la Olmeda, que cuenta con unos espectaculares miradores.

Y en este enclave se encuentra el Monasterio, completando una visita en la que se unen naturaleza y arte. Fue fundado a instancias de Alfonso II de Aragón y su esposa Sancha, allá por 1194. Trece monjes cistercienses, procedentes de la abadía de Poblet, fueron los encargados por el rey de convertir los restos del castillo de Piedra Vieja en el Monasterio de Piedra, dedicado a Santa María de la Blanca.

La visita guiada por sus dependencias introduce al viajero en las costumbres y modo de vida de los monjes de la orden del Cister. Varios son los estilos arquitectónicos con los que el monasterio ha ido configurándose a través de los años: mudéjar, románico, gótico, renacentista y barroco. Así, se visita el claustro, la sala capitular, los altares barrocos, la sepultura románica, la abadía, la cripta... Un pasadizo lleva al visitante al almacén y a la sala de carruajes. Y aún quedan por ver la cocina conventual, el refectorio, el lavatorio y el calefactorio.

El Monasterio de Piedra se encuentra en una zona de abundantes balnearios, centrados en Jaraba, Alhama de Aragón y Paracuellos de Jiloca. Agua y roca se combinan creando caprichosas formas. Muy interesantes son el valle del río Mesa y el desfiladero de Calmarza. Además, en las zona se puede practicar senderismo y bicicleta de montaña en las sierras, y escalada en las paredes de Morata de Jalón y de Jaraba. Y en el pantano de La Tranquera, en Nuévalos, windsurf, vela y esquí acuático.

Peña del Diablo

Cuenta la leyenda que en los jardines y bosques del Monasterio de Piedra se oían los rezos de los monjes. Estos rezos sacaron de la influencia satánica a una joven. La corte demoníaca, irritada, decidió prender fuego al monasterio con los monjes dentro como venganza. Los frailes invocaron a los ángeles que acudieron en su ayuda. Se libró una terrible batalla entre los ángeles y los demonios y, después de muchas horas de lucha, la victoria de los ángeles estaba mucho más cerca. Habían derrotado a casi todos los diablos y solo les faltaba vencer a uno que portaba un gran peñasco, con el que les amenazaba. Consiguieron eliminarlo y el peñasco cayó en el valle, que ahora se conoce con el nombre de la Peña del Diablo.

Como llegar

Estaciones de Alhama de Aragón y Calatayud. Esta última disfruta de los servicios AVE entre Madrid, Zaragoza y Barcelona.

Sigüenza, espíritu medieval

Sigüenza es la ciudad del Doncel y, por eso, siempre será joven. Porque donceles se llamaba a los jóvenes nobles que aún no estaban armados. También a los muchachos que hacían de pajes. Sigüenza, a orillas del Henares y en la provincia de Guadalajara, conserva su espíritu medieval. El clima es extremo, con largos y fríos inviernos y veranos cortos y agradables. Por ello, es precisamente en primavera, por su suave temperatura, cuando merece la pena recorrerla a pie.

En la catedral, de estilo románico, el Doncel espera al viajero inmutable, ajeno al transcurrir del tiempo. Es uno de los más bellos monumentos funerarios de España. En él está enterrado Martín Vázquez de Arce, muerto en la guerra de Granada (1486). Su estatua yacente se encuentra recostada con un libro en sus manos, junto a los demás sepulcros de la familia de los Arce. Además del Doncel, otro punto básico de la catedral es la Sacristía de las Cabezas -primer diseño manierista de Covarrubias-.

Si el viajero decide seguir a pie la visita a la ciudad, a pocos metros encuentra el Museo Diocesano, en el que se pueden conocer bellas muestras del arte religioso de buena parte de la provincia.

A la salida del Museo Diocesano, a través de la plaza del Obispo Don Bernardo se llega a la plaza Mayor, que es una joya del siglo XV. A continuación las calles Travesaña Alta y Travesaña Baja, ejes de la ciudad medieval, presente en cada esquina. Entre ambas calles se encuentra la casa en la que el Doncel vivió unos años: un palacio gótico del siglo XV. Unos pasos más y se llega a las iglesias de Santiago y San Vicente, donde la piedra se hace austero románico. Y sobre la colina, el castillo-palacio de los obispos de Sigüenza, hoy Parador Nacional de Turismo. Es muy recomendable hacer un alto en el camino para contemplar la vista de la ciudad desde aquí.

Si el viajero sigue su paseo, en la parte baja de la ciudad puede admirar buenos ejemplos arquitectónicos del siglo XVI, como la ermita del Humilladero, al comienzo de la Alameda. Además se pueden visitar otros monumentos como el seminario de San Bartolomé, el Palacio Episcopal o la que fuera sede de la universidad hasta el siglo XIX. Es, en fin, un inolvidable paseo que lleva del románico al barroco sin apenas sentirlo, pero aún hay muchas cosas que ver en Sigüenza.

No hay que olvidar tampoco su gastronomía. Es una auténtica cocina castellana: cordero y cabrito asados, perdices estofadas, codornices escabechadas, truchas, setas de cardo, dulces como las Yemas del Doncel...

Y en las afueras de la ciudad, se recomienda visitar el Castillo de Pelegrina, del siglo XII y la amurallada villa de Palazuelos, a solo 15 kilómetros de distancia.

El Doncel

El Doncel de Sigüenza era un miembro de la familia de los Vázquez de Arce y caballero de Santiago, que estudiaba en Salamanca, aunque siempre prefirió las milicias a los libros. Al parecer, conoció a la reina Isabel la Católica, de la que Martín Vázquez de Arce estaba enamorado platónicamente. En 1486 acompañó a su padre en la batalla que tuvo lugar en la Vega de Granada y allí encontró la muerte a los 25 años. Según la leyenda, Fernando de Arce recogió a su hijo cuando cayó y pudo escuchar sus últimas palabras, en las que recomendaba al padre que llevase a su hermano por el camino de las letras y expresaba su deseo de yacer en efigie sobre su sepultura, con un libro en las manos para compensar a quienes había agraviado en vida desoyendo sus consejos. Su hermano levantó el mausoleo y cumplió sus últimas voluntades. La escultura es un canto a las armas y a las letras.

Cómo llegar

Por tren tiene relaciones directas con Madrid, Barcelona, Tarragona, Zaragoza Córdoba, Málaga, Pamplona y Soria. Más información y reservas en www.renfe.com

Noia, una parada en el Camino

Décimo Junio Bruto regresó en el siglo I a Roma para contar que había estado en el fin del mundo. Pues allí mismo se levanta un pueblo pequeño que, según los antiguos decires de sus parroquianos, debe su nombre a Noé, quien le puso el nombre en memoria de Noela, la mujer de su hijo Jafet. Si es o no cierto el origen noético de Noia, no lo podemos saber, como no se han podido descifrar la serie de lápidas repletas de símbolos de ignoto significado que pueden verse en el interior de Santa María a Nova. Además de esta iglesia y su cementerio, merece la pena pasear por el casco antiguo, en el que apreciar la historia de cada losa y casas de blasón o corredores y galerías. Buen ejemplo de esto son el pazo Dacosta, el pazo da Rúa do Forno do Rato, la casa da Xouba, la casa do Rosa o la casa do Senra.

Los monumentos más destacados son de estilo gótico gallego, como la iglesia de San Martiño de Noia, con una fachada de grandes figuras escultóricas guardando una bien labrada puerta. En lo alto, un gran rosetón.

La Alameda y los jardines de Felipe de Castro también resultan interesantes para visitar.

La lápida de noé

Sobre los desembarcos de Noé, sostiene la leyenda que existe una supuesta lápida antiquísima que decía así: "En nombre de Dios. Amén. Noela dedica a su hermano y marido Galo Gafeto, Rey desde Finisterra a los Altos Alfes, y de mar a mar, esta memoria a la honra de su segundo abuelo Noé y a este pueblo que para su descanso formaron en el fin del río Támbar, frente a la isla de Cueva Marina. Su señal sería un Arca con la que Dios defendió a su generación. Su nombre y el de su hija Nebión y el del reino y el de su Rey y marido que descansa en paz. Año 1999 del mundo". Esta fecha de 1999 está relacionada con toda una serie de teorías tendentes a establecer el periodo de tiempo comprendido entre Adán y el nacimiento de Cristo.

Cómo llegar

Las estaciones de referencia son Santiago de Compostela y Pontevedra. Desde diciembre de 2011, Santiago de Compostela forma parte también de las estaciones que disponen de trenes Ave, entre Ourense y A Coruña, además de los trenes de larga distancia desde Madrid y Barcelona, entre otros destinos.

La Ribeira Sacra, historia y naturaleza

La ruta por el Cañón del Sil comienza en Castro Caldelas. En el centro de la villa se alza el Castillo, que perteneció a la casa de Lemos. Fue reconstruido en el siglo XIV y conserva sus fosos y murallas, además de tres torreones que cercan las torres del reloj y del homenaje. Ya en Montederramo es visita obligada el Monasterio de Santa María (siglo XII), y en Xunqueira de Espadanedo, otro monasterio con el mismo nombre que el anterior que se unió a la orden del Císter en el siglo XVI. La siguiente parada es Esgos, un municipio que se asienta sobre un valle ubicado entre los montes de Rocas y Eirado por el que se desliza un regato del río Loña, afluente del Miño. Es visita obligada la iglesia de San Pedro de Rocas, cuyo nombre se debe a que en el siglo VI unos eremitas utilizaron las oquedades de la roca y la trabajaron para construir un edificio monacal. Y a continuación, Noguera de Ramuín. En esta zona se conservan tramos de la calzada romana llamada Vía Nova, que conducía de Braga a Astorga. Sus restos comprenden también un número considerable de miliarios (columna o piedra que indica la distancia de mil pasos). En Nogueira se alza la iglesia románica de San Martiño.

Y ya cerca se encuentra el Monasterio de Santo Estevo de Ribas do Sil. Está en la arista de una elevada cresta montañosa sobre el Sil. Desde su vértice se distinguen la carretera de Los Peares, el río y el ferrocarril. Cerca se encuentran los Saltos del Sil, con un mirador que ofrece una bellísima panorámica.

La siguiente parada es el Monasterio de Santa Cristina de Ribas do Sil, en Parada do Sil. Este templo, al igual que el de Santo Estevo, fue ocupado por monjes de la orden benedictina hasta la desamortización de Mendizábal.

Tierra de eremitas

Se cuenta que durante la Edad Media este quebrado e inaccesible territorio fronterizo, entre Ourense y Lugo, recibió el sobrenombre de Ribeira Sacra debido al gran número de anacoretas y eremitas que poblaron sus más solitarios rincones.

Cómo llegar

En tren hasta Monforte de Lemos. Hasta esta población llegan trenes directos desde A Coruña, Lugo, Ourense, Santiago de Compostela, Vigo, Ávila, Palencia, Pamplona, Vitoria, Logroño, Valladolid, Zaragoza, San Sebastián, Bilbao, Zaragoza, Barcelona y Lleida.

Vilanova de Arousa, las huellas de Valle-Inclán

La historia de la localidad pontevedresa de Vilanova de Arousa se remonta al siglo VII y su fundación está relacionada con la del Monasterio de Calogo por San Fructuoso. Las incursiones normandas acabaron con el templo, sobre cuyos cimientos se levanta ahorala iglesia de La Pastoriza. La Ruta Valleinclaniana propuesta por el Concello de Vilanova es un recorrido por los lugares en los que el genial escritor vivió, los que nombró en sus escritos y otros a los que se refirió menos directamente. Así, cada estación de la ruta se convierte en un "mirador literario".

La primera parada es la Casa del Cuadrante, en la rúa del Priorato, donde el 28 de octubre de 1866 nació Ramón del Valle-Inclán. La casa está rodeada por un jardín de mediados del siglo XIX que conserva árboles majestuosos, emparrados y escalerillas de piedra que permiten asomarse por los muros exteriores. Cuando la familia de Valle-Inclán dejó de residir en Vilanova, don Ramón siguió acudiendo temporadas a la casa donde sus primos, nuevos residentes, conservaban una habitación para el escritor.

La Casa de Cantillo fue la residencia habitual del padre de don Ramón, a la que se trasladó un año antes del nacimiento del escritor, su segundo hijo, por lo que existen teorías acerca de que Valle-Inclán nació en esta casa.

El pazo de Rúa Nova fue heredado por Carlos Luis del Valle-Inclán y Malvido, abuelo paterno de Valle-Inclán. Declarado Monumento Nacional en 1976, conserva elementos defensivos medievales en los ángulos de la muralla. El conjunto está formado por un portalón, torre, capilla y cuerpo principal. Este pazo inspiró a Valle-Inclán varios pasajes de Romance de Lobos.

El nombre de la parroquia de San Cipriano de Calogo tiene reminiscencias valleinclanianas. Un personaje de El Embrujado se llama Remigio de Cálogo. Es un templo neoclásico de líneas sencillas. Cerca pueden visitarse las ruinas de la Capilla de San Mauro a la que, en Flor de Santidad, hace referencia su autor cuando habla de la Romería de San Mauro.

En la iglesia de la Pastoriza fue bautizado Valle-Inclán el 29 de octubre de 1866. Es una iglesia neoclásica, hecha en sillería rústica con campanario adosado a un lado y poca ornamentación.

Otro punto importante de esta ruta es la iglesia románica de Santa María por donde pasaba don Ramón cuando acudía a sus clases de latín. En su Sonata de Otoño también hace referencia a la iglesia de San Miguel de Deiro, en la que destaca una imagen de San Miguel en lucha con el demonio.

La mano divina

Aunque bien conocida, cuenta la leyenda que Dios, descansando después de crear el mundo, posó su mano en esta parte del litoral gallego dando forma a las rías que la componen, una curiosidad que alcanza en esta tierra de mitos y leyendas una significación muy especial.

Cómo llegar

En tren hasta Vilagarcía de Arousa. Los trenes Regionales unen la localidad de Villagarcía de Arosa con A Coruña, Pontevedra, Santiago de Compostela y Vigo, entre otras ciudades. Desde otras localidades, hay que consultar en www.renfe.com

Baeza, una joya del Renacimiento

Baeza está enclavada en el centro geográfico de la provincia de Jaén, cerca del Guadalquivir. En sus alrededores se encuentra el paraje natural de la Laguna Grande, de gran riqueza ecológica y la mayor de la provincia. Dicen los baezanos que "su ciudad es pequeña pero grande a la vez". Y esto se explica porque en sus reducidas dimensiones reúne muchos atractivos: palacios e iglesias que alternan con casas blancas, portadas, torres, fuentes...

En la plaza de España, por ejemplo, se alza la Torre de los Aliatares, de 25 metros de altura, que servía de defensa a dos de las puertas de la ciudad. Hoy día es uno de los escasos restos musulmanes que se conservan.

Muy cerca se encuentra la universidad, que se comenzó a construir en 1538. Allí, Antonio Machado impartió clases de francés. Tiene un amplio patio de doble arcada y el paraninfo se cubre con un magnífico artesonado. La capilla es de bellas proporciones, con una elegante cúpula sobre el crucero.

Junto a la universidad se erige el Palacio de Jabalquinto. Lo mandó edificar Juan Alfonso de Benavides Manrique, primo segundo del rey Fernando El Católico, cuyo hijo se casó con la hija del poeta Jorge Manrique. Merece la pena detenerse en su fachada gótica, en su patio renacentista y en su escalera barroca. A su espalda se levanta la iglesia de Santa Cruz, uno de los pocos templos románicos que conserva casi totalmente su primitiva estructura en la ciudad. Cuenta también con una capilla gótica y un arco de herradura de perfil visigodo. A pocos pasos está la Fuente de Santa María (siglo XVI), en la plaza del mismo nombre.

Y por fin, la Catedral, la joya arquitectónica de Baeza. Fue levantada sobre una mezquita de la que aún quedan algunas bóvedas en el claustro, la cual a su vez había sido anteriormente templo romano y cristiano. Durante siglos Baeza fue sede episcopal. La Catedral representa el máximo exponente de esta prerrogativa eclesiástica. Los estilos gótico y renacentista se combinan en la arquitectura, mientras el altar mayor aporta una nota de barroquismo. Al presbiterio se accede a través de una de las mejores creaciones de la rejería española del siglo XVI, obra del maestro Bartolomé de Jaén.

Otros monumentos destacados de la ciudad son la Casa del Pópulo, la Puerta de Jaén, el Arco de Villalar, la Fuente de los Leones, la Antigua Carnicería, la Alhóndiga, el Pósito...

El ciego rosel

Cuenta la leyenda que durante la dominación musulmana un ciego llamado Rosel oyó una voz divina que le reveló el lugar donde se encontraba la imagen de la Virgen y que, al lavarse los ojos con agua que brotó en el lugar donde los cristianos la habían ocultado, recuperó la vista. Por ello, todos los años se celebra la Romería en honor del Cristo de la Yedra y la Virgen del Rosel.

Cómo llegar

Hay trenes directos hasta Baeza desde Barcelona, Gijón, Madrid, Valencia, Jaén, Granada, Ávila, Valladolid, Burgos y Vitoria.

Córdoba, el corazón de Al-Andalus

La mejor manera de conocer Córdoba es perdiéndose por sus calles y parándose a contemplar sus patios cuajados de flores. Su monumento más representativo es la Mezquita. Abderramán I inició las obras en el año 780, construyendo 11 naves perpendiculares al muro al que se dirige la oración o quibla. En tiempos de Adbderramán II y de Alhaquén II se hicieron algunas ampliaciones, como la capilla del mihrab decorada con mármoles, yesería y mosaicos. Sus arquerías entrecruzadas, sus cúpulas estrelladas y el espacio interior ocupado por un bosque de columnas son algunos de sus rasgos más destacables. En su interior se guardan los restos del Inca Garcilaso y del poeta Luis de Góngora.

Cerca de la mezquita se encuentra la Judería y la Sinagoga, construida en el siglo XIV. La ciudad posee además un interesante patrimonio de iglesias: Santa María, San Miguel, San Lorenzo, San Pablo, La Magdalena y San Nicolás de la Villa. Otro lugar que merece la pena visitar es el Alcázar, del siglo XIV. De la época romana se conserva el puente romano y las murallas, así como un templo del siglo I.

A seis kilómetros de la ciudad se hallan las extensas y laberínticas ruinas de Medina Azahara, ciudad que acogía el palacio califal, iniciada por Abderramán III y finalizada por su hijo Alhaquén II en el siglo X. Medina Azahara, que se fundó para mayor gloria de una joven, Zahra (Flor), de la que el califa omeya estaba enamorado, llegó a ser la segunda ciudad del Califato de Córdoba.

La triste zahra

Dicen que, a pesar de la belleza de la ciudad califal, la princesa Zahra, nacida en Granada, era sorprendida llorando frecuentemente por el califa. Desconcertado por la tristeza de su amada, la joven le explicó que añoraba no poder ver las nieves de Sierra Nevada. Al escucharlo, Abderramán III mandó talar un bosque cercano para replantarlo con cientos de almendros, para que al final del invierno cubrieran de blanco la ladera y poder así evocar las nieves granadinas.

Cómo llegar

Córdoba forma parte de la red de estaciones de alta velocidad. Existen servicios de trenes Ave diarios desde Madrid, Ciudad Real, Sevilla y Málaga. Y con el nuevo enlace (by pass) de Torrejón de Velasco llegarán directamente a Córdoba trenes Ave desde Valencia, Albacete y Cuenca.

Granada, el tesoro del arte nazarí

Los árabes dejaron una huella incomparable en la ciudad. La joya por excelencia es la Alhambra, un ejemplo maravilloso del arte nazarí. Esta maravilla arquitectónica es una conjunción perfecta de vida interior y exterior. Sus salas dan a jardines y fuentes que invitan al visitante a sentarse en sus patios y disfrutar del sonido del agua.

Otro tesoro de la ciudad es El Generalife, el palacio de verano de los monarcas nazaríes, rodeado de grandes huertas y jardines que forman un conjunto armónico de vegetación, agua y arquitectura.

También se hace ineludible visitar la Capilla Real, adosada a la catedral y de estilo gótico florido. Fue fundada por los Reyes Católicos y dedicada a San Juan Evangelista. Aquí, en 1521 se trasladaron los restos de los Reyes Católicos y, más tarde, Carlos I continuó las obras para convertirla en uno de los mejores ejemplos del Renacimiento español. En este lugar también descansan los restos de Juana La Loca y Felipe El Hermoso, padres de Carlos I.

Otras visitas imprescindibles en la ciudad son el Albaicín, es el mayor barrio árabe de España que está compuesto por un singular entramado de calles medievales donde se pueden admirar bellos palacios e iglesias; el mirador de San Nicolás, con unas espectaculares vistas de la Alhambra, y, por último, el barrio del Sacromonte, con sus típicas casas-cueva que están excavadas en la ladera del monte.

La puerta de la justicia

Cuenta una leyenda sobre la Puerta de la Justicia, relacionada con la construcción misma de la Alhambra, que tan sumamente sólida era su construcción que, aun recibiendo el ataque de mil ejércitos, jamás caería. Así pues, el día que la llave del arco interior de la Puerta de la Justicia y la mano de su arco exterior se unan, es decir, si la Alhambra cae, será porque ha llegado el fin del mundo.

Cómo llegar

Por tren tiene conexiones directas con Madrid, Barcelona, Tarragona, Zaragoza, Córdoba, Málaga, Pamplona y Soria.

San Lorenzo de El Escorial, arquitectura imperial

A apenas a 50 kilómetros de Madrid, en plena Sierra de Guadarrama, se encuentra el municipio de San Lorenzo de El Escorial. Además de sumergirse en la historia de este lugar, desde aquí podemos iniciar un sinfín de excursiones por la sierra madrileña. En el año 1561, Felipe II adquiere unos terrenos situados a los pies del Monte Abantos. Este hecho coincide en el tiempo con el traslado de la capital del reino a Madrid. En dichos terrenos el arquitecto Juan de Herrera construirá el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Tradicionalmente se creía que dicho rey había ordenado la construcción en compensación por haber destruido una iglesia dedicada a San Lorenzo durante la batalla de San Quintín. Sin embargo, en la Carta de Fundación y Dotación se alegan como motivos el agradecimiento a Dios, garantizar la eterna memoria de la Familia Real y fundar el panteón que albergaría los restos de la familia de Felipe II.

Con la llegada al trono de Carlos III, los Reales Sitios se convirtieron en una Corte itinerante y San Lorenzo fue elegido para pasar la estación otoñal. La expansión urbana de la localidad se inicia con la promulgación en 1767 de la Cédula Real que contiene el Reglamento para la fábrica de casas en el Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial. En esta época se construyen algunos edificios de gran interés.

A mediados del siglo XIX el ayuntamiento de San Lorenzo inicia un plan de embellecimiento de la ciudad que la llevará a convertirse en importante centro de veraneo de las clases altas y de la burguesía madrileñas. En el año 1931 el monasterio es declarado Monumento Histórico Artístico. Entre los diferentes y bellos parajes que forman parte del término municipal de San Lorenzo destacan el Pinar de Abantos, declarado en 1961 Paraje Pintoresco, y la Herrería, considerada bosque de especial interés ecológico desde el año 1995. Su casco antiguo es reconocido como Conjunto Histórico-Artístico en el año 1971.

El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial es el conjunto arquitectónico que da nombre a esta población. Situado en la ladera del Monte Abantos, a más de mil metros de altitud, De su interior destacan sus Palacios, la Sala de Batallas, el Patio de Reyes, la Basílica, el Coro, los Panteones Reales y de los Infantes, la Biblioteca y las Salas Capitulares. También es de gran interés la Pinacoteca y el Museo de Arquitectura. Como fruto del posterior crecimiento urbano de la ciudad se construyeron otros interesantes edificios. El trazado urbano fue proyectado por Juan Esteban siguiendo la forma octogonal impuesta por este edificio religioso y adaptándose a la topografía de la zona. Este arquitecto es también autor de la Real Ballestería, la Casa de los Perros, el Hospital de San Carlos, la Casa de Felipe Díaz Bamonte y las Cocheras de su Majestad. Otros importantes edificios como la Casa del Cónsul, el Palacio del Marqués de Campo Villar o la Casita del Infante son obra de Juan de Villanueva. Ésta última se encuentra en la dehesa de la Herrería. Data de 1772 y destaca por sus estupendos salones y sus bellos jardines, además de las inmejorables vistas que ofrece de San Lorenzo de El Escorial. Tampoco hay que olvidar una visita al Coliseo Carlos III y a la Casa de las Familias de los Infantes.

Pasadizos secretos

Existe un pasadizo que cruza la Lonja del Monasterio comunicando este edificio con una de las Casas de Oficios. Como los animales no podían entrar al recinto sagrado del Monasterio, los coches de caballos entraban a las Casas de Oficios usando dicho pasadizo en los días de lluvia o frío. Pero, al parecer, las historias populares aseguran que hay numerosos pasadizos y corredores subterráneos que unen el Monasterio con diversos puntos de la Sierra de Guadarrama.

Cómo llegar

La estación de El Escorial pertenece a la red de Cercanías de Madrid (línea C-8) y disfruta de frecuencias altas de trenes.

Segovia, patrimonio de reyes

Los ríos Eresma y Clamores bañan la ciudad de Segovia, que se encuentra muy próxima a la Sierra de Guadarrama, lo que favorece que sea una zona exuberante en cuanto a naturaleza se refiere. En 1985 la Unesco nombró a Segovia Patrimonio de la Humanidad.

Es habitual en Segovia visitar, por supuesto, el Acueducto, el Alcázar y la Catedral, pero hay muchos otros monumentos en los que merece la pena detenerse. La entrada a la ciudad se realiza por la Plaza del Azoguejo, lugar donde el acueducto alcanza su punto más alto. Se construyó en el siglo I d.C. para abastecer de agua a un importante enclave militar romano. Entre sus sillares no hay material de unión, así es que se mantiene en equilibrio gracias a un perfecto estudio de empujes y peso de las piedras.

Al avanzar por la calle de Cervantes se llega a la Casa de los Picos, que recibe el nombre de los sillares de granito tallados en punta de diamante que cubren la fachada. La Alhóndiga se encuentra un poco más adelante. Es un edificio de estilo gótico construido como almacén de granos durante el reinado de los Reyes Católicos. Muy cerca, en la plaza Medina del Campo se puede visitar la Iglesia de San Martín, que data del siglo X y es de origen mozárabe. Desde aquí las calles Herrería e Isabel La Católica llevan al viajero hasta la Iglesia de San Miguel, de estilo románico y escenario de la coronación de Isabel la Católica como Reina de Castilla en 1474. A través de la Plaza Mayor se llega a la Catedral, uno de los últimos edificios góticos que se construyeron en España a principios del siglo XVI. Las obras se iniciaron en 1525 durante el reinado de Carlos I y continuaron hasta el siglo XVII. Siguiendo por la calle de Daoiz y la Plazuela de Juan Guas se llega al Alcázar. Su construcción es el resultado de diversas reformas que tuvieron lugar entre los siglos XII y XVII. La decoración exterior corresponde a la restauración que mandó Felipe II. Sufrió un incendio en 1862, por lo que posteriormente fue restaurado y ambientado en su época de mayor esplendor.

Si se dispone de tiempo, hay que visitar la Iglesia de San Esteban, la Casa-Museo Antonio Machado, la Casa del Sol, la Casa de las Cadenas, la iglesia de San Juan de los Caballeros, la Torre de Hércules, la Casa de la Moneda y, por supuesto, sus alrededores: el palacio de La Granja de San Ildefonso, el palacio de Riofrío y Valsaín.

El agua del diablo

Dice la leyenda del acueducto que una joven despotricaba por la lejanía de la fuente de agua de su casa y la distancia que tenía que recorrer diariamente. Escuchó sus palabras un varón de buen porte y perilla en el rostro, quien le preguntó qué daría por conseguir que el agua llegara hasta su misma casa. La muchacha, sin dudarlo un instante, contestó, creyéndolo imposible: "Mi propia alma, pero con la condición de que llegue hoy mismo". Aquella noche, los relámpagos y truenos despertaron a la muchacha, que vio a través de su ventana cómo el mismo Diablo construía rápidamente el acueducto. Al verlo, la joven se asustó y temió por su alma. Cogió una vela y se la acercó a un gallo. Este, al ver de cerca la luz, cantó como si amaneciera, y así fue como el Diablo perdió el alma de la chica, cuando únicamente le faltaba por colocar un ladrillo para finalizar el acueducto.

Cómo llegar

En tren, además del AVE Madrid-Segovia-Valladolid, que cubre el trayecto en torno a 25 minutos desde la capital, existe desde Madrid una gran oferta de trenes regionales durante todo el día.

La naturaleza singular del Delta del Ebro

El Delta del Ebro posee una extensión de 320 km² y es uno de los refugios para aves acuáticas más importantes de España. La zona fue declarada Parque Natural y en su espacio protegido se contabilizan unos cien mil ejemplares de diferentes especies. El río Ebro es el elemento aglutinador de todo el paisaje y el referente máximo de la región. En su desembocadura parte el delta en dos brazos y la comunicación entre uno y otro sólo es posible a través de transbordadores que unen Deltebre con Sant Jaume d''Enveja. Desde las dos localidades parten también embarcaciones que realizan recorridos turísticos por el río y ofrecen al visitante una panorámica distinta.

Para que el recorrido por el delta sea completo debe incluirse una visita a la península del Fangar, a la Isla de Buda y a la laguna de la Encanyissada. Uno de los puntos más interesantes del Delta son sus poblaciones, entre las que destaca su capital, Amposta, una ciudad que vive plenamente el hecho de ser la puerta del delta. Merece la pena visitar el Museo del Montsià. Otras poblaciones interesantes son Sant Carles de la Rápita, idónea para pasar unas intensas vacaciones; Deltebre, desde donde parten la mayoría de excursiones, y Sant Jaume d''Enveja, un lugar idóneo para disfrutar de la gastronomía.

El pastor y la virgen

La tradición dice que un pastor encontró la pequeña imagen de Nuestra Señora de L''Aldea en un tronco de olivo y así aparece en imágenes y pinturas: el olivo, el pastor vigilando bueyes y la Virgen. En un inventario del Obispado anterior a 1936 la imagen fue clasificada como una talla del siglo XII. A lo largo de los siglos, el santuario y terrenos adscritos pasarían a los templarios, a los hospitalarios, volverían a la Corona y a varios señores de Tortosa. La ermita de la Virgen María de L''Aldea fue reedificada el siglo XVIII. A su lado hay la torre vigía de la entrada del Ebro, que por la desaparición de los piratas perdió su función. Esta torre estaba en muy mal estado y fue demolida en 1914, siendo reedificada al acabar la Guerra Civil.

Cómo llegar

Desde Madrid y Zaragoza salen diariamente trenes AVE con destino a Tarragona. Desde Tarragona, la red de trenes regionales de Renfe pone a disposición del viajero una importante cantidad de trenes que unen la capital de la provincia con Amposta todos los días y con amplitud de horarios.

Vall de Núria, el secreto de los Pirineos

El Vall de Núria es un valle escondido a 2.000 metros de altitud al que sólo se llega en un tren cremallera desde Ribes de Freser. Después de la estación de Caralps, el tren penetra en la garganta de Nuria, donde las montañas descienden verticalmente sobre el río Nuria y, a derecha e izquierda, las cascadas y los saltos caen desde las cumbres; dos de ellas, la Font Alba y Font Negra, son de fantástica belleza. Y como centro cultural y de tradición en el Valle, El Santuario, punto de peregrinación de muchos devotos de la Virgen de Nuria. Este curioso tren, único en España, hizo su primer viaje el 22 de marzo de 1931. El sistema cremallera, una especie de cadena dentada situada entre las dos ruedas del tren, es el sistema idóneo para superar la pronunciada pendiente que separa Ribes de Freser y el Santuario de Nuria. El desnivel llega a los mil metros.

La carretera llega hasta la población de Queralbs, desde donde solo se puede ascender en tren. Aquí también comienza el camí Vell, que conduce a Núria, un camino para los excursionistas.

Pirineos es el refugio de este valle, un lugar para disfrutar de la naturaleza, de los deportes al aire libre como esquí, descenso en trineo, salidas con raquetas de nieve, escalada, pesca u otras actividades como construir iglúes o esculpir muñecos de nieve. También pasa por el valle un sendero de gran recorrido, el GR11, que se extiende desde el cabo de Creus hasta el valle de Arán.

El abad del valle

San Gil, un abad de Nimes nacido en Atenas, talló una imagen de la Virgen mientras vivía en el valle entre los años 700 y 703. El abad se vio obligado a huir y abandonar la imagen en una cueva. Por inspiración divina, un hombre llamado Amadeu llegó hasta el Valle de Nuria para buscar unas reliquias de María. Unos pastores encontraron la imagen y ayudaron a Amadeu a construir una capilla. La actual talla de la Virgen, románica, data del siglo XII.

Cómo llegar

La mejor opción es mediante la oferta del billete combinado tren regional + tren cremallera, desde Barcelona.

Peñíscola, la ciudad en el mar

Peñíscola, al norte de la Comunidad Valenciana, ubicada en la comarca del Baix Maestrat, provincia de Castellón, se encuentra en un punto privilegiado del Mediterráneo español. La ciudad antigua, coronada por la que fuera morada del Papa Benedicto XIII, un castillo fortaleza del siglo XIV, ocupa un imponente peñón que se alza 64 metros sobre el azul del mar, unido al continente por un cordón de arena que tiempo atrás era barrido por las olas durante los temporales, transformando a la ciudad en una efímera isla.

La ciudad, declarada conjunto monumental histórico artístico en 1972, merece una detenida visita. En cualquier lugar del casco antiguo surjen rincones atractivos como el Bufador (se trata de una brecha en la roca que llega al mar), la casa de las Conchas, las calles llenas de macetas, plazas como las de Les Escaseres, San Roque, de Armas, garitas, blasones, baluartes...

El Castillo de Peñíscola, enclavado sobre la parte más elevada del peñón, fue reconstruido sobre antiguas fortificaciones. La fábrica actual pertenece a la época de dominio de la Orden del Temple (1294-1307), construyéndose sobre los restos árabes existentes hasta 1234. La obra de los templarios sería continuada en el siglo XV por la Orden de Montesa y terminada por el Papa Benedicto XIII (Pedro de Luna), que lo convirtió en su última morada, en sede papal y baluarte del Cisma de Occidente.

Una de las peculiaridades características de esta Ciudad en el Mar es la abundancia de agua dulce que brota desde la misma roca y hasta dentro del mar, en torno al peñón, visibles en días de bonanza al aflorar y que forman círculos concéntricos sobre la superficie marina. Otra curiosidad de la ciudad son también las Escaleras del Papa Luna, talladas en la roca, en la parte posterior del peñón y sobre el mar, cuya construcción está rodeada de leyenda. En contraste con el casco antiguo, se encuentran las nuevas calles y avenidas de la zona turística.

El Papa Luna

Cuenta la leyenda que cuando el Papa Benedicto XIII quiso huir de su fortaleza en Peñíscola tuvo que esculpir él mismo en una noche una escalera en la piedra que le permitiese acceder al mar. Y sigue contando el relato legendario que el precio de tan descomunal esfuerzo fue la pérdida de su anillo papal, una valiosa joya que cayó al mar y que nadie ha logrado encontrar desde entonces.

Y aún dice más la leyenda del Papa Luna: dice que aún más buscado que el anillo fue el llamado Códice Imperial, un enigmático pergamino escrito por el emperador Constantino, tan sagrado como prohibido, que sólo podían hojear los pontífices y sus más allegados cancilleres dada su vital trascendencia para la perpetuación de la Iglesia. El Códice Imperial aún no ha sido encontrado...

Cómo llegar

Hay conexiones directas por tren hasta la estación de Benicarló-Peñíscola desde Almería, Albacete, Alicante, Barcelona, Bilbao, Badajoz, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Girona, Lleida, Logroño, Málaga, Sevilla, Tarragona, Valencia y Zaragoza. Desde otras poblaciones consultar en www.renfe.es

Cartagena, un paseo por 3.000 años de historia

Es tanta la historia que hay en Cartagena que recorrerla es un placer al que hay que dedicarle varios días. Se puede realizar un itinerario arqueológico o visitar la Cartagena barroca y neoclásica o conocer sus monumentos más modernos.

El itinerario arqueológico comienza en el Museo Arqueológico Municipal que está situado en la necrópolis tardorromana de San Antón de finales del siglo IV a.C. Se inauguró en 1982 y es el centro neurálgico de las actividades arqueológicas de la ciudad y su comarca. Este museo está alejado del resto del itinerario arqueológico, así que el viajero debe darse un paseo por las calles Ramón y Cajal, García Lorca, la calle de La Palma y ya muy cerca de la calle Canales se llega a la Calle de la Morería Baja.

La Morería Baja se descubrió casualmente en julio de 1957. Los hallazgos dejaron al descubierto los restos uno de los ejes viarios importantes de la época romana. Caminando hacia el sur se llega a la Catedral de Santa María La Vieja, que data del siglo XIII. Gran parte de sus muros se levantaron con sillares del teatro romano. Conserva en una cripta el pavimento decorado de una vivienda romana del siglo I a.C.

Frente a la Catedral se alza el Teatro Romano y a solo unos metros la Muralla Bizantina. Los restos de esta muralla se han conservado en un sótano visible sobre el que, más tarde, se instaló la Sala Municipal de Exposiciones. Desde la Muralla Bizantina el viajero puede dirigir sus pasos hacia la Plaza de los Tres Reyes. La plaza cuenta con una calzada romana enlosada, principal eje de comunicación de la ciudad, que enlazaba el puerto con el foro y un recinto termal que se prolonga bajo la calle Honda hasta el cerro del Molinete.

El siguiente paso de la ruta es la calle del Duque nº 29, que data de la época de Augusto. Atravesando la calle Morango se llega al anfiteatro construido a mediados del siglo I. a.C. No muy lejos de aquí se puede visitar la Muralla Púnica constituida según modelos de fortificación helenísticos que estaban muy difundidos por todo el Mediterráneo central.

Contra Isaac Peral

En Cartagena se encuentra el submarino de Isaac Peral. Es el original del primer submarino inventado por este cartagenero que concibió el proyecto en 1884. Su construcción se realizó en Cádiz y fue botado en 1888. Cánovas del Castillo, a la sazón ministro de Marina, obligó a Peral a "entregar al arsenal de la Carraca, bajo inventario, acumuladores, bombas, generadores y demás efectos y material del buque". Entre los motivos para desguazar la obra pudieron entrecruzarse razones de Estado, intrigas y espionaje industrial, lo que llevó a Peral a pedir la baja en la Armada.

Cómo llegar

Hay trenes directos hasta Cartagena desde Albacete, Alicante, Barcelona, Castelló, Figueres, Girona, Madrid, Murcia, Tarragona y Valencia.

Elche, oasis de palmeras

La palmera es uno de sus símbolos característicos de Elche. El especial cuidado con el que los ilicitanos han cuidado sus extensos palmerales les ha valido para formar parte de ese exclusivo grupo de bienes declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. De los oasis norteafricanos llegaron las palmeras que están protegidas por la ley desde Jaime I. Su conjunto forma el palmeral más grande de Europa.

El encanto natural de Elche no solo se centra en su palmeral sino también en sus playas casi vírgenes y zonas de gran valor ecológico como la Laguna del Hondo, los Saladares, el Clot de Galvany y la Sierra. También de gran interés son los Museos Arqueológicos, el yacimiento de L''Alcudia (donde fue hallado el busto de la Dama de Elche en 1897) y el casco antiguo de la ciudad.

La palmera de Sissi

Se cuenta que la emperatriz Elisabeth, la famosa Sissi, tuvo la oportunidad de conocer la gran palmera central en 1894 en uno de sus viajes en el que hizo una escala en Alicante. En honor a esta visita el propietario bautizó a esta palmera con el nombre de Palmera Imperial, tal y como hoy se la conoce.

Cómo llegar

Se puede llegar en tren de Cercanías de la red de Murcia y Alicante, además de los trenes Regionales que unen Murcia con Valencia. Desde otros puntos de la península consultar en www.renfe.es

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