Pueblos del Golfo Ártabro

Antes de llegar a esta encantadora villa, hay que parar en la iglesia de Santa Olaia de Lubre, un tesoro entre el románico y el gótico. Las ordenadas calles de Ares dirigen hacia el barrio de O Porto, donde se alza la iglesia de San José. En la villa se puede disfrutar de su larga y tranquila playa, protegida de los vientos y del mar abierto, que conduce hacia el puerto. Muy interesante la Alianza Artesana, primera escuela de indianos de Galicia.

Este pequeño núcleo tiene cinco calles y dos plazas que conservan una singular arquitectura indiana con una importante estética y herencia cubana. Redes tiene una gran vocación marinera que se palpa en la disposición de sus casas, casi todas con salida directa al mar. El Porto das Redes, como antiguamente era conocido, debe su nombre a los soportes que se usaban para el secado y cosido de las redes.

Cabanas es pequeño, pero está colmado de paisajes que contrastan y que lo hacen único. Posee un pinar que se funde con una playa dorada y un tupido bosque de alcornoques que esconde gemas medievales. Playa, rías, ríos, y bosques son parte de sus encantos. Es el sitio ideal para disfrutar de la naturaleza desde el agua. Así que, en Cabanas es obligatoria una ruta en kayak por sus rías o ríos.

Pasear por Pontedeume, que mantiene intactas sus huellas medievales, es una delicia donde se fusionan mar y tierra. Con un enorme patrimonio civil y religioso, y un sensacional casco histórico, está llena de historias y leyendas. Cuajada de fortalezas, pazos y monasterios, lleva hasta el castillo de A Nogueirosa, que se erige sobre el monte Pena Laboreira, de gran interés estratégico, y a más de 300 metros de altitud.