13 rutas con meigas por Galicia
Vigo
El Tesoro de Rande y las “mouras” de Paralaia Una gran fábula con origen en la historia es la del Tesoro de Rande, que cuenta que en el fondo de la ría se encuentran millones de riquezas. Era la carga de la Escuadra de la Plata, atacada por los angloholandeses. Aunque una parte ya había sido desembarcada, saquearon y hundieron muchos galeones, pero no todos, porque los españoles para evitar mayor robo destruyeron sus barcos con el tesoro dentro que hoy yace en la ría. Desde entonces ha sido el foco de muchos buscadores e incluso Julio Verne en su obra 20.000 leguas de viaje submarino habla de Rande y convirtió al capitán Nemo en su primer cazatesoros. De la batalla contra los angloholandeses han quedado las anclas en el Monte de O Castro. La propia ría es un tesoro cuajado de bateas en las que se cría el auténtico mejillón. En Vigo no hay que perderse la calle de las ostras y sus ajetreados ostreros, el casco histórico y la Puerta del Sol, donde se alza el emblemático El Sireno, que simboliza la unión del hombre con el mar. Frente a Vigo, cruzando su imponente Puente, está Moaña, donde, según cuenta la leyenda, en el Monte Paralaia hay pasadizos subterráneos llenos de riquezas custodiadas por mouras (mujeres bellísimas y encantadas que habitan bajo tierra o bajo el agua) que solo salen en la noche de San Juan.
Combarro
La isla de Ons y el Buraco del Infierno Hacia el norte está Combarro, uno de los cascos medievales más pequeños en el que despuntan más de treinta hórreos que guardan maíz, paja y pescado. Al parecer, los adornos de sus techos tienen reminiscencias paganas. Estas cruces, pináculos o conos podrían advocar la fecundidad de la tierra, o amparar contra rayos, meigas y el demonio en tiempos paganos. En sus callejuelas son llamativas las casas marineras alzadas sobre piedra, y sus muchos cruceiros, encrucijadas místicas del bien sobre el mal. Según la cultura popular, “donde hay un cruceiro, hubo un pecado”. Hacia el norte se encuentra O Grove y su mágica playa de A Lanzada, vinculada al mito de la fertilidad. Desde tiempos antiguos, en la noche de San Juan las mujeres que quieran concebir tienen que darse un baño de fertilidad, donde nueve olas tienen que golpearlas y después acostarse sobre la cama de piedra de la ermita de Nuestra Señora. El agua de esta playa también tiene fama de sanar. Frente a ella, en la espiritual isla de Ons, muchos relatos dicen haber visto a la Santa Compaña (procesión de muertos o ánimas en pena que por la noche recorren errantes los caminos) presagiando la muerte, y que en el Buraco do Inferno se oyen los lamentos de las almas de los que sufren tormento.
Noia
La maldición de la torre de San MartiñoTambién hacia el norte, Noia, la Pequeña Compostela, es tierra de mitos y ritos ancestrales. Sus tejados rojos, torres y plazas le aportan una intimidad dominada por edificios religiosos y portales con ricos blasones. La leyenda dice que Noé llego a Noia tras el diluvio, escondió el arca y plantó las primeras vides del lugar. Su escudo recoge el arca, la paloma y la rama de olivo. En el medievo se levantaron dos templos singulares: Santa María a Nova, con sus laudas y leyendas templarias, y San Martiño, con su relato sobre muertes. A Santa María la rodea un enigmático cementerio, al parecer construido con tierra de Palestina, con cerca de seiscientas laudas. Unas treinta están dentro de esta iglesia donde las misteriosas lápidas hablan sobre sus dueños: pico y maza de cantero, tijeras de sastre, cuchillo de carnicero, ancla de marinero o figuras de los hidalgos. Es una de las necrópolis más valiosas y antiguas de Europa. En la Plaza de O Tapal está San Martiño, que, con cierto aire de fortaleza, solo tiene una torre aunque fue diseñada con dos. Se dice que todo el que trate de acabar la segunda morirá. Su cantero se mató durante la construcción y el trabajo quedó sin terminar. Y hay quien cree que por eso el cineasta Claudio Guerín se mató rodando La campana del infierno, cuando intentaba construir la segunda torre de cartón piedra.
Cambados
Los sollozos de doña Juana de CastroCambados es marinera y tierra fértil que produce los mejores caldos albariño. Muy interesante la Plaza de Fefiñans y su señorial pazo, y frente a él, la iglesia de San Benito. Mirando al océano está el marinero de Santo Tomé, donde, encajada sobre la roca, está la torre defensiva de San Sadurniño, en la que se encendían hogueras para alertar del ataque de vikingos. Cuenta la leyenda que en ella se escuchan los sollozos de la reina doña Juana, abandonada la noche de bodas por su esposo Pedro I El Cruel. También dicen que tiene una galería donde están enterradas piedras preciosas. En la parte alta de Cambados se alzan regias las ruinas de Santa Mariña Dozo y su cementerio. El templo se levantó sobre los restos de una ermita del XII, hasta que se abandonó tras un incendio. Hoy sus cuatro arcos parecen sostener el cielo. Son las ruinas más bellas, tristes y misteriosas que pueden existir. Magnífica la imagen de la Virgen preñada. Dicen que aquí se han grabado psicofonías. También que los arcos resisten porque están pegados con sal y grasa del pescado de las fábricas de salazón que había en Cambados.
Betanzos
La leyenda de la ciudad subterráneaSu belleza se palpa en sus recoletas calles y sus antiguas casas con galerías y balconadas. El ajetreo está en la Plaza García Naveira, con la Fuente de Diana, el Convento de Santo Domingo, el Archivo del Reino y el Colegio de Huérfanas. Dentro de la muralla hay dos históricas plazas: la de la Constitución y la de Pérez de Andrade. En la primera se sitúan el Ayuntamiento y la Torre del Reloj, pegada a un ábside de la iglesia de Santiago, y cerca, los pazos de Lanzós y Bendaña. En la de Pérez de Andrade están dos templos singulares: Santa María de Azogue y San Francisco. A las afueras, el Parque de O Pasatempo, una fantasía de los benefactores García Naveira, que tras la Guerra Civil parece ser fue campo de concentración, después se abandonó y hoy se está recuperando. Bajo el suelo hay un laberinto de túneles que se cree que puedan ser una antigua mina de azogue. Otra teoría las vincula al culto, ya que todos parecen desembocar en Santa María. Esta ciudad subterránea, a la que se accede desde las propias casas, forma parte de la historia de Betanzos y de ella se comparten muchas leyendas, como la que dice que en ellas se oían voces. Al parecer, en la Guerra Civil muchos huyeron de la villa a través de ellas.
Pontedeume
La leyenda de la dama y el puente Una dama atravesaba el río Eume para visitar sus propiedades en la otra orilla, y un día el río creció tanto que hundió su barca. Apareció un joven y, a condición de ayudarla, hizo que firmara un pergamino, y entonces apareció un puente que la permitió regresar. Años después volvió el joven para que cumpliera lo suscrito, entregarle su alma, y la ordenó arrojarse desde el puente. Ella pidió ayuda al Espíritu Santo y su captor huyó. Agradecida, llamó al puente Del Diablo. Su actual puente de piedra sustituye al de madera que disponía de capilla y hospital. Llamativo el Torreón de Andrade, último resto del famoso Palacio. La colosal iglesia de Santiago, encajonada entre casas, sorprende para una villa tan pequeña. Cerca está el fascinante Parque Natural das Fragas do Eume. La leyenda de los tres ríos cuenta que cuando Dios creó el Eume, el Landro y el Masma, les prometió que el primero en llegar al mar se cobraría una vida humana al año. Los ríos pactaron descansar, lo que solo cumplió el Eume, y al verse traicionado, aceleró para ganar, y por eso es tan bravo. Las Fragas es uno de los mejores bosques europeos de roble, castaño y abedul. Dentro se haya el fascinante monasterio de Caaveiro, puro arte en plena naturaleza. Cuenta la leyenda que un día de tempestad, San Rosendo se quejó disgustado por el mal tiempo. Al darse cuenta de su pecado, porque el clima era voluntad divina, como penitencia tiró su anillo al río pidiendo a Dios que se lo devolviese cuando fuese perdonado. Tras siete años fue recuperado por el cocinero del monasterio dentro de un salmón del Eume. La tradición señala que, aunque fue fundado por San Rosendo en el 936, el monasterio ya existía con anterioridad. Oculto entre el frondoso bosque y encajado entre desfiladeros, se engrandeció con donaciones y nuevas tierras hasta que fue abandonado. Los restos más antiguos son del XII, y destacan la iglesia de Santa Isabel, su campanario, la casa de los canónigos y el horno.
Cariño y Cabo Ortegal
La historia del submarino U-966Desde la celta Cariño se accede al cabo Ortegal y su imponente faro. En su mirador sobrecoge la belleza de Os Agullons, la ría de Cariño y Ortiguiera, y la punta de Estaca de Bares. Para los antiguos, era tierra sagrada, el fin del mundo. Para la ciencia, es el lugar más antiguo conocido donde se funden el Atlántico y el Cantábrico en las formaciones rocosas más arcaicas de la Península. Solo en Terranova, Polonia y Australia hay rocas tan longevas, y hay teorías sobre que estos cuatro puntos estuvieron unidos cuando la Tierra solo era continente, Pangea. Fue paso obligado de buques americanos en la Segunda Guerra Mundial. Y aquí acabó el submarino alemán U-966 cuando, persiguiendo a la flota aliada, fue atacado por el bombardero británico Wellington, que poco después cayó por los cazas de la Luftwaffe. Los vecinos rescataron a supervivientes y a cadáveres de ambos bandos. Al parecer, el capitán del U-966 regresó años después con su familia y uno de sus hijos se casó con una joven del lugar. Cuando falleció quiso que sus cenizas se arrojasen en este mar. Al este de Ortegal está el acantilado de Loiba, uno de los más bellos paisajes del mundo según la Unesco. El paraje huele a mar y a cielo infinito, donde hace años un vecino colocó un banco, ya famoso en el mundo entero. Más al este, Estaca de Bares y su célebre faro situados en el punto más al norte de la Península. Bares, con sus míticas puestas de sol, controla el tráfico marítimo desde 1850.
Viveiro
La Gruta de Lourdes y la Cueva de la DoncellaSe cree que fue la antigua Flavia Lambris y se dice que aquí estaba Estabañón, devorada por una terrible marea. Hacia el 844 sufrió diversos ataques vikingos y, según relata la leyenda del obispo de Mondoñedo, apelando a la intervención divina se hundieron sus naves. La señorial Viveiro conserva una magnífica muralla y tres de sus sensacionales puertas, donde destaca la de Carlos V, así como casas señoriales, el Colegio de la Natividad fundado por María Sarmiento, el barrio judío, la Casa de los Leones, la Plaza Mayor y encantadoras placitas. Santa María del Campo es el templo más antiguo de Viveiro, ubicado en la magnífica plaza donde también está el Convento de Clausura de las Concepcionistas y la singular Gruta de Lourdes, una réplica de la auténtica cueva, siempre llena de velas y exvotos. Interesante la iglesia del Convento de San Francisco, que guarda los pasos de su Semana Santa, de Interés Turístico Internacional. El puerto de Cillero es uno de los más importantes de nuestro país, así que conviene visitar el mercado donde el bonito, el congrio, la merluza y el marisco son manjares de leyenda. Cerca, la Cova da Doncela, que, dicen, habitaba una hermosa joven que atraía a los marineros con su extraordinaria belleza y encantos.
Mondoñedo
Los desaparecidos del castro de ViladongaMondoñedo combina de forma magistral historia y leyenda. En su plaza se alza la catedral, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y sus impresionantes murales que representan el Degollamiento de los Inocentes. Anexo está el Palacio Episcopal, y frente a él, bellos soportales. El seminario de Santa Catalina, con dos claustros, varias capillas y una biblioteca con incunables, es emblemático. En la antigua entrada, a la que se accedía por el puente romano Del Pasatiempo, está el barrio de los Molinos, donde vivían los artesanos. En este puente cuajado de leyenda entretuvieron a Isabel Pérez, esposa del mariscal Pardo de Cela, cuando acudía a la Plaza de la Catedral con el Indulto de Isabel la Católica. Tanto tiempo la hicieron perder los soldados, que no llegó a tiempo para evitar la decapitación de su esposo, acusado de apoyar a La Beltraneja. Al sur están las cuevas del Rey Cintolo, donde está atrapada la princesa Manfada esperando su rescate. Al sur, el mítico castro de Viladonga, con varios recintos de murallas, fosos y una gran acrópolis donde se han encontrado monedas de oro, vidrios y puñales. Además de las leyendas de mouros y tesoros que rodean a los castros, el mayor misterio es que nunca se han encontrado restos humanos.
Castro Caldelas
Santo Estevo y la leyenda de los nueve anillosEl castillo de Castro Caldelas lo construyó Fernández de Castro y durante la guerra irmandiña casi fue destruido. Como castigo, el conde obligó a la población a reconstruirlo. Curiosas las marcas de los canteros, las Taus griegas templarias, y un sello de Salomón que indica la presencia de judíos. Según la leyenda, en el castillo vivía un poderoso conde que tenía tres hijas casaderas, y otro conde le pidió la mano de una de ellas. Como eran tres, preguntó “¿Cuál dellas?”. Y lo empezaron llamar Castro Caldelas. Imponentes las vistas desde el campanario de la pequeña iglesia de Santa Isabel. En Parada de Sil están los Balcones de Madrid y, según el mito, desde ellos las esposas despedían a sus maridos, que viajaban a las verbenas de Madrid a vender barquillos. Si los monasterios de la Ribeira Sacra invitan a la unión con la naturaleza, el de Santa Cristina resulta misterioso. Entre robles y castaños centenarios, posee un halo mágico. Llama la atención el elegante rosetón de su iglesia, la puerta del claustro, su torre campanario, sus escudos de Calatrava y sus laudas. Más adelante, el Mirador de Cabezoás ofrece la mejor panorámica. Próximo, el monasterio de Santo Estevo, surgido de las entrañas del cristianismo en una tierra legendaria. Gracias a sus obispos y sus nueve anillos se convirtió en un lugar de peregrinaje en busca de milagros. Según la leyenda, el cofre con los nueve anillos era mágico; incluso la sola presencia ante él exaltaba a los poseídos por el diablo. Hoy es un Parador de Turismo donde el tiempo se ha detenido entre sus claustros.
Santa Mariña de Aguas Santas
El asesinato de la Santa y las tres fuentesSanta Mariña de Aguas Santas hechiza con su singular cementerio y su fuente de los milagros. Según la leyenda, Mariña fue martirizada por no corresponder a los amores del prefecto Olibrio, que la decapitó y de los tres botes que dio su cabeza surgieron las tres fuentes de Aguas Santas que hay detrás del templo. Cerca, las ruinas de la inacabada basílica de la Ascensión que al parecer la empezaron a construir los templarios para proteger su cripta, a la que se desciende por unas escaleras casi ocultas. En ella está el Forno da Santa donde intentaron quemar a Mariña, además de laudas sepulcrales y un altar. Cerca está la fuente de Augas Negras, donde refrescaron el cuerpo de la santa. A pocos kilómetros se llega a Allariz, una villa de cuento, donde dicen que Arzak compra fina carne de buey, donde se educó Alfonso X El Sabio y donde se alza el puente de Vilanova, defendido por los caballeros de San Juan de Jerusalén. Interesante el convento de las Clarisas con su Virgen Abridera, llamativa La Panera que ya en el XV concedía créditos, la iglesia de Santiago, las curtidurías y su leyenda del hombre lobo. Hacia el noroeste se llega a Leiro y su enigmático monasterio de San Clodio, hoy hotel, en una tierra que se cultiva desde el siglo VI.
Monterrei
La condesa infiel y la “reina loba”La fortaleza de Monterrei transporta al medievo. Dentro de una triple muralla, sus edificios fueron construidos entre el XII y el XVII. Destaca el hospital de Peregrinos que atendía a todos los que llegaban de la meseta. Subiendo entre callejuelas se llega al castillo, con su Plaza de Armas, la gran Torre del Homenaje y la Torre de las Damas enclavada en el Palacio de los Condes. A la izquierda, la pequeña iglesia de Santa María. Aquí es fácil sentir la leyenda de la condesa infiel, que, temiendo la ira de su marido, se lanzó desde la Torre del Homenaje. Ríos de historia transcurren por esta fortaleza que los abades intentaron demoler por ser una amenaza a su autoridad. Fue refugio de Pedro I El Cruel y punto de encuentro del cardenal Cisneros y Felipe El Hermoso. Y por aquí circula la leyenda de la despiadada “reina loba”.