Siete lugares para descubrir Madeira

Un viaje a la costa norte de la isla, nos introduce en paisajes inolvidables, con las innumerables cascadas a lo largo del camino, las cuevas volcánicas de São Vicente la playa de arena negra en Seixal y el exuberante entorno de Chão da Ribeira.Cuando llegamos a las piscinas naturales en Porto Moniz, de origen volcánico, recordamos los orígenes de esta hermosa isla así como el inmenso poder de la naturaleza. Las olas del mar bailan contra las rocas y rellenan la piscina natural. En la zona hay también varios lugares adecuados para bucear o nadar.

Rodeado de montañas, Curral das Freiras se presenta como un hermoso refugio. Para tener una visión completa de este lugar, se puede hacer una primera parada en Eira do Serrado y subir las escaleras hasta el mirador. En este grande y verdoso valle, el paisaje agrícola se dispersa entre las antiguas casas con tejas en el techo, donde la forma de las montañas junto con los colores de la naturaleza, son una verdadera fiesta para nuestros sentidos.

Pico do Areeiro es el tercer pico más alto de Madeira con 1818 metros de altura sobre el nivel del mar y es fácilmente accesible en coche. Las particularidades de este lugar son muchas, es uno de los lugares más fotogénicos de la isla, especialmente cuando las nubes flotan en el viento y quedan a nuestro mismo nivel. Aquí nos sentimos vivos, unidos a la naturaleza con nuestros pies firmemente apoyados en el suelo y nuestra vista al inmenso cielo. El paisaje es emocionante, imponente, sublime! El sol parece brillar más cerca, guardando recuerdos perfectos de este lugar.

Ponta de São Lourenço se encuentra tal como lo ha dejado la naturaleza, casi virgen. Está ubicado en el extremo sureste de la isla de Madeira y se caracteriza por paisajes volcánicos intactos, de una belleza impresionante. Aquí, puedes encontrar un sendero para caminar, con aproximadamente 4 km (+ 4 km la vuelta) que debe realizarse con calma para apreciar cada detalle, cada ser vivo, cada rayo de luz y cada vista hacia el mar.

Cuando visites Madeira, no puedes perderte el encantador bosque de laurisilva que se extiende un poco por toda la isla (ocupando el 22% del área total) perfecto entorno para observar la flora y la fauna típica. Una de las mejores formas es realizando una levada, canales de riego que comenzaron a construirse desde el siglo XVI y abarcan una extensión de 3.000 kilómetros. Son una vía ideal para recorrer la isla a pie y disfrutar de su asombroso paisaje. Hay muchas y variadas, como la Levada do Caldeirão Verde, con una distancia de aproximadamente 6,5 km (+ 6,5 km de vuelta). Mediante las levadas también puedes llegar hasta el mirador de Balcões y la caldera volcánica de Fanal, lugares que no debes perderte.

Cabo Girão con 580 metros de altitud, es uno de los acantilados más altos de Europa, donde las vistas hacia el este y oeste de la isla, parecen infinitas. Camina por el skywalk, una plataforma de vidrio suspendida, y recuérdalo como el día que parecía caminabas en el cielo. El mar, el acantilado, Fajã do Rancho y la ciudad de Funchal ofrecen un excelente telón de fondo en este único lugar. Los madeirenses reciben a los visitantes con mucho gusto y amor para mostrarles los mejores lugares de la isla. Elegir solo siete lugares no es tarea fácil. Hay muchos lugares más que merecen ser incluidos en esta lista, pero los dejamos para una próxima visita. ¡Nos vemos pronto!